Estamos orgullosos de este triunfo, de la muestra que dieron de trabajo en equipo, dijo
Cumplieron los anhelos de todo México, expresa el presidente Fox al Tri juvenil
En festivo recorrido por las calles, miles de aficionados vitorearon a los campeones
Ampliar la imagen Fox recibi� trofeo de campe�el mundo, en una ceremonia realizada en Los Pinos FOTO Cristina Rodr�ez Foto: Cristina Rodr�ez
"Déjenme decirles que nunca habíamos tenido aquí a tanta gente, tantos periodistas. Esto marca la magnitud de su logro", dijo el presidente Vicente Fox anoche, en la residencia oficial de Los Pinos, al saludar y felicitar de mano a cada uno de los integrantes, jugadores y cuerpo técnico de la selección Sub-17, campeona del Mundial de Perú. El timonel Jesús Ramírez fue llamado al micrófono y como un jefe guerrero expresó: "vengo con este grupo de jóvenes valientes".
En tono informal se desarrolló la reunión. El técnico del tricolor agradeció la recepción y enseguida el capitán, el zaguero Patricio Araujo, señaló: "me enorgullece decirle que a menos de tres años de proceso había 21 sueños tras un mismo objetivo y lo hemos conseguido, gracias a Dios". Nervioso, el apodado Pato desechó cualquier discurso grandilocuente, sacó una playera verde y dijo al Presidente: "le quiero decir que se ponga nuestra camiseta. La verde".
"¡También le traigo este regalo!", agregó, y enseguida le extendió el codiciado trofeo, conquistado en un imborrable juego ante Brasil. El mandatario lo observó y lo puso sobre la repisa de su micrófono. "¿Te da envidia Xóchitl?", cuestionó a la encargada de asuntos indígenas, Xóchitl Gálvez. Fox forzó a otros a tomar la palabra; el aventado fue Omar Esparza, quien expresó agradecimiento a quienes apoyaron este proceso.
Luego exigió la presencia de uno de los papás. Hacia el podio fue el progenitor de Efraín Juárez. "Estamos muy contentos. Esto nos ha dado la pauta para venir a entregarle este trofeo que los muchachos han conseguido para México", dijo don Félix. Luego, cuando ninguna mamá se atrevió a expresar algunas palabras, el Presidente pidió "una hermana", hubo risas y al frente pasó Cecilia, hermana del propio Efraín. Finalmente, Fox, en un largo discurso, alabó a la juventud pujante. El mérito es de ustedes, sólo de ustedes, dijo.
"Me da muchísimo gusto recibirlos en la casa de todos los mexicanos. Todos nos sentimos muy orgullosos de este triunfo histórico que obtuvieron, de la gran muestra que nos dieron de coraje, de capacidad de lucha, de organización, de trabajo de equipo. No hay duda de que ustedes cumplieron con los anhelos de la afición nacional. Con los anhelos de todo México.
"Todo México estuvimos atentos el día de ayer (domingo) y gozamos el triunfo de ustedes. Realmente nos hicieron sentir muy orgullosos. Esta hazaña es de ustedes, sólo de ustedes. Producto del gran trabajo, de la disciplina, del entrenamiento, de la conducción de triunfadores, de su talento y, sobre todo, de sus enormes deseos de triunfar. Los felicito porque han puesto muy en alto el nombre de nuestro país a escala mundial. Ustedes demostraron que los mexicanos podemos ganar en cualquier competencia deportiva y lo podemos hacer con la camiseta de México bien puesta, como la llevaron ustedes.
"El futuro del deporte es el futuro que nos une y nos identifica, que más nos motiva y más nos emociona. Estoy seguro de que este triunfo les dará fortaleza y confianza, la plataforma para lograr nuevas hazañas deportivas; refrenden con hechos este cam-peonato del mundo. México confía plenamente en ustedes, en sus jóvenes. Reitero mi reconocimiento por esta gran victoria, por esta gran alegría que nos dieron.
"Los jóvenes no sólo son el futuro, sino, ahora aquí lo vemos, son el presente de la nación. Ustedes se han convertido en un ejemplo para todos los jóvenes, para todos los chiquillos y chiquillas, para todas y todos los mexicanos. Un verdadero ejemplo, una nueva generación de jóvenes se hace presente en todos los rincones y en todos los campos: las artes, las ciencias, la cultura, la empresa y también la política.
"Son una nueva generación de jóvenes que toman las riendas de este país, de su propio destino. Superan con su esfuerzo, con su actuación, las inercias, los vicios de las pasadas generaciones. Sigan avanzando con paso firme, sigan dándonos el ejemplo. El país los necesita, sus familias los necesitan. Los jóvenes son el orgullo de México, es nuestro mayor capital.
"Ustedes son transparentes, limpios, son bien intencionados, son honestos. Honestidad profesional, honestidad en su actitud. Con el trabajo de los jóvenes México está siendo mejor, es más fuerte. Para transformar, México y los jóvenes cuentan con el Presidente". De nueva cuenta los felicitó y arrancó los aplausos de los jugadores.
