Organizan exposición pictórica del supuesto integrante del ERPI detenido en La Palma
Familiares de Jacobo Silva denuncian violaciones a sus derechos humanos
Asegura Rosario Ibarra que la CNDH no ha atendido las quejas sobre el caso
Con una exposición pictórica de las obras de Jacobo Silva Nogales, preso en el penal de La Palma por haber pertenecido a una organización guerrillera, familiares y organizaciones defensoras de derechos humanos exigieron un juicio justo y que se dejen de violar las garantías del interno.
Elizabeth Silva describió que su hermano no ha recibido atención médica adecuada a pesar de tener problemas de salud, fue incomunicado dos semanas en su celda sin tener derecho a recibir visitas ni llamadas telefónicas y fue despojado de documentos, libros, materiales para pintar y más de 30 cuadros.
Rosario Ibarra, dirigente del Comité Eureka, explicó que los familiares han recurrido a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pero como en éste y otros casos de presos políticos "no ha servido para nada".
El director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, David Velasco, explicó que han solicitado la intervención de la CNDH para que revise las violaciones a los derechos humanos, pero no han recibido respuesta positiva.
Silva Nogales fue detenido en octubre de 1999 y unos días después, su esposa Gloria Arenas, por pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI). Ambos fueron sentenciados a 52 años de cárcel por asociación delictuosa, rebelión y otros delitos del fuero común.
Velasco señaló que el endurecimiento de las medidas de seguridad en La Palma se dio a partir del 14 de enero de 2005 cuando fue asesinado en ese centro penitenciario el hermano del narcotrafi- cante Joaquín Guzmán Loera El Chapo, y la Policía Federal Preventiva realizó un operativo.
"Desde su ingreso al penal, Jacobo Silva se ha dedicado a la pintura como un medio para obtener ingresos y apoyar a su familia. Sin embargo, tras el operativo le fueron decomisados sus documentos, libros, cuadernos, materiales de trabajo, pinceles, bastidores, más de 30 cuadros que había realizado e inclusive sus artículos de aseo personal y su colchón", relató.
Además, al salir al patio para la revisión corporal uno de los custodios le ordenó que se quitara la ropa interior, a lo que se negó argumentando que era contrario a su dignidad. Como castigo fue incomunicado dos semanas en su celda sin derecho a recibir visitas ni llamadas telefónicas. Tampoco se le permitió acudir al comedor ni salir al patio.
Por estos hechos, su hermana interpuso una queja ante la CNDH, pero apenas consiguió que se presentaran los visitadores de este organismo al penal, pero hasta ahora no se ha emitido ninguna recomendación.
Ibarra de Piedra expresó que no tiene confianza en el gobierno, "porque dicen que están cumpliendo con las leyes y que tienen comisiones de derechos humanos y fiscalías especiales de nombre largo y alcances nulos, que terminan siendo tapaderas y parapetos para un mal gobierno".
Elizabeth Silva explicó que interpondrán un amparo directo contra la sentencia y argumentarán que su hermano fue torturado, su detención fue ilegal y que la labor de su abogado fue obstaculizada.
La exposición Sueños de libertad es itinerante y se compone de 20 de los 300 cuadros que Silva ha pintado en los seis años que lleva preso. Los familiares llevarán parte de su obra a Canadá y Austria.