Usted está aquí: martes 4 de octubre de 2005 Opinión El sexo de las tortugas

Javier Flores

El sexo de las tortugas

En las tortugas y otros reptiles, la diferenciación sexual está determinada por la temperatura. Los ambientes cálidos favorecen el desarrollo de las hembras, mientras los más fríos son propicios para el surgimiento de los machos. La expresión de los genes que determinan una u otra modalidad sexual depende de una diferencia muy sutil, de entre 2 y 4 grados centígrados. Cuando se habla del cambio climático muy pocas veces se piensa en estas cosas.

Las modificaciones globales en el clima afectan a todas las formas de vida en el planeta. La temperatura aumenta. Apenas el miércoles de la semana pasada, investigadores del Programa Satelital de Defensa Meteorológica de la NASA dieron a conocer sus resultados, de los que se informó oportunamente en estas páginas. En ellos se muestra que ha disminuido la extensión de hielo en el Artico a 5.33 millones de kilómetros cuadrados, la cifra más baja registrada desde 1978, cuando comenzaron a hacerse los monitoreos sobre esta región. Las estimaciones de este grupo, revelan que el hielo en el mar en esa zona disminuye a razón de 8.5 por ciento cada década. El planeta se derrite.

Un día después, el 29 de septiembre, científicos del Instituto Max Planck en Alemania informaron que el cambio climático no solamente es grave, sino además hay modificaciones en su velocidad. Hoy es más rápido que nunca. En conferencia de prensa, una modalidad que expresa la intención de unir a la ciencia con la sociedad, los expertos de esa institución dieron a conocer sus estimaciones para los próximos cien años: el hielo en el mar en la región del Polo Norte se licuará al finalizar el siglo XXI, la temperatura se incrementará en 4 grados y el nivel del mar aumentará 30 centímetros.

Las consecuencias del calentamiento las podemos percibir desde ahora. El clima es un desastre. Podemos notarlo en las lluvias. Un estudio realizado por Mohammed Dore, publicado en el número de octubre de 2005 de Environment International, muestra que hay variaciones en las lluvias en todas partes: a) un aumento de las precipitaciones en el hemisferio norte; b) reducción de las lluvias en China, Australia y algunas islas en el Pacífico, y c) variaciones incrementadas en las regiones ecuatoriales. Por eso la temporada de lluvias en México ya nadie la entiende.

Los cambios en el clima afectan desde ahora a todos los seres vivos. En las plantas tienen efectos notables. Algunos trabajos publicados este año, como el de Terry Chapin, de la Universidad de Alaska, muestran que al desaparecer la nieve en el verano diversos vegetales ocupan esos espacios. Pero en otras regiones algunas especies son muy vulnerables a estos cambios. Expertos franceses como Thuiller y sus colaboradores, al estudiar mil 350 especies de plantas europeas, encuentran que aproximadamente la mitad pueden resultar afectadas hacia 2080 y algunas se extinguirán.

Se está produciendo también una modificación en la distribución de los animales en el planeta. Las especies marinas de la región antártica, por ejemplo, se desplazan hacia otras partes, mientras las que habitan regiones de más bajas latitudes se colocan más hacia el norte, lo que constituye una invasión, de acuerdo con Lloyd S. Peck, con consecuencias que todavía no conocemos. Otros investigadores han advertido sobre los efectos del cambio climático en aves y en mamíferos, en la mayoría de los casos con consecuencias adversas.

En los humanos, uno de los efectos menos difundidos son las enfermedades consecutivas al cambio climático. Destacan la reaparición de enfermedades parasitarias trasmitidas por artrópodos y roedores en países como España, la amibiasis en Holanda, las epidemias de malaria en el este de Africa, o el aumento de las alergias en el mundo, entre otras. Consecuencias no menos importantes ocurren sobre la producción de alimentos y la nutrición humana. El aumento de la mortalidad asociada a los cambios en el clima está bien documentado, desde Beirut hasta Estados Unidos, como señalan El-Zein y Tewtel-Salem en un estudio publicado en mayo de este año (Sci. Tot. Env. 343: 273-5). Los veranos en Europa se están volviendo mortales, especialmente para los sectores más vulnerables, como los ancianos y los menores de 5 años.

No hay duda de que la actividad humana es el factor más importante en el cambio del clima. La incesante acumulación de gases en la atmósfera, producto del consumo de energía, y la falta de disposición del poder económico y militar para alcanzar acuerdos globales que limiten el deterioro del planeta, dañan palpablemente el presente y ensombrecen todavía más nuestro futuro.

Por lo pronto, las tortugas avanzan cada vez más rápido hacia una crisis en su identidad sexual. Bastan 3 grados para definir si nace una hembra o un macho. Variaciones menores pueden dar lugar a diferentes estados intersexuales y al hermafroditismo. El sexo de las tortugas ilustra la maravillosa fragilidad de los mecanismos biológicos que al parecer estamos empeñados en destruir.

 
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