Posible, que el galardón sea un pronunciamiento contra Estados Unidos: analistas
El Nobel de la Paz, a la AIEA y a su director, Mohamed el Baradei
El premio, por esfuerzos destinados a impedir la proliferación nuclear
Ampliar la imagen El director del organismo antinuclear, en conferencia de prensa en Viena FOTO Ap Foto: Ap
Oslo, 7 de octubre. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y su director, el egipcio Mohamed el Baradei, ganaron hoy el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos contra la proliferación de armas nucleares, lo que coincidió con el 60 aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima.
La AIEA, organismo de vigilancia nuclear de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y su director fueron recompensados "por sus esfuerzos destinados a impedir que la energía nuclear sea utilizada con fines militares", dijo Ole Danbolt Mjoes, presidente del Comité Nobel.
Otros 199 candidatos aspiraban al premio este año, precisó Mjoes. El director de la agencia de la ONU no fue notificado antes del galardón y, dijeron fuentes cercanas, se enteró por la televisión.
El premio "reforzará mi determinación y la de mis compañeros a decir la verdad" y "luchar contra la diseminación" de armas nucleares, declaró El Baradei a la prensa, visiblemente emocionado, en la sede de la Viena.
La agencia fue creada en 1957 para detectar las utilizaciones indebidas de materiales fisibles y garantizar la aplicación del Tratado de no Proliferación de armas nucleares (TNP). Actualmente, el organismo de la ONU intenta convencer a Irán y a Corea del Norte de que renuncien a sus programas nucleares.
La AIEA también tuvo un papel fundamental en los meses anteriores a la intervención militar angloestadunidense, en 2003, contra el Irak del derrocado presidente Saddam Hussein.
Decepcionando a Washington, la organización estimó entonces que Irak no tenía armas nucleares de destrucción masiva, opinión admitida ahora como correcta.
La agencia tuvo un traspié reciente, pues fracasó una conferencia sobre la revitalización de TNP en mayo, además de que la comunidad internacional no logró ponerse de acuerdo sobre este tema en la cumbre de la ONU celebrada en septiembre último.
La decisión del Comité Nobel se produjo en el 60 aniversario del lanzamiento de dos bombas atómicas, Little Boy y Fat Man, sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, los días 6 y 9 de agosto de 1945.
Con este premio, el Comité Nobel perpetúa también una tradición no escrita, iniciada hace 20 años, que consiste en recompensar a organizaciones o individuos opuestos al arma nuclear en cada aniversario importante de los primeros -y hasta ahora únicos- bombardeos atómicos de la historia, que dejaron un saldo inmediato de más de 210 mil muertos en 1945, e incalculables secuelas en los sobrevivientes y en las generaciones posteriores.
En 1995, el galardón fue para la organización antinuclear Pugwash y su fundador, Joseph Rotblat, y en 1985 el premio correspondió a la Internacional de Médicos contra la Guerra Nuclear.
El Premio Nobel de la Paz consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque de 10 millones de coronas suecas (un millón 300 mil dólares, aproximadamente un millón 100 mil euros).
La distinción será entregada el 10 de diciembre, fecha del aniversario de la muerte de su fundador, el filántropo sueco Alfred Nobel, inventor de la dinamita.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó estar "encantado" con la decisión y que el premio "es un recordatorio bienvenido de la urgente necesidad de avanzar en el ámbito de la no proliferación nuclear y del desarme, en momentos en que las armas de destrucción masiva plantean un gran peligro para todos nosotros".
AFP, DPA Y THE INDEPENDENT
París, 7 de octubre. La atribución del Premio Nobel de la Paz a la AIEA y a su director, Mohamed el Baradei, fue recibida con un concierto de alabanzas, críticas y la posibilidad, según analistas, de que el galardón sea un pronunciamiento contra Estados Unidos, que se enfrentó con el organismo cuando rechazó que Irak tuviera armas nucleares, como aseguró Washington al invadir el país árabe.
"La AIEA debería ser desmantelada", reaccionó la red francesa Salir de lo Nuclear, que integran 720 asociaciones. Desempeña "un papel de importancia capital en un proceso que lleva a la humanidad a su pérdida", explicó.
Greenpeace también ha calificado de "problemática" la decisión y ha lamentado el "doble papel" de la AIEA, de "gendarme y promotor nuclear".
Wise-París, asociación de expertos "sobre lo nuclear y la energía", denunció "el papel ambiguo de la AIEA como gendarme de las cuestiones atómicas, que empieza por ayudar a los ladrones".
"Es extraño que se recompense a una organización que no ha impedido que Israel y Pakistán se doten de la bomba y sea incapaz de evitar los programas nucleares de Irán y Corea del Norte", manifestó su director, Yves Marignac.
La Criirad, laboratorio privado de control de la radiactividad, juzgó "extremadamente chocante" la concesión de este premio y acusó a la AIEA de "practicar desde hace 20 años una desinformación intensa sobre las consecuencias de Chernobil".
En Moscú, Alexei Iablokov, del Centro Ruso de Política Ecologista, se dijo "impactado" y consideró que, después de la catástrofe de Chernobil, la AIEA se había mostrado "inhumana".
Otro favorito para ser acreedor del Nobel, el activista antinuclear japonés Senji Yamaguchi, de 75 años, sobreviviente del bombardeo atómico a Nagasaki, opinó que el galardón evitó ofender a Estados Unidos, que se encontraría en una situación muy delicada si la recompensa fuese para víctimas de los ataques nucleares.
Cuando se preguntó a Ole Danbolt Mjoes, presidente del Comité Nobel, si esta atribución significa una crítica a Washington, respondió que no apunta a ningún país y es un "desafío dirigido a todos los jefes de Estado".
La AIEA desempeñó un papel destacado antes de la guerra contra Irak, en 2003. Decepcionando a Estados Unidos, estimó entonces que Bagdad no tenía armas nucleares de destrucción masiva, pero ha costado a la agencia la impopularidad en Washington.
El sueco Hans Blix, ex jefe de inspectores de la ONU, calificó la decisión de "increíblemente satisfactoria", pero el jefe histórico del sindicato polaco Solidaridad y Nobel de la Paz 1983, Lech Walesa, lamentó que la recompensa no haya sido para una persona.
Beneplácito de Chirac y Blair
El presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro británico, Tony Blair, expresaron satisfacción, entre otros gobernantes europeos y americanos.
Una fuente oficial iraní, afirmó que en Teherán existe la "hipótesis pesimista de que con este premio El Baradei se acerque a la posición política de Estados Unidos y de los europeos y ejerza aún más presión sobre Irán".
La Casa Blanca, el Departamento de Estado y congresistas de Estados Unidos felicitaron este viernes a la AIEA y a su director por haber recibido el reconocimiento. Estados Unidos se opuso, en su momento, a que El Baradei fuera relegido en el puesto.
La jefa de la diplomacia estadunidense, Condoleezza Rice, dijo que es "un honor bien merecido", y el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, también extendió felicitaciones.
"También damos la bienvenida al reconocimiento del Comité Nobel a la importancia de frenar la proliferación nuclear como el mayor contribuyente financiero a la AIEA", dijo el vocero.
"Apoyamos firmemente esos esfuerzos. Como saben, hemos tomado pasos para fortalecer a la AIEA incluyendo esfuerzos para tener estados firmantes del protocolo adicional que extendería ampliamente sus herramientas para detectar actividades nucleares clandestinas", añadió McClellan.
Por último, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, felicitó a El Baradei. El mandatario "lo contactó por teléfono para felicitarlo por haber ganado el galardón de la paz", declaró el portavoz presidencial, Suleiman Awwad.