Usted está aquí: martes 4 de octubre de 2005 Cultura ''Asombroso, cómo el chelo crea belleza nacida de la simplicidad''

Pieter Wiespelwey ejecutará mañana las Seis Suites para Violonchelo Solo de Bach

''Asombroso, cómo el chelo crea belleza nacida de la simplicidad''

La magia y el misterio de esa serie se devela cuando es interpretada frente al público, expresa el músico holandés a La Jornada

Prepara la versión en dvd con una iglesia como escenario

PABLO ESPINOSA

Ampliar la imagen Pieter Wiespelwey sobre el escenario de la Sala de Conciertos Nezahualc�l FOTO Pablo Espinosa Foto: Pablo Espinosa

La magia hipnótica de las Seis Suites para Violonchelo Solo de Johann Sebastian Bach, dice a La Jornada en entrevista el holandés Pieter Wispelwey, una de las leyendas vivientes en la ejecución de ese instrumento, ''reside en la poética de lo maravilloso. Su magia y su misterio se develan cuando son ejecutadas frente al público. Es asombroso: se trata simplemente de un instrumento, el violonchelo, un violonchelista y el público. Eso es suficiente para crear la magia. Es asombroso también cómo el violonchelo es capaz de crear tanta belleza. Una belleza que nace de la simplicidad, de los elementos más naturales y sencillos".

Pieter Wispelwey se encuentra en México desde el miércoles pasado para cumplir una proeza múltiple: fue solista el fin de semana en el primer concierto de temporada de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México, la OFUNAM, interpretando el poema sinfónico Don Quijote, de Richard Strauss, en ocasión del 400 aniversario de la publicación de ese monumento literario.

Recital en Bogotá

El domingo por la tarde, Pieter Wispelwey viajó a Bogotá, donde ofreció un recital de violonchelo solo y este miércoles a partir de las siete de la noche ejecutará las Seis Suites para Violonchelo Solo de Bach, en una de esas raras ocasiones de privilegio, en la Sala Nezahualcóyotl (Insurgentes sur 3000, entre Rectoría y Perisur).

El fin de semana siguiente volverá a ser solista de la OFUNAM con los dos conciertos para violonchelo de Haydn.

Al término de uno de sus ensayos en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, Pieter Wispelwey concedió a La Jornada la siguiente entrevista:

-Para poner en vida las Seis Suites para Violonchelo Solo de Bach, ¿sigue usted algún modelo?, ¿cuál es su proceder?

-Hace más de 30 años que pongo en vida estas partituras. Las conozco desde mi adolescencia. Usted sabe la historia: no existen las partituras originales, sino las copias que realizó su esposa Ana Magdalena. Desde entonces no ceso de hacer descubrimientos en ellas. Esa magia es mi primera inspiración para interpretarlas.

''Mi siguiente inspiración fue el violonchelo barroco, en el cual las interpreté durante más de 10 años. Y ahora que poseo un hermoso violonchelo Guadanini hago una combinación de técnicas de arco, digitación y fraseo.

-¿Escucharemos entonces este miércoles una versión nueva?

-Eso espero, que se escuche nueva.

Magia y misterio

-¿Toma usted en cuenta las indicaciones que dejó escritas Pablo Casals para interpretar otras obras, o bien las de otros chelistas históricos?

-Claro, aunque no se pueden tomar al pie de la letra, porque por ejemplo no todas las sarabandas son trágicas. Lo fascinante de estas obras es que no contienen generalizaciones. (Canta el chelista un par de ejemplos). De hecho yo no sigo a pie juntillas a Casals ni a ningún otro chelista legendario en sus consideraciones a estas partituras tan llenas de magia y de misterio. Simplemente busco que esa magia y ese misterio lleguen directamente al escucha, sin que yo intervenga o modifique ese sentido.

-Fuera de consideraciones técnicas, ¿cómo describiría usted la poética implícita en estas partituras?

-Reside en la poética de lo maravilloso. Su magia y su misterio se develan cuando son ejecutadas frente al público. Es asombroso: se trata simplemente de un instrumento, el violonchelo, un violonchelista y el público. Eso es suficiente para crear la magia.

''No hay nada más que eso. Sólo la poesía en este escenario desnudo en el que estamos sentados usted y yo en este momento conversando. Es asombroso cómo el violonchelo es capaz de crear belleza tan llena de significado, tan rica, tan mágica. El universo completo concentrado en el sentido de la belleza. Una belleza que nace de la simplicidad, de los elementos más naturales y sencillos.''

-¿Puede usted percibir la energía que fluye entre su violonchelo y el público en ese momento de intensa soledad creativa?

-Por supuesto, y de esto lo más maravilloso es que esta magia nace de elementos sencillos, tanto que se llega a un trance hipnótico, una sensación extática. Sucede en ese instante el milagro de observar cómo un hombre solo o una mujer sola pueden concentrar la energía del universo en un punto y llenar el vacío, colmar el vacío con belleza. Lo cual nos confirma nuevamente que la belleza mora en la mente. Por supuesto que esa belleza nace de los sonidos del violonchelo, pero sólo existe en el momento en el que la mente de los escuchas la recibe, la comprende, la asimila y la transporta en un flujo de energía que circula en el universo entero.

-La música de Bach entabla contacto con la divinidad, sin atarla a un dios determinado, sino al significado profundo de lo divino. ¿Ata usted este sentido a sus sonidos?

-Por supuesto, porque la religiosidad es algo tan complejo que forma parte de lo humano de manera intrínseca. Ninguna música instrumental puede considerarse religiosa por su alto grado de abstracción. En el caso de Bach mi intuición me dice que Bach amaba tanto la música como amaba la divinidad. Sabía también que la música nunca puede remplazar a lo divino. Y otra vez: el sentido humano de la religiosidad, así como el sentido humano de la belleza mora en la mente.

-Todo mora en la mente.

-Sí, y eso es hermoso.

Feliz poseedor de un chelo Guadanini

-Yo Yo Ma completó seis películas con luminarias como Atom Egoyan. Rostropovich filmó un dvd en un templo ruso, ¿tiene usted en mente realizar un proyecto audiovisual también con las seis suites de Bach?

-Tenemos ya el material listo, pero antes quiero realizar una tercera grabación en enero, una grabación en vivo con el chelo Guadanini y escribí unas notas extensas para el booklet del dvd. El material existente es una versión en una iglesia holandesa con una pantalla enorme a mis espaldas y por cada suite tenemos una imagen. No hay acción, sólo imagen que va creciendo y cambiando en cada suite.

''Las suites 1, 3 y 6 con imágenes de la naturaleza y el resto con imágenes de arquitectura. Arboles, torres, agua. En la número 3 un árbol, en la número 4 un unicornio, en la número 5 un autorretrato de Rembrandt el viejo, en las sarabandas de las suites 5, 2, 4 y 6 incluimos pinturas, y en las otras arquitectura. Desde luego que las suites escapan a eso. Tienes que usar imágenes, pero cuando regresas a la música esas imágenes resultan pobres. La tercera grabación la haremos en enero.''

-¿Cuál es la historia de su nuevo violonchelo, el Guadanini?

-Lo compré hace un año en Londres y tuve una suerte increíble, porque lo adquirí a mitad de precio. Pertenecía a un chelista suizo amateur, quien a su vez lo compró en los años 30. Nadie sabía de la existencia de este chelo, lo cual fue bueno para mí porque así no tuve que pagar un precio estratosférico. Ahora es mío y soy feliz. El resto de la historia de este instrumento es algo que estoy todavía por descubrir. Por lo pronto, estará la noche del miércoles en este escenario, desnudo, para crear belleza.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.