El régimen de pensiones, manzana de la discordia con Levy
Reanudar pláticas con el SNTSS, pide Fox a Flores
Desde mediados de septiembre se suspendieron las negociaciones
Ampliar la imagen En imagen de archivo, orientaci� jubilados, a las afueras de la cl�ca 41 del IMSS FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz
Al aceptar de inmediato la renuncia de Santiago Levy a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el presidente Vicente Fox Quesada nombró en su lugar a Fernando Flores y lo instruyó para reanudar enseguida, en el marco de la ley vigente, las negociaciones con el sindicato de la institución.
De este modo, el gobierno federal busca evitar una huelga que se veía inminente en virtud del empecinamiento de Levy en modificar los términos del régimen de pensiones y jubilaciones de todos los trabajadores, independientemente de su situación laboral.
Si bien el funcionario no presenta ningún argumento para su decisión en la carta de renuncia que dirige al presidente Fox, no se advierte otra razón que la falta de respaldo gubernamental a su interés por modificar el sistema de retiro.
Al mediodía, a través de un comunicado de prensa, y más tarde, en el contexto de una gira por San Luis Potosí, el jefe del Ejecutivo federal reiteró su compromiso con el cumplimiento de la ley vigente, la cual ''de ninguna manera se verá afectada en aras de una negociación laboral. El gobierno federal debe ser el primero en vigilar la estricta observancia de la ley''.
Sin aludir directamente a este conflicto, Fox Quesada planteó que la necesidad de modificar los sistemas de retiro tanto en el IMSS como en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no implica tocar o restar los derechos ganados con esfuerzo y trabajo por quienes ya han laborado buena parte de su vida o a quienes incluso ya se han jubilado.
''Se trata de encontrar esa fórmula que permita, a quienes vendrán a trabajar a estas instituciones el día de mañana, o a quienes vendrán a trabajar al gobierno federal o a (los) gobiernos estatales, con una situación equivalente, justa, solidaria, que permita ser sufragada a través del propio ahorro y del propio esfuerzo de los trabajadores'', expuso también el mandatario.
Al enfatizar en la instrucción a Fernando Flores de reanudar el diálogo con la representación sindical del Seguro Social, el mandatario asumía de manera tácita una realidad inocultable: Santiago Levy se había ausentado por completo de las negociaciones y en los hechos éstas se encontraban rotas desde por lo menos mediados de septiembre.
Prueba de lo anterior fue la denuncia formulada a principios de ese mes por Eduardo Pérez Saucedo, secretario del exterior del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), quien advertía: "Está claro que la única salida al conflicto podría darse por la vía de un acuerdo político con el gobierno federal'', porque con el director del IMSS ''ya sólo falta que nos demos de balazos. Ya hemos agotado todo''.
Incluso el sábado pasado, en respuesta a un informe de dos días atrás donde el Seguro Social afirmaba que las negociaciones proseguían, el sindicato declaró que era ''mentira'' y ubicaba a Santiago Levy como ''el único responsable'' del estallamiento de la huelga, anunciado para el primer minuto del próximo 16 de octubre.
Desde que se inició esta nueva y conflictiva etapa de la relación laboral, donde debe revisarse el contrato colectivo de trabajo, el sindicato denunció el ''empecinamiento'' del director general del IMSS por un nuevo régimen de pensiones y jubilaciones para los trabajadores en activo y otro para los futuros empleados del instituto, ambos ''con base en las reformas a la Ley del Seguro Social de 2004''.
Esta medida tuvo siempre como respuesta el rechazo rotundo de la representación sindical. Era, por tanto, uno de los mayores escollos en las conversaciones que debían realizarse en las oficinas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Para argumentar en favor de la modificación de las cláusulas de jubilación, la dirección del IMSS aseguraba que, desde 2002, ambas partes -directiva y sindicato- habían coincidido en la necesidad de hacer esa revisión, en virtud de la pesada carga de tal prestación en las finanzas del instituto.
Así, el intento de Levy, aupado por la representación patronal ante el consejo técnico, llevó a una situación de extrema tirantez y enfrentamiento con la parte sindical, agravada además por la renuencia de la dirección del IMSS en cubrir las más de 18 mil plazas vacantes, a lo cual se argumentaba que el proceso de contrataciones quedó detenido desde la aprobación de las reformas a la Ley del Seguro Social, el año pasado.
A todo ello dio respuesta ayer el gobierno de Vicente Fox. Desde temprano, el vocero presidencial, Rubén Aguilar Valenzuela, anunciaba que al mediodía se daría a conocer al relevo de Santiago Levy, y declinaba hacer mayores comentarios.
Al filo de las 12 leyó el comunicado donde anunciaba la designación de Fernando Flores y hacía hincapié en la encomienda recibida de ''fomentar el diálogo con los representantes de los trabajadores y del sector empresarial, siempre dentro del marco de la ley. Su encomienda es la de abrir espacios para propiciar el acuerdo en el mayor beneficio de los 40 millones de derechohabientes del IMSS''.
El nuevo director del IMSS, cercano a Carlos Abascal
Antes de este nombramiento, Flores Pérez fungía como subsecretario de Trabajo, Seguridad y Previsión de la Secretaría del Trabajo, y por ende se le considera como muy cercano al secretario de Gobernación, Carlos Abascal, su ex jefe. También fue presidente del Consejo y director general de Mexicana de Aviación, y entre 1984 y 1991 fue subdirector general del propio IMSS, a cuyo Consejo Técnico pertenecía desde enero de este año.
En el comunicado se establece además que uno de los grandes ejes de acción del gobierno del presidente Fox ha sido garantizar un servicio universal de salud a los mexicanos; un servicio eficiente, de calidad y humano y que el IMSS ''es una de las instituciones fundamentales para llevar este propósito a buen cauce''.
''El tema de las jubilaciones no es nada fácil''
En San Luis Potosí, el mandatario federal planteó su esperanza de encontrar felizmente, y antes del término de su mandato, los caminos para resolver el tema de las jubilaciones. ''Soy el primero que reconoce que no son nada fáciles, pero lo último que debemos de hacer es como el avestruz, ocultar la cabeza y hacer como si no pasara nada aquí.''
Hay que encarar los retos y resolverlos de manera democrática, dijo el Presidente. ''Se acabaron los gobiernos autoritarios'', ya no hay que padecerlos; hoy las cosas se arreglan con diálogo, sentados a la mesa de las discusiones y de las negociaciones.''