El Parlamento iraquí elimina enmienda que manipulaba el referendo de la constitución
Atentado suicida en un santuario chiíta de Hilla deja 25 muertos
Líder demócrata del Senado de EU pide considerar un calendario para el retiro de Irak
Gran Bretaña acusa a Irán de tener vínculos con los rebeldes sunitas en el país ocupado
Ampliar la imagen Luego de decomisarles armamento, un soldado iraqu�omete a insurgentes en un patio del Ministerio del Interior FOTO Ap Foto: Ap
Bagdad, 5 de octubre. Veinticinco personas murieron y 87 resultaron heridas en un atentado perpetrado el miércoles a la hora en que se rompía el ayuno diario del Ramadán en un lugar de oración chiíta en Hilla, 100 kilómetros al sur de Bagdad.
A la vez, y cediendo a presiones de Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas, la Asamblea Nacional iraquí, dominada por chiítas y kurdos, dejó en su redacción original un artículo de la Ley Fundamental transitoria, modificado el fin de semana.
La enmienda pretendía igualar el peso de los electores que voten en favor o en contra del borrador de la constitución, lo que dejaba en desventaja el voto sunita en el referendo que se celebrará el 15 de octubre próximo.
En Hilla fuentes de la policía local señalaron que el atentado fue cometido por un atacante suicida que llevaba un cinturón de explosivos y logró entrar a la Huseiniya Ibn an Nimaa, un céntrico lugar de culto.
La matanza coincidió con la primera jornada del mes del Ramadán para los chiítas de Irak que, siguiendo las recomendaciones de sus dignatarios religiosos de la localidad santa de Najaf, 160 kilómetros al sur de Bagdad, lo empezaron al día siguiente que los sunitas.
La mitad del techo del inmueble, un edificio histórico restaurado hace tres años, se derrumbó por el impacto de la explosión, que también dañó los escaparates de algunos comercios aledaños. Todas las víctimas son hombres puesto que solamente los adultos varones se encontraban en ese lugar de oración con capacidad para unos 200 fieles. Otros diez iraquíes murieron en distintos ataques en el país.
El insurgente ejército de Ansar Sunna mostró en Internet un video, cuya autenticidad no pudo ser comprobada, en el cual puede verse la decapitación de dos iraquíes quienes, según el grupo, fueron castigados así por ser espías de Estados Unidos.
Asimismo, el ejército estadunidense afirmó en un comunicado que 42 insurgentes han muerto en la operación Puño de Hierro, que comenzó el pasado sábado en el oeste iraquí, cerca de la frontera con Siria. Agregó que unos mil marines y soldados participan en esta ofensiva que busca "eliminar a los terroristas de Al Qaeda en Irak" y está dirigida contra "un santuario terrorista conocido", en dicha zona.
En lo político, el Parlamento iraquí, acusado por los sunitas de "manipulación" electoral, modificó este miércoles, por segunda vez, las normas de voto del referendo sobre el borrador de constitución que se celebrará el 15 de octubre.
El domingo, el Parlamento adoptó una interpretación que endurecía las condiciones para rechazar el texto hasta el punto de que se convertía en algo casi imposible. Esto fue criticado por la ONU, que afirmó que así, el proceso quedaba "no conforme a las normas internacionales" y de Washington, que acusó a la Asamblea de "interpretar la ley".
La modificación del miércoles estipula que la Constitución será adoptada si una mayoría de los votantes se pronuncia en favor del texto, y si dos tercios de los electores de al menos tres provincias no lo rechazan. La ley anterior pretendía aprobar el texto por mayoría simple, lo que prácticamente volvía imposible que no fuera adoptada, aunque todos los sunitas, que tienen mayoría en al menos tres provincias, se opusieran.
Los chiítas y kurdos son favorables al borrador de Constitución, que establece un Estado federal y da amplios poderes a las regiones, en particular para la gestión de los recursos petroleros. Pero líderes sunitas consideran que el texto representa un instrumento de división del país con la formación de embriones de Estados ricos en petróleo: uno chiíta, en el sur, y otro kurdo, en el norte.
En Estados Unidos, Carl Levin, líder demócrata del Senado, dijo que Estados Unidos debería considerar un calendario para el retiro de sus tropas en Irak si los iraquíes no logran la unidad política en torno a la constitución.
"Si los iraquíes no logran un punto de encuentro político real y unidad hacia el fin de año, deberemos considerar un calendario (de retiro) en ese momento. El mensaje va dirigido a los iraquíes, no estaremos ahí por tiempo indefinido", dijo.
El Senado estadunidense se aprestaba a prohibir explícitamente a los militares las torturas y maltratos de prisioneros, más de dos años después del escándalo por abusos infligidos a detenidos en la prisión iraquí de Abu Ghraib.
El senador republicano John McCain, ex prisionero de guerra en Vietnam, expresó su deseo de que su proyecto sobre la prohibición de la tortura sea aprobado, pese a la oposición de la Casa Blanca, que amenazó con interponer su veto al presupuesto de Defensa si fuera necesario. "Creo que contamos con los votos suficientes", declaró McCain durante una pausa en el debate.
De su lado, Gran Bretaña acusó por primera vez a Irán de estar relacionado con los rebeldes sunitas en Irak y de haber suministrado a grupos de insurrectos potentes explosivos utilizados en ataques contra soldados británicos.
"Hay pruebas de que los iraníes están en contacto con grupos sunitas (...) no pienso que con objetivos benévolos", declaró un alto funcionario británico que pidió el anonimato.
La misma fuente acusó a los Guardianes de la Revolución iraníes de haber suministrado la tecnología en materia de explosivos empleada en una serie de ataques mortales contra soldados británicos en Irak.
Teherán exige a Londres presentar pruebas
Ante las acusaciones británicas, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Hamid Reza Assefi, solicitó que si Londres tiene pruebas de sus acusaciones, que las dé a conocer.
"Pero no tienen ninguna prueba. Son ellos mismos los responsables de la inestabilidad en Irak y ahora acusan a los demás", añadió el vocero del gobierno de Teherán, que regularmente ha sido acusado de querer aumentar su influencia en Irak.
Gran Bretaña tiene desplegados en Irak unos 8 mil soldados, principalmente en el sur del país. Un total de 95 efectivos británicos han muerto en Irak desde la invasión al país en marzo de 2003.
El funcionario británico se negó a especificar si los Guardianes de la Revolución actuaron por orden del gobierno de Teherán o de forma autónoma.
Es la primera vez que un funcionario británico acusa a Irán, cuya población es mayoritariamente chiíta, de estar relacionado con los rebeldes sunitas iraquíes. A principios de agosto, el secretario estadunidense de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que se encontraron en Irak armas procedentes, "sin ninguna ambigüedad", de Irán, cuyo programa nuclear es rechazado por Washington, que pretende llevar el caso al Consejo de Seguridad de la ONU, lo que zanjaría el camino para sancionar a la república islámica.