PENULTIMATUM
EU: sexo vs castidad
¿REALMENTE TIENEN éxito los programas de educación sexual que promueven la abstinencia juvenil en Estados Unidos?, se preguntan expertos luego de que la Cámara de Representantes aprobó aumentar en 11 millones de dólares (de 39 solicitados) los recursos federales para los mismos. Las instancias pro abstinencia entre los jóvenes han logrado más dinero gubernamental para sus campañas ''educativas" gracias al apoyo del presidente Bush. Hoy reciben 120 millones de dólares.
LAS ORGANIZACIONES beneficiadas sostienen que varios reportes oficiales y privados confirman que las relaciones sexuales premaritales no son provechosas, como dicen quienes justifican el sexo entre adolescentes por ser algo normal, seguro y sano, siempre y cuando se tomen las medidas de protección adecuadas. Agregan que, ante el grave problema del sida, y otras consecuencias negativas que puede traer el sexo en edad adolescente, sus programas han tenido mucho éxito si se considera que luchan contra un ambiente poco favorable. Revelan, por ejemplo, que el porcentaje de chicas entre 15 y 17 años que habían tenido relaciones sexuales disminuyó de 38 por ciento en 1995 a 30 por ciento en 2002. Para los jóvenes, el descenso ha sido de 43 a 31 por ciento. En contraste, aumentó el porcentaje de mujeres entre 18 y 19 años que dijeron haber tenido relaciones ''íntimas".
POR OTRO LADO, la virginidad ante todo, y más al llegar al matrimonio, parece ser lo que quiere 90 por ciento de los padres, pues desean para sus hijos colegios donde les enseñen a abstenerse del sexo hasta que estén casados, según la Heritage Foundation, una de las abanderadas de la castidad temprana. Otro programa, Best Friends, sostiene que las jóvenes que participan en su cruzada pro castidad, las Diamond Girls, tienen un índice cien veces inferior en relaciones sexuales que las demás chicas y son muchísimo menos proclives a consumir drogas.
PERO NO TODO es miel sobre hojuelas con los reportes que proclaman la aceptación juvenil de la abstinencia, pues las cifras que respaldan su éxito parecen manejarse a gusto de quien recibe ayuda oficial y privada para tal fin. Un estudio reciente realizado en la Universidad de Texas demostró que la mayoría de los estudiantes que habían participado en los programas de abstinencia finalmente eran más activos sexualmente. Además, que los mensajes de abstinencia no incidían en las tendencias ''normales" de los adolescentes.
OTRO POSIBLE EFECTO de esos programas es el notable aumento del número de adolescentes que realiza el sexo oral en el vecino país: la mitad de los que tienen entre 15 y 19 años lo ha practicado. Y 80 por ciento de los que tienen 18 años. Según expertos, más que a la abstinencia, el incremento se debe a la promoción del sexo seguro que lleva a los jóvenes a identificar el riesgo con la penetración vaginal o anal. Los grupos ultra ya expresaron su insatisfacción por tanto sexo oral, pues se contrapone a la castidad, la moral y las buenas costumbres.