Los jugadores están pesados: Sergio Bueno
No hay alarma en Atlante pese a perder 0-4 ante Diablos
A pesar de caer goleado ante los Diablos rojos en partido informal de dos tiempos de treinta minutos, el técnico del Atlante Sergio Bueno se mostró tranquilo al estimar que la derrota estaba dentro de sus cálculos debido al intenso trabajo físico de la semana, el cual restó flexibilidad a sus pupilos.
No es para alarmar, se trata de "un partido que no quita ni da puntos", manifestó ayer el estratega en el Centro de Alto Rendimiento al señalar que los jugadores azulgranas no tuvieron piernas para reaccionar, aunque "obviamente no esperas perder el partido ni tampoco entregarlo", y resaltó que ante Tecos, su próximo rival en la liga, se verá un desempeño diferente.
Durante la semana, Potros entrenó dos veces al día con el fin de mejorar su rendimiento, ya que en el campeonato apenas llevan dos triunfos, dos empates y siete derrotas. Incluso, el timonel adelantó que el lunes y martes entrenarán igual dos veces, pero la carga será menos intensa para que cuando enfrenten a la UAG tengan la movilidad necesaria.
"Ojalá que el equipo esté entero para entonces, hoy no lo estuvo, vi muchas jugadas en las que el plantel no tuvo piernas para reaccionar", sin embargo, Bueno deseó "que este resultado nos haga ver que debemos seguir en la búsqueda de la exigencia y el compromiso", sostuvo.
El defensa Mario Hernández Lash confirmó que se sintieron pesados, "como robots". Optimista, comentó que la defensa mejora "a pasos agigantados".
-¿Sí llega a pesar que se señale a la defensa como la principal responsable de la mala racha?
-Bueno, yo creo que responsables somos todos. Siempre se va a manejar que una línea es la que está mal, pero todos estamos en el mismo barco.
Respecto a la integración con Sergio Bueno, comentó que ha sido la adecuada, "él ha venido a aportar todo su conocimiento. El equipo ha reaccionado bien al trabajo tan arduo que él planificó".
-¿Eso es lo que les hacía falta, mano dura en el trabajo?
-Bueno sí, a lo mejor faltaba trabajo.
Mario descartó que los atlantistas anduvieran mal en disciplina y desechó cualquier divisionismo en el vestidor.