Tras sus palabras, Vicente Fox pidió un balón, que Xóchitl Gálvez corrió a entregarle, para que los jugadores lo autografiaran. Charló en corto con Chucho Ramírez; se tomó la foto con Carlos Vela a la izquierda y Giovani dos Santos a la derecha, cada uno con sus trofeos individuales: el botín de oro y el balón de plata. Luego preguntó: "¿quién es de Guanajuato?", Ever Guzmán levantó la mano y respondió "¡yo!"
El trayecto, una fiesta
Antes, desde su salida del aeropuerto, los jugadores vivieron una fiesta y quedaron extasiados al ver la entrega de la afición. Miles de seguidores se volcaron a las calles definidas para el paso del vehículo que trasladó al equipo hasta Los Pinos. Apenas lo abordaron, los eufóricos jugadores treparon al segundo piso para saludar con las manos al aire.
Algunos, como César Villaluz, oriundo de la colonia Guerrero, fueron más afortunados, ya que varios familiares y vecinos acudieron con pancartas, les dedicaron porras y no faltaron los gritos histéricos de varias jovencitas. Algunas playeras de Chivas volaron por los aires y fueron capturadas por jugadores rojiblancos, que las ondearon con entusiasmo, al igual que a la bandera tricolor.
La espuma artificial pintó de blanco el aire a lo largo de todo el trayecto, desde Hangares, bulevar Aeropuerto y el Eje 3 Sur hasta Parque Lira. El turibús avanzó a un promedio de 30 kilómetros por hora, mas en algunos tramos redujo su velocidad hasta 15 kilómetros debido a que la gente se atravesaba con el propósito de verlos mejor, tomar la foto del recuerdo, grabarlos en sus videos caseras o simplemente para vitorearlos.
Los puntos de mayor ambiente fueron a su paso por Cinco de Febrero, el Eje Central y los Metros Jamaica y Constitución. Los puentes peatonales que cruzan dichas vías siempre estuvieron atiborrados de aficionados.
A la salida de Los Pinos, los jugadores se dirigieron al restaurante Arroyo, donde tenían programado cenar y un nuevo y merecido festejo.
Cambiaron el recorrido
Después de su reunión con Fox, los jugadores siguieron festejándose en las calles. Continuaron su triunfal recorrido a bordo de un turibús que los transportó hasta el sur de la ciudad.
Familias enteras con banderines, matracas, ataviados con playeras alusivas al torneo ganado, estuvieron esperando en el Angel de la Independencia, pero nunca vieron a los triunfadores, quienes tomaron otra ruta.
Enfilado el contingente de vehículos particulares, patrullas y motocicletas por la avenida Insurgentes, vigilados por dos helicópteros, los futbolistas quizá no tuvieron la acogida que merecían, puesto que fue poca la gente que los vio a su paso por estos rumbos.
Apostados sobre el entronque de Periférico e Insurgentes, los aficionados obligaron a la caravana a detener su paso. Querían un autógrafo de los triunfadores y para ello tenían listas plumas, playeras, gorras y fotografías, cualquier producto alusivo de los que ya se vendían por cientos en las calles para obtener una firma.
Luego de una hora de travesía finalmente llegaron a su destino en medio de algarabía. En punto de las 23 horas los campeones, acompañados de sus familias, seguían disfrutando de la adrenalina por ser los mejores representantes del orgullo nacional.
Atrás habían quedado los festejos con el claxon, el ondeo de las banderas, los chiflidos y el clásico "¡viva México!", aunque la fiesta continuará.
Diez mil dólares a cada jugador
El titular de la FMF, Alberto de la Torre, dijo que este logro sirve mucho para motivar al Tri Mayor; asimismo, defendió el llamado de Guillermo Franco, porque "merece representar a su país, que es México". De Giovani dos Santos reconoció que aún tiene oportunidad de cambiar de selección cuando sea mayor de edad, sin embargo, desechó esa posibilidad.
El directivo admitió que el dinero a repartir entre los jóvenes "es muy poco para lo que se merecen, vamos a hacer un esfuerzo", añadió sin querer precisar cifras. Fue Zizinho dos Santos, padre de Giovani, quien reveló la cantidad: "10 mil dólares para cada muchacho; me parece muy poco para el logro que han tenido", reprochó.
De la Torre aceptó que la meta quedó muy alta, no sólo para Ricardo LaVolpe, sino para todo el futbol mexicano, y "hay que alcanzarla".
El goleador Carlos Vela, a su vez, manifestó que estaba muy "contento por el apoyo y esperemos que siga así, que esto sea el principio de grandes éxitos para México. Ustedes lo vieron (el festejo en las calles), a mí me faltan las palabras". Agregó que analizará su futuro junto con su familia, y su representante verá qué le ofrece Chivas, pero él desea ir a Europa.