Se basa en el índice glutámico, al que debe su nombre
Dieta GI, la novedad para reducir peso en Europa
La dieta GI, llamada así por las siglas en inglés de "índice glicémico", es la novedad en un campo siempre infestado de innovaciones. Desarrollado por el doctor David Jenkins, de la Universidad de Toronto (Canadá), el GI mide la velocidad con que diversos alimentos se descomponen para transformarse en glucosa, la fuente de energía del organismo. Según Jenkins, los alimentos que tienen alto GI se descomponen de prisa y causan el deseo de comer más, mientras los de bajo GI, al descomponerse con mayor lentitud, permiten que la sensación de satisfacción dure más tiempo.
Así, por ejemplo, los mercados y productores británicos reportan una demanda sin precedente de oleaginosas, bayas, lentejas y cereales por la creciente popularidad de esta dieta. Las ventas de bayas en las principales cadenas se elevan a razón de ciento por ciento por semana. Algo similar ocurre con los duraznos y mangos secos -50 por ciento-, las ciruelas pasas -60- y los arándanos, más de 80 por ciento.
Inclusive los plátanos, considerados tradicionalmente un producto estático, se han beneficiado del auge de la GI: subieron 20 por ciento respecto de hace 12 meses.
Las hojuelas de avena ya no son sólo alimento infantil: ahora personas preocupadas por la salud las arrebatan de los estantes. Los supermercados reportan una venta 80 veces mayor en los primeros seis meses de 2005 que en 2004.
Las fábricas de cereales Jordans -de cuyos productos la mitad son de grano entero- reporta ganancias 20 por ciento superiores en las 12 semanas pasadas, en tanto Muesli señala incrementos de 35 por ciento.
Las nueces de Brasil se han vendido 600 por ciento más, y el mercado de todo género de nueces se ha elevado 70 por ciento. Las semillas de girasol y calabaza también han duplicado sus ventas.
Joanne Lunn, de la Fundación Británica de Nutrición, señaló que la dieta GI es una adición positiva a los esfuerzos por estimular una alimentación saludable. Ha rebasado en popularidad a la más controvertida dieta Atkins, después de una racha de mala publicidad hacia el régimen alto en grasas y bajo en carbohidratos.
"Las personas deben comer cinco porciones de fruta y vegetales cada día. Apoyamos cualquier dieta que lo recomiende", señaló Lunn. Las bayas ofrecen generosas porciones de antioxidantes, vitamina C y compuestos bioactivos que previenen las enfermedades coronarias y el cáncer, añadió.
En particular la grosella negra contiene altas concentraciones de antocianinas, que también previenen enfermedades. Las oleaginosas y las semillas se recomiendan por su grasa y aminoácidos naturales.
Existe un incentivo adicional. La empresa británica Summer Fruits, que contribuyó a promover el crecimiento del mercado de bayas en el Reino Unido hasta la cifra sin precedente de 360 millones de dólares el año pasado -15 por ciento más que en 2003-, basa su promoción actual de la frambuesa citando a la doctora Bharti Vyas, especialista en medicina ayurvédica, quien ha vinculado la ingesta de esa baya con el rubor, el cual, dice, es un poderoso indicador de atracción. La frambuesa contiene también zinc y vitaminas C y E, productores de la testosterona, sustancias que, según se dice, elevan el impulso sexual.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya