Marruecos dividió las caravanas de indocumentados para evadir vigilancia: ONG
Migrantes subsaharianos candidatos al asilo político temen ser deportados
Acuerdan Madrid y Rabat convocar a una conferencia ministerial sobre inmigración
Ampliar la imagen Inmigrantes lesionados en un intento por saltar la valla de seguridad en el enclave espa�de Melilla, esperan el reparto de comida en un campamento, mientras aguardan su repatriaci�or las autoridades de Marruecos FOTO Ap Foto: Ap
Melilla, 11 de octubre. Entre 100 y 150 inmigrantes subsaharianos candidatos a obtener asilo político por ser oriundos de países africanos donde hay conflictos armados se encuentran todavía en Melilla, aunque no han solicitado apoyo a las autoridades españolas por temor a su deportación, aseguró hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Mientras, continuó el drama de unos mil o mil 500 inmigrantes que son transportados en autobuses hacia el Sahara occidental, pero las autoridades marroquíes dividieron las caravanas con los indocumentados a fin de evadir a organizaciones no gubernamentales y medios de prensa que los seguían.
La jefa de la Unidad de protección jurídica del ACNUR en España, Deborah Elizondo, que visitó el lunes el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), en Melilla, expresó su preocupación por el elevado número de inmigrantes que no se han registrado ante la policía española por miedo a ser expulsados, y carecen de cualquier tipo de documento que les permita iniciar gestiones para solicitar asilo en España.
Criticó el hecho de que no se les preste el necesario asesoramiento legal para gestionar una petición de asilo, e indicó que son las ONG las que se encargan de prestar esa ayuda y no las instituciones españolas.
Elizondo precisó que muchos de los inmigrantes que se encuentran en el CETI provienen de países que están sumidos actualmente en conflictos armados, en particular guerras tribales como las de Liberia o Costa de Marfil.
Igualmente, denunció la expulsión de inmigrantes que solicitaron asilo en Marruecos y que fueron detenidos en redadas de la gendarmería llevadas a cabo en las últimas semanas, y en algunos casos han sido expulsados al desierto.
Por su parte, Médicos sin Fronteras (MSF) denunció que la caravana de autobuses que transporta a más de un millar de inmigrantes hacia Sahara Occidental fue dividida por las autoridades marroquíes para burlar la vigilancia de los medios de comunicación y de las organizaciones humanitarias. "Lo que no ha podido aclarar nadie aún, es a dónde se dirige este convoy", señaló.
MSF, organismo que destapó el viernes el abandono en el desierto de un grupo de 500 inmigrantes por las autoridades marroquíes, detalló además que cerca de 400 indocumentados fueron reagrupados en campamentos militares marroquíes en el área de Guelmíne, al norte del Sahara Occidental.
Añadió que funcionarios del ACNUR en Mauritania se dirigieron a la frontera con Marruecos en previsión de que hubiera llegado allí un convoy con indocumentados en seis autobuses.
Las ONG que seguían al convoy de inmigrantes que viajan a bordo de 40 autobuses -entre cinco y diez que salieron de Tetuán y 32 de Bourfa- indicaron que la mayoría eran trasladados desde el lunes a Smara, 300 kilómetros al este de El Aaiún, muy cerca del muro minado que separa el territorio ocupado por Marruecos de la zona controlada por el Frente Polisario Saharahui.
El Sahara occidental permanece ocupado por Marruecos desde 1976, año en el que España abandonó el territorio, pero esa ocupación no es reconocida por la comunidad internacional.
Los migrantes, con cuyos países Rabat mantiene acuerdos de deportación, fueron concentrados en la sureña Udja, cerca de la frontera con Argelia, donde el lunes se puso en marcha un puente aéreo para repatriarlos.
Dos aviones con 140 senegaleses a bordo cada uno despegaron hoy hacia Dakar, indicó el embajador de Senegal en Rabat, Ibu Ndyae.
Unos 400 de los 600 malienses que se encuentran en Ujda fueron embarcados hoy con destino a Bamako; los 200 restantes deberán partir el miércoles.
Por lo pronto, España y Marruecos acordaron convocar a una conferencia ministerial euro-africana sobre inmigración, sin precisar fecha, se informó tras una reunión de los cancilleres de ambos países, Miguel Angel Moratinos y Mohamed Benaissa, celebrada hoy en Rabat.
Entre tanto, Amnistía Internacional pidió a la Unión Europea una "revisión radical" de su política respecto de los refugiados, en la víspera de una reunión de los ministros del Interior del bloque.
A todo esto, la policía británica arrestó a siete sospechosos de encabezar una de las mayores redes de tráfico de personas.
Los arrestos ocurrieron tras una investigación de dos años sobre la red, que introducía a inmigrantes sin papeles procedentes en su mayoría de Turquía hacia Londres desde el continente europeo.