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EU impone a México su agenda de seguridad
Con la firma de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), Estados Unidos impone a México su agenda de seguridad nacional, además de que este programa forma parte de una estrategia estadunidense de "seguridad energética" para garantizarse el suministro de petróleo, gas natural, electricidad y agua.
Lo anterior se señaló en el foro "La ASPAN, un tratado contra la soberanía nacional", realizado la noche del pasado lunes en la Casa Lamm, donde Carlos Fazio, Rocío Vargas Suárez y Alfredo Jalife-Rahme señalaron que las llamadas reformas estructurales del presidente Vicente Fox constituyen una contrarreforma constitucional privatizadora que pone en riesgo la soberanía nacional y atenta contra la rectoría del Estado mexicano sobre el sector energético. Es decir, pone en riesgo las defensas estratégicas de la nación.
Los especialistas señalaron que la ASPAN define perfectamente los intereses geoestratégicos de Washington, donde se encuentran la seguridad militar, interna, energética, global, social y de acceso al agua dulce. "En síntesis, los objetivos clave del nuevo acuerdo son desarrollar mecanismos de seguridad marítima, aérea y terrestre que permitan hacer frente a cualquier amenaza de América del Norte", dijo Carlos Fazio.
Señaló que la Alianza responde a una "estrategia energética" de la Casa Blanca, pensada desde hace varios años para convertir a nuestro país y también a Canadá en sus surtidores seguros de los recursos energéticos. Incluso, dijo, lo que podría llamarse el "TLC energético" surge en octubre de 2000, cuando el entonces candidato George W. Bush, en un debate televisado, reveló que ya había hablado con el presidente electo Vicente Fox para plantearle cómo apresurar la exploración de gas natural en México y transportarlo a Estados Unidos para que sea menos dependiente de fuentes externas de petróleo crudo.
Fazio recordó que el presidente Fox ha impulsado la privatización de facto de funciones vitales de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad en beneficio de las grandes empresas petroleras.
Rocío Vargas Suárez subrayó que en la Alianza hay una total preeminencia del tema de seguridad en la agenda, en la que Estados Unidos ha insistido en diversas medidas para "sellar las fronteras" más allá de sus propios límites geográficos. Prueba de ello, dijo, es la instalación de equipo de seguridad en diversos puertos mexicanos.
Al igual que Fazio, Vargas Suárez denunció que el gobierno foxista ha logrado el repliegue a las empresas paraestatales, en las cuales es notorio su debilitamiento para hacer creer que la participación de la iniciativa privada es más que indispensable.
En el acto, coorganizado por La Jornada, dijo que las conclusiones ante este panorama, y considerando las prioridades de Estados Unidos, estaría la idea de asegurar sus recursos energéticos y recursos naturales, acaparar la renta petrolera y asignar este papel nuevo a México de surtidor seguro de petróleo.
Por su parte, Alfredo Jalife-Rahme criticó el programa impuesto por el gobierno estadunidense, mediante el cual, dijo, es obvio que pretenden apoderarse de los recursos energéticos y naturales de la región, además de que ha impuesto a México, pero también a Canadá, su agenda de seguridad.