El texto considera sanciones pero no las fija con claridad, dijo Gutiérrez de la Garza
Agria discusión entre diputados por la Ley del Mercado de Valores
''Hay intereses personales'' en la pugna por aprobar la reforma, afirma el diputado Alarcón
La falta de definición del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados respecto de la Ley del Mercado de Valores, derivó ayer en una agria discusión interna, luego de que Héctor Gutiérrez de la Garza expuso ante sus compañeros que la minuta del Senado contiene errores en el tipo penal, pues señaló que el texto considera sanciones pero no las establece con claridad.
Por esa razón, el priísta sugirió que el dictamen se regresara a la Comisión de Hacienda para especificar y aclarar qué delitos se aplicarían a las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores cuando violen la ley, postura que le generó un ataque directo del diputado por Puebla, José Alarcón, quien deslizó que en la pugna por la aprobación de la reforma había ''intereses personales, no nos hagamos tontos''.
Durante la plenaria de los priístas, previa a la sesión ordinaria de ayer, Gutiérrez de la Garza le replicó desde su lugar a Alarcón: ''Usted me está faltando al respeto''. Enseguida, le solicitó a Emilio Chuayffet poner en orden al poblano, pero el coordinador de la bancada guardó silencio y ello propició que Gutiérrez de la Garza abandonara la sesión, con evidente molestia.
No obstante, la intención del PRI, que en distintas ocasiones reventó el quórum de la Comisión de Hacienda para impedir que se dictaminara la minuta del Senado, es no modificar el documento para evitar devolverlo a los senadores, y en ese sentido, durante la reunión Francisco Suárez Dávila consideró que se vote sin cambios para ''evitar un golpe al partido''.
Casi al final del encuentro, Chuayffet Chemor respaldó la posición de su vice coordinador José Alarcón, y señaló: ''No nos hagamos tontos, como dijo Pepe, sí hay intereses en esto''. Inclusive, acotó que él no podía presionar a los priístas, como sugirió Gutiérrez de la Garza, para que se desistieran de avalar el dictamen, porque esa decisión es de carácter particular.
Aún así, al concluir la reunión se acordó que los priístas integrantes de la mesa directiva de la comisión se reunieran con Gutiérrez de la Garza en los próximos días, para atender las observaciones legales del legislador.
El nivel de controversia que ha adquirido el tema de la Ley del Mercado de Valores es tal, que ayer el presidente de la comisión, el panista Gustavo Enrique Madero Muñoz, ofreció distintas entrevistas para programas de radio, donde acusó directamente a Chuayffet de congelar la reforma, al obedecer los intereses del Grupo Salinas, que junto con Cementos Mexicanos ha expresado su rechazo a puntos específicos de la legislación.
Este punto también formó parte de la discusión en la bancada tricolor, y se hizo referencia a que Madero había acusado a la diputación priísta de bloquear el dictamen. Desde el fondo del Salón Verde, donde se llevó a cabo el cónclave, el ex director de Petróleos Mexicanos, Francisco Rojas Gutiérrez, exclamó: ''¡Sólo acusó a Chuayffet!''
La desesperación de Madero, que lo llevó el lunes a señalar a Pablo Gómez como responsable del bloqueo a la ley, y a acusar ayer a Chuayffet, también hizo que en diferentes ocasiones afirmara que las presiones del Grupo Salinas, a través de Tv Azteca, también hicieron efecto en el diputado del PT, Oscar González Yáñez quien, dijo, retiró su firma del dictamen.
Consultado al respecto, González Yáñez cuestionó la falta de ética del panista, pues informó que ni la junta de coordinación política ni la mesa directiva de la Cámara le han preguntado si ratifica o no su firma, como se acordó el lunes pasado.
''Que me enseñen en qué documento retiré mi firma'', expresó Oscar González, molesto. ''Que digan que se salvan porque un diputado no puede ser reconvenido por sus opiniones, pero ya dejarán de ser diputados'', afirmó.
En todo caso, expuso, si se le pide ratificar el respaldo al dictamen, tendría que consultarlo con su grupo parlamentario -como lo hizo antes de signar el texto- ''porque esto ya se puso muy sospechoso, tanto que hasta el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ya pidió que se apruebe la reforma, y el ambiente se enrareció''.