¡Toros!
En vísperas de la temporada grande de corridas de toros, lo importante será precisamente que salgan ¡toros! Que muchos han querido remplazar por una caricatura de toro. Pero surja lo que surja de una indiscutible explicación de lo que se llama "toro", el hecho evidente es que éste no ha podido esperar la reproducción de su partida de nacimiento y ha seguido rodando con diversas aceptaciones hasta alcanzar hoy un sentido contradictorio y polémico.
Algunos pretendemos circunscribir el toro a la casta, la fiereza, la agresividad. Esto para las mayorías es ir a contracorriente. Pero, ¡precisamente bautizar con el nombre de toro a lo que salga por la puerta de toriles es ganas de retorcer inútilmente las cosas y confundir a manga ancha!
Mientras los cabales después de ver aparecer en el ruedo a un toro de encastada nobleza decimos ¡vaya toro! Nos quedamos en franca hueva con la salida del llamado "toro artista". Ese que sigue la muleta como el buey sigue al arado, boyante, manso menso, sin tirar una sola cornada.
Es el toro la base del toreo; el protagonista. De cualquier forma, de las figuras extranjeras que vienen a la temporada grande, la novedad serán el español El Cid y el torero colombiano César Rincón, que han destacado con las llamadas "corridas duras" en que sale el toro de verdad. Bravo o manso, con peligro toda la lidia: Toros para carteles con Eulalio López, El Zotoluco y Rafael Ortega, que lucirían su torería.