Prófugos, al menos otros tres presuntos victimarios; pueblo marginado, el escenario
Testigos de Jehová linchan en Yucatán a sujeto que los agredía; tres detenidos
Ampliar la imagen Predio en el que fue ultimado el cat�o que hostigaba a testigos de Jehov�OTO Luis Boffil Foto: Luis Boffil
Mérida, Yuc., 2 de octubre. Las graves diferencias religiosas entre familias de la comunidad Cepeda, perteneciente al municipio rural de Halachó, derivó este domingo por la madrugada en el linchamiento del católico José Gualberto Chi Ku, de 31 años de edad, por una turba de integrantes de la iglesia Testigos de Jehová.
La víctima, de profesión carpintero, falleció a consecuencia de los golpes y las pedradas que, entre otros, le propinaron Luis Enrique Ku Fernández, su hijo Wilberth Ku Can y su sobrino Carlos Keb Ku, de 52, 28 y 24 años de edad, respectivamente, a quienes capturó la Policía Judicial del Estado horas después del ataque. Los demás agresores -al menos tres- están prófugos.
Según vecinos de Cepeda -poblado pequeño y marginado-, el homicidio se perpetró luego de que Chi Ku se enfrentó verbalmente con testigos de Jehová que celebraron oficios religiosos la noche del sábado. Afirmaron que José Gualberto recriminaba a los otros su creencia religiosa continuamente y los hostigaba con insultos cuando llegaba ebrio a la comunidad. Inclusive los agredió físicamente en más de una ocasión, agregaron.
La "gota que derramó el vaso" fue que alrededor de las ocho de la noche del sábado, la víctima -luego de ingerir bebidas alcohólicas- pasó frente a la casa donde los testigos de Jehová se reúnen, les arrojó piedras y los llamó "herejes"; además, amenazó de muerte a Luis Enrique Ku.
Luego Chi Ku fue a su casa, donde recogió a su esposa, María Karina Chi Herrera, de 26 años de edad. Ambos fueron a una tienda cercana, para llegar a la cual tenían que pasar por la vivienda de
la familia Ku Fernández.
Cuando el carpintero pasó por el sitio, Wilberth Ku Can salió de su casa y lo golpeó en la cabeza con una piedra; cayó al suelo, donde fue pateado.
A esta embestida se sumaron Ku Fernández, su sobrino Carlos Ku y otras personas, todas testigos de Jehová.
María Karina corrió a pedir ayuda, pero ésta no llegó a tiempo. Los victimarios arrastraron a José Gualberto a un predio adjunto al sitio donde realizan sus ceremonias, y allí le arrojaron una gran piedra sobre la cabeza, que le causó la muerte.
Posteriormente, dos camionetas antimotines de la Secretaría de Protección y Vialidad arribaron a Cepeda -población ubicada unos 150 kilómetros al sureste de Mérida, colindante con Campeche-; los agentes calmaron los ánimos, y acordonaron el lugar del crimen.