Trámite atorado en el consulado mexicano; el hermano fue detenido y encarcelado
Regrésenme el cuerpo de mi hijo, pide una madre en Texas
Matamoros, Tamps., 8 de octubre. Después de sufrir la pérdida de un hijo, y el encarcelamiento de otro, Josefina Cazares Rivera exige a las autoridades del consulado mexicano en Brownsville, Texas, que agilicen la entrega del cadáver del joven migrante de 17 años que perdió la vida en su intento por alcanzar el sueño americano.
"Ahora lo que pido es que me regresen el cuerpo y deporten a mi otro muchacho porque ya han pasado cinco días y nada", relata entre lágrimas la madre de familia originaria de Tampico.
El fin de semana pasado los jóvenes Francisco y Otzil Delgado Cazares salieron de ese puerto con destino a esta frontera, donde les ofrecieron trabajo en el área de la construcción.
"Pero la mañana del domingo me hablaron, como a las nueve y media, para decirme que encontraron un señor que les pedía no sé cuánto para cruzarlos al otro lado; yo les dije que no, pero me cortaron el teléfono los muchachos", recordó.
Contacto tardío
Horas después, cuando volvió a tener noticias de ellos ya era demasiado tarde: Francisco se ahogó a la mitad del río Bravo, y Otzil, de tan sólo 15 años, estaba encarcelado a disposición de la Patrulla Fronteriza por su intento de ingresar ilegalmente en territorio estadunidense.
Cuando por Otzil se enteraron que Francisco había muerto ahogado, Josefina y su esposo se trasladaron a esta frontera, donde solicitaron el apoyo de Grupo Beta de Protección al Migrante, que los canalizo con las autoridades del consulado mexicano en Brownsville.
Al desconsuelo que padece Josefina Cazares se suma la necesidad también, ya que desde el domingo pernocta en el refugio Casas Hogar Juan Diego, de la Iglesia San Juan, a la espera de la llamada que le indique que Francisco estará otra vez en tierras mexicanas.
Julia Antonieta Le Duc, corresponsal