Habitantes de San Isidro Vista Hermosa padecen desatención gubernamental y agresiones
Desalojados oaxaqueños piden a Rivera Carrera interceder por ellos
De la multitud que deambulaba por la Feria del Libro del Zócalo se desprendió ayer, al filo de las 14 horas, un grupo de 150 personas que llevaba en andas una efigie de San Isidro Labrador y mantas exigiendo justicia y castigo a los "paramilitares priístas" que los desalojaron de su pueblo. Entraron con todo y santo y mantas al atrio, buscando al cardenal Norberto Rivera para pedirle que interceda por ellos, "porque las autoridades de Oaxaca no nos hacen caso, y la Gobernación federal dice que ellos no pueden hacer nada". Son los desplazados del pueblo de San Isidro Vista Hermosa, que desde el 9 de septiembre están "alojados" en un campamento en pleno Zócalo de la ciudad de México.
A un lado de la entrada al atrio, en el campamento de la CNPI (Coordinadora Nacional de Pueblos Indios), donde 13 indígenas de Pajapan, Veracruz, y de Tilapa, municipio de Malinaltepec, Guerrero, iniciaron una huelga de hambre el pasado primero de octubre, una banda de viento procuraba alegrar a los ayunantes.
Genaro Domínguez, dirigente de esa organización que en 1985 estrenó en México como instrumento de lucha el ayuno en público, informó que no levantarán la medida de fuerza hasta que constaten que van caminando los compromisos firmados con la Procuraduría Agraria el pasado día 6.
Dentro de Catedral, los encargados de seguridad solicitaron a Zoyla Reyes y al agente municipal de Vista Hermosa, Emmanuel Reyes Hernández, dos de los dirigentes del grupo de 80 familias desplazadas, sacar las mantas del atrio. Zoyla y sus compañeros explicaban: "queremos una audiencia con el cardenal, porque ya no sabemos qué puertas tocar, a ver si los gobiernos sí le hacen caso a él".
El conflicto que tiene a los habitantes de la comunidad mixteca de Vista Hermosa sufriendo las inclemencias del clima en el Zócalo de la ciudad de México, tiene sus orígenes en problemas de colindancias entre la pequeña propiedad de éstos y el ejido de Santa Cruz Nundaco, que se remontan a 1931, pero que después han cristalizado en la decisión de la gente de San Isidro de separarse del municipio de Nundaco, del cual son agencia municipal, para anexarse al municipio de Tlaxiaco. Nundaco se opone a esa escisión.
De acuerdo con las denuncias de los de San Isidro, ya en 1990 el compromiso de hacer un brecheo y amojonamiento para el deslinde había concluido con una agresión de Nundaco, la cual dejó un muerto y 42 heridos. En febrero de 2003 unas mil 200 personas de Nundaco, "con armas de uso exclusivo del Ejército" tomaron por asalto a San Isidro, golpeando a la gente. El 13 de mayo de ese año secuestraron a Zoyla -entonces secretaria municipal- y otras cinco personas y los llevaron al panteón municipal obligándolos a cavar su propia tumba. El día 15, autoridades municipales de Nundaco, encabezadas por Arturo Pimentel Salas, dirigente del Frente Nacional Indígena Campesino, secuestraron a 14 personas, "mujeres y niños, quienes fueron golpeados, amarrados y colgados", pero que fueron rescatados por elementos de la policía preventiva. Otras dos personas fueron privadas de su libertad el 30 de julio de 2004.
El 4 de julio pasado la gente de San Isidro salió de su comunidad y se fue a refugiar a Tlaxiaco, después de que "unas 500 personas de Santa Cruz Nundaco, con armas de uso exclusivo del Ejército, incursionaron de manera violenta, disparando hacia las casas de Vista Hermosa, destruyendo puertas de las viviendas, carros y saqueando la agencia municipal... se llevaron por la fuerza a mujeres, niños y ancianos al municipio de Santa Cruz Nundaco, desvistieron a las mujeres y las exhibieron ante la multitud".
Inclusive Amnistía Internacional (AI) emitió, el pasado 12 de septiembre, la acción urgente 229/05, en la que expuso su temor por la seguridad de la propia Zoyla Reyes; de Olga Isabel León Victoria y su familia, así como de otros miembros de la comunidad de San Isidro Vista Hermosa, luego de que León Victoria, de 17 años, fue secuestrada el pasado 29 de agosto, después de una incursión de las autoridades de Nundaco, con 500 partidarios, para imponer un nuevo agente municipal "sin el consentimiento de la asamblea comunitaria de San Isidro. Temiendo un ataque, los miembros de la asamblea de San Isidro huyeron de la comunidad hacia las montañas o hacia la ciudad principal de Tlaxiaco".
La joven fue puesta en libertad el 31 de agosto, "tras haber sido presuntamente violada por sus secuestradores. Desde entonces, sus familiares y otros miembros de la comunidad han sufrido intimidación y amenazas. AI cree que el secuestro y la violación de Olga Isabel están relacionados con un largo conflicto entre los miembros de la comunidad de Vista Hermosa y las autoridades del municipio de Santa Cruz Nundaco. El gobierno del estado no ha intervenido para impedir la violencia y, según informes, se ha mostrado lento en su respuesta al secuestro y violación de Olga Isabel".
AI solicitó que se enviaran llamamientos al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; a la procuradora general de justicia de ese estado, Patricia Villanueva Abraján, y a Ricardo Sepúlveda, director de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, pidiendo se tomen medidas inmediatas para proteger a Olga Isabel y su familia; se garantice la seguridad de Zoila Reyes y su familia; se realice una investigación exhaustiva, inmediata e imparcial sobre las denuncias de secuestro y violación de Olga Isabel, y se hagan públicos sus resultados y que los responsables comparezcan ante la justicia.
Asimismo, que se indaguen todas las amenazas y los ataques contra miembros de la comunidad de Vista Hermosa, y si se descubre que hay miembros de las autoridades municipales implicados, se les haga rendir cuentas de sus actos; e instando a las autoridades a abordar las causas subyacentes del conflicto entre Santa Cruz Nundaco y San Isidro Vista Hermosa para evitar más violencia.