Cumple la huelga 30 días; estudiantes que temen perder el semestre cerraron calles
Alumnos de Bachilleres exigen al director que acepte condiciones de sindicalizados
Treinta días después de que empezó la huelga en los 20 planteles del Colegio de Bachillleres de la zona metropolitana, la solución del conflicto laboral entre sindicalizados y autoridades aún parece estar lejana. Las posiciones encontradas, debido a una lectura diferente de las leyes en la materia, afectan a cerca de 100 mil alumnos.
Algunos estudiantes, preocupados por el inminente riesgo de perder el semestre, bloquearon calles y realizaron paros ayer por la mañana, en demanda de que las autoridades acepten las condiciones de los trabajadores, se reanuden las clases y regrese la tranquilidad académica.
El sindicato sostiene, con base en razonamientos legales, que las autoridades del sistema del Colegio de Bachilleres suscribieron en diciembre pasado el contrato colectivo de trabajo, en el cual aceptaron la cláusula 68 del mismo, que obliga a las autoridades a otorgar pensiones y jubilaciones con salario integrado, es decir, el salario base más prestaciones.
Seis meses después, las autoridades del sistema recurrieron al artículo 162 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) y su vinculación con el artículo 486 de la misma, para sostener que la jubilación o pensión se debía fijar con un tope de dos salarios mínimos. La lectura diferenciada de la ley, incluyendo sus contradicciones, abrió la puerta para un conflicto que cumple 30 días, sin visos de pronta solución.
Jorge González Teyssier, director general del sistema, afirmó que el alargamiento del conflicto "nos acerca peligrosamente a la pérdida del semestre", además de que el daño, en términos económicos, ronda en millón y medio de pesos diarios, sólo en salarios. En términos académicos, añadió, sobresale "la pérdida de ritmo en la enseñanza".
Aceptó que firmó la cláusula sobre pensionados y jubilados, pero añadió que la LFT estipula un pago límite y "no podemos estar por encima de esa ley". La contradicción preocupa a parte importante de los sindicalizados. Jorge Carrasco, secretario general del sindicato de trabajadores del sistema Colegio de Bachilleres en el valle de México, afirmó que en la firma del contrato colectivo de trabajo no hay marcha atrás, y reiteró que las autoridades deben cumplir sus compromisos. "En el resultado de las negociaciones de diciembre no puede haber ahora letra muerta. Hay un compromiso legal", expresó.
Para los alumnos la situación es desesperante. Por ello salieron hoy a bloquear calles y a manifestar su desacuerdo con la situación. Realizaron paros como medida de presión para que se solucione la huelga, pero como advirtió el estudiante Humberto López Díaz, de sexto semestre del plantel número 4, en Culhuacán, "comprendemos que los trabajadores tienen la razón, porque las autoridades firmaron la cláusula, pero lo cierto es que los alumnos ya queremos regresar a clases. Es necesario que el director resuelva el problema con los trabajadores".
Autoridades y trabajadores se reunieron ayer por la tarde en la Secretaría del Trabajo pero, como anticipó González Teyssier, no se llegó a ningún acuerdo. El próximo lunes se volverán a reunir para tratar de destrabar el conflicto. En caso contrario, adelantó, "se deberá entonces efectuar un recuento entre los trabajadores sobre la huelga, como lo demandamos ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje". De esta forma, añadió, "se levantaría la huelga".
Pero hasta el momento un sector mayoritario de los trabajadores se ha manifestado en contra de la pretensión de las autoridades, así que ese recuento podría convertirse en un revés para las autoridades del sistema.