Sepultan en fosas comunes a 80 guatemaltecos muertos en dos iglesias de Tacaná

Desalojarán de Panabaj a sobrevivientes para evitar riesgo de epidemia por los cadáveres

AFP Y REUTERS

Guatemala, 11 de octubre. Los sobrevivientes de los devastadores deslizamientos de tierra en Panabaj serán sacados del lugar de la catástrofe para evitar riesgos de epidemia por los cadáveres en descomposición, en tanto que habitantes del pueblo de Tacaná, donde otro deslave destruyó dos iglesias y mató a unas 80 personas, lloraron a sus muertos y arrojaron cal sobre las fosas comunes.

Las lluvias torrenciales de la tormenta Stan dejaron en total más de 2 mil muertos en Guatemala y El Salvador, tras declararse fallecidos el lunes a los mil 400 desaparecidos del poblado indígena de Panabaj, sepultado el sábado pasado por un deslave.

Las autoridades declararon zona de "alto riesgo" sanitario un perímetro de al menos 100 metros alrededor de la parte cubierta por el barro en Panabaj, en el municipio guatemalteco de Santiago Atitlán.

Además, quedó prohibido el acceso de la población a ese pueblo, luego que los cuerpos de rescate dieron por terminadas las labores de búsqueda tras haber recuperado unos 70 cadáveres. En la zona, cubierta por una capa de cuatro metros de lodo, prevalece un olor nauseabundo.

También se contaminó el agua del turístico lago Atitlán, pero las autoridades no han tomado medida sanitaria alguna.

Interrogado sobre esta situación, el alcalde de Santiago Atitlán -cercano a Panabaj-, Diego Mendoza, dijo que no hay otro lugar de donde extraer agua y que los habitantes de la región son "gente resistente".

El coordinador de la Cruz Roja de Guatemala, Estuardo Carrera, respondió que "por supuesto son resistentes, pero por la polución del lugar y sus inmediaciones, los cuerpos de los residentes de Panabaj y los animales hallados en el lago, más las catastróficas condiciones higiénicas en centros de alojamiento, hay qué preocuparse porque puede haber una epidemia de cólera".

Carrera dijo que la zona fue declarada de alto riesgo y tiene que ser desalojada, y que en lo inmediato 300 personas saldrán. El alcalde de Santiago Atitlán, jurisdicción a la que pertenece Panabaj, había solicitado que la zona fuera considerada "cementerio" por razones de salud pública.

Los sobrevivientes de Tacaná, también arrasado por los deslaves provocados por Stan, contabilizaron al menos 80 víctimas, pero dijeron que podrían ser cientos.

En ese poblado indígena, en la frontera con México, muchas personas perecieron en dos iglesias en que se habían refugiado, una católica y otra protestante.

Socorristas que rescataron unos 48 cadáveres esperaban encontrar más víctimas en otros pueblos de los alrededores de Tacaná, región incomunicada ante el deterioro de las carreteras, mientras que nubes grises impedían el acceso de helicópteros.

En medio de la escasez de alimentos y agua potable y la amenaza de enfermedades infectocontagiosas que comenzaron a acechar a numerosas comunidades, helicópteros del ejército empezaron a distribuir alimentos y agua potable a centenares de habitantes de caseríos rurales en la costa sur.

El presidente guatemalteco, Oscar Berger, llegó este martes a Santiago Atitlán para solidarizarse con los sobrevivientes, a quienes prometió que la infraestructura destruida será reparada y que los afectados en Panabaj serán realojados en Santiago Atitlán.

"Venimos a acompañar en su dolor a todas las familias que perdieron a sus seres queridos. Vamos a rehabilitar Santiago Atitlán", dijo en el poblado, ubicado a 186 kilómetros al oeste de la capital del país.

Por lo pronto, Guatemala pidió a Naciones Unidas ayuda por 21.5 millones de dólares para hacer frente a la emergencia suscitada por el paso de Stan, que oficialmente provocó 652 muertos, pues las autoridades se siguen resistiendo a contabilizar los mil 400 sepultados de Panajab y no han incluido en su reporte a los 80 fallecidos en las iglesias católica y protestante.

Estados Unidos, que alertó a sus ciudadanos sobre las "peligrosas condiciones" en Guatemala y El Salvador, envió medio millón de dólares en ayuda a los países afectados por Stan. También Venezuela despachó un avión con 12 toneladas en ayuda humanitaria y un equipo de rescatistas.

Las autoridades en El Salvador bajaron de roja a naranja la alerta por la lluvias en todo el país, cuyos daños provocaron 72 muertos, mientras que Honduras declaró la alerta roja en varios barrios de la ciudad de Cholulteca debido a inundaciones.

En tanto, la tormenta tropical Vince se convirtió en el primer ciclón que toca tierra en la península ibérica, acarreando fuertes lluvias y vientos en España y Portugal.

El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, reportó que Vince es la vigésima tormenta tropical del año en el Atlántico y que llegó a las inmediaciones de Huelva y Madeira. No obstante, gradualmente ha perdido fuerza y no provocó daños.