Violencia y muerte en el enclave de Melilla
Matan a 6 migrantes en nueva avalancha; España inicia la devolución de indocumentados
Ampliar la imagen Migrantes africanos permanecen detenidos en una estaci�e Melilla, luego de cruzar la frontera de Marruecos con este enclave espa� Rabat asegura que algunos de los indocumentados murieron bajo fuego de su polic�y otros aplastados por sus compa�s FOTO Ap Foto: Ap
Rabat, 6 de octubre. Seis migrantes subsaharianos murieron hoy y 30 resultaron heridos cuando mil personas intentaron saltar la doble valla fronteriza de Melilla, en el incidente más grave de esta naturaleza ocurrido hasta ahora. Las autoridades de Marruecos reconocieron que algunos de los indocumentados perecieron bajo fuego suyo, y otros aplastados por sus compañeros.
Horas después del nuevo intento de migrantes por saltar hacia Melilla en la última semana, España inició la devolución a Marruecos de un primer grupo de 70 indocumentados.
El Ministerio del Interior de Marruecos confirmó que "algunas" -no precisó cuántas- de las víctimas perdieron la vida por disparos de la policía, pero otras fallecieron aplastadas por sus compañeros.
"El asalto, de una violencia poco común, obligó a las fuerzas de seguridad a responder en defensa propia", justificó el gobernador de la provincia de Nador, Abdela Bendhibam, quien anunció también el arresto de 290 personas.
El ministro de comunicación marroquí y portavoz del gobierno, Nabil Banabdelá, precisó que en los hechos participaron más de 400 subsaharianos que "atacaron con gran violencia" los puestos de seguridad, "de modo que éstos ejercieron su derecho a la legítima defensa". No obstante, otros medios elevaron hasta mil la cifra de las personas que buscaron ingresar a territorio español.
José Alonso, secretario de la Asociación Pro Derechos Humanos, organización no gubernamental española, informó, citando fuentes médicas marroquíes, que hubo más muertes de las que reconoce Marruecos y que cientos de personas resultaron heridas.
El gobierno de Melilla sostuvo que ninguno de los subsaharianos logró entrar a territorio de España, aunque el comandante de la Guardia Civil española dijo en Madrid que uno logró ingresar al enclave y fue trasladado al hospital de la ciudad con heridas en manos y piernas.
El gobernador de Nador hizo hincapié en que las autoridades marroquíes "lamentan estos dramas" y advirtió que seguirán en estrecha colaboración con sus homólogas españolas "para luchar contra los que organizan este tráfico de inmigrantes".
Las avalanchas comenzaron el 26 de agosto y desde entonces más de 14 indocumentados africanos han muerto en el intento de ingresar a alguno de las dos enclaves españoles en territorio de Marruecos: Melilla y Ceuta, según datos de las autoridades de ambos países.
Los dos intentos más recientes, antes de este jueves, se produjeron anoche por entre 300 y 400 inmigrantes, los cuales fueron frustrados pero tuvieron saldo de 12 heridos.
El de hoy fue el tercer fracaso tras cinco intentos realizados con éxito, que permitieron a más de otros mil subsaharianos entrar en España.
Hace una semana, en un asalto semejante en Ceuta, cinco inmigrantes resultaron muertos y las autoridades españolas y marroquíes rechazaron la responsabilidad de lo sucedido. Antes, otros tres perdieron la vida en Melilla.
El ministro del Interior de España, José Antonio Alonso, informó que una investigación interna concluyó que la policía española no disparó las balas que el 29 de septiembre mataron a los cinco migrantes que intentaron entrar a Ceuta.
La autopsia reveló que dos de las víctimas halladas en zona española fallecieron por heridas de bala disparada a larga distancia, y la investigación balística descartó que fuera munición española o que procediera de arma española, por lo cual el informe concluyó que la guardia civil no efectuó disparo de fuego real.
En su comparecencia ante el Comité de Interior del Congreso, Alonso aseguró, asimismo, que el gobierno español no puede ser responsable de la situación de los migrantes subsaharianos en Marruecos, porque "llegaríamos al absurdo de que España fuera responsable de lo que le pasa a un inmigrante en Malí o Senegal".
Ante el comité, debió escuchar las críticas de portavoces de institutos políticos sobre la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad españolas, en referencia a denuncias de organizaciones no gubernamentales y a las imágenes de un reportaje de la televisión en las que un guardia civil patea a un inmigrante tendido en el suelo.
El fallido intento de infiltración a España coincidió con la presencia en Ceuta y Melilla de la vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, quien confirmó la expulsión a Marruecos de 70 malienses que se encuentran Melilla.
La operación se realizó en el contexto de un acuerdo establecido con Rabat en 1992 que sienta las bases para devolver a los indocumentados subsaharianos que entren España desde ese país, señaló.
El anuncio de la devolución inmediata de los inmigrantes fue adelantada previamente por el ministro del Interior, quien añadió que otro grupo de indocumentados correrán pronto la misma suerte.
En Madrid, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que su país ultima acuerdos de repatriación con Malí y Ghana, iguales a los ya existentes con Argelia, Guinea-Bisau, Mauritania, Nigeria y Marruecos, destinados a "blindar legalmente" sus fronteras de Ceuta y Melilla contra el paso de migrantes.
En el Consejo Europeo del 27 y 28 de octubre, España planteará la necesidad urgente de que la Unión Europea apoye más activamente a Marruecos en su lucha contra la inmigración de indocumentados afirmó Rodríguez Zapatero, quien confirmó, además, la elevación de la altura de la valla fronteriza y la construcción de una nueva para luchar contra esas "avalanchas desgarradoras" de inmigrantes africanos.
Además del despliegue en la frontera de 720 militares españoles en refuerzo de la Guardia Civil, el presidente mencionó la cooperación marroquí, que desde principios de 2005 detuvo a 6 mil migrantes que acampaban en los alrededores de Ceuta y Melilla y desplegó 5 mil efectivos apoyados por cuatro helicópteros.
Rodríguez Zapatero consideró la hambruna que causa la sequía en los países del sur de Marruecos una de las razones que empuja a los africanos a emigrar e intentar llegar a España. "El horizonte es difícil para los próximos años si la Unión Europea no se pone en serio a hacer un esfuerzo especial y ayuda a esos países", declaró.