Promete Vicente Fox 5 mil millones extras para el sur del país
Esperan damnificados la ayuda del gobierno
Entre carencias y escombros, los habitantes de Tapachula intentan reconstruir su vida
Ampliar la imagen Cientos de habitantes de la colonia Las Am�cas, en Tapachula, siguen sin recibir ayuda de las autoridades FOTO Alfredo Dom�uez Foto: Alfredo Dom�uez
Tapachula, Chis., 11 de octubre. Los habitantes de las casi 100 colonias de este municipio que fueron destruidas por el huracán Stan siguen pasmados ante la fuerza de la naturaleza. Aun cuando saben que les fue arrebatado su patrimonio y que su futuro es incierto, confían en que se hará realidad la promesa del presidente Vicente Fox, quien a través de la radio local les aseguró que ''habrá programas para que recuperen sus viviendas y changarritos''.
Con la disminución de las lluvias, el río Coatán bajó su nivel y la actividad en Tapachula comenzó a restablecerse; sin embargo, servicios como agua potable y comunicaciones en el resto de la costa siguen interrumpidos.
Seis días después de la tragedia, Angelina Durán, sus hijos, su esposo y sus padres regresaron a la colonia Bella Vista. Encontraron que dos de las cuatro paredes exteriores son lo único que quedó en pie de su hogar. En seguida iniciaron la limpieza y decidieron guarecerse ahí ''para que no nos roben las láminas de zinc del techo''.
Encontraron su loro muerto en una jaula que sobresalía entre el lodo. Una de las hijas de Angelina lava las pocas prendas que sacan de entre los escombros. Juntos deciden qué ropa desechar y cuál enjuagar en las mismas aguas que devastaron todo.
-¿Qué van a hacer ahora que perdieron sus viviendas? -interrogan los reporteros.
-Ya ve usted que el presidente (Vicente) Fox dijo que nos iban a reponer todo. Estamos esperando que nos digan dónde nos van a reubicar -responden. Añaden que les llevó 20 años construir su casa, pero están dispuestos a salir de la zona.
Aquí los afectados apenas comen un poco de frijol y arroz que algún vecino les dio, porque ''las despensas sólo se les dan a quienes están en los albergues''.
Las historias se repiten a lo largo del Coatán. El río partió la ciudad en dos y, aunque en ambos extremos hay devastación, la situación es aún más grave en la parte oriental.
Llegar a colonias populares como Bellavista, Flamboyanes y Arenal, que estaban comunicadas por el puente Coatán, ahora toma casi dos horas a lo largo de la sierra que colinda con Tapachula, pues hay que rodear por la parte trasera de la zona siniestrada.
Más allá de las colonias populares, en la parte alta, están los comercios, distribuidoras de autos, hoteles de cinco estrellas y fraccionamientos exclusivos que no sufrieron estragos.
En lo quedó del bulevar caminan cientos de personas en busca de despensas, agua y medicinas. Los propietarios de las casas lujosas, que al igual que todos carecen de combustible, andan con zapatos lustrados y ropa de marca mientras los damnificados les ayudan a cargar cilindros de gas y garrafones de agua.
Los sobrevivientes se las ingeniaron para extender sobre el río Coatán, cuyo nivel ha bajado casi 80 por ciento, un cable de acero como el que se usa en la tirolesa. En ambos lados largas filas de hombres y mujeres esperan turno para cruzar con cajas de víveres, bidones de gasolina, medicinas, o con niños o mujeres embarazadas. El racionamiento de agua se ha endurecido.
Después tienen que caminar por veredas y caminos de extravío, o por los escombros de lo que antes fue un libramiento vehicular, para llegar al centro de esta ciudad.
Por las calles se empieza a ver grupos de indígenas damnificados de la sierra, que tras largos días de camino bajaron en busca de cobijo.
Por primera vez en varios días, este lunes salió el sol en Tapachula. Algunos comercios comenzaron a reabrir. La tragedia es percibida de distinta manera: mientras unos comerciantes y transportistas triplican precios y tarifas, otros ofrecen ayuda gratuita.
GEORGINA SALDIERNA Y MIRIAM POSADA
El gobierno federal aportará 5 mil millones de pesos adicionales para la reconstrucción de las zonas afectadas por la tormenta tropical Stan. Este proceso será rápido y eficaz y reactivará la economía del sureste, dijo ayer el presidente Vicente Fox.
En una reunión con los empresarios del turismo, Fox dijo estar en contra de ideas mesiánicas, del regreso al populismo y a la demagogia económica, y llamó a colaborar en la reconstrucción. ''Sumando todos los esfuerzos podemos contribuir a hacer de la desgracia una oportunidad no sólo para recuperar lo perdido, sino para mejorar las condiciones en que muchas de las familias afectadas vivían antes de las lluvias y las inundaciones'', añadió.
Tras evaluar las acciones emprendidas para ernfrentar la crisis generada por el meteoro, aseguró que para el próximo domingo 95 por ciento de las carreteras y los puentes estarán otra vez en operación. No estarán los puentes nuevos, pero sí los vados y puentes temporales para que lleguen el turismo y el abasto, explicó.
Fox Quesada se refirió a los estragos provocados por Stan en una reunión con dirigentes de iglesias, a quienes pidió multiplicar los esfuerzos en las zonas devastadas para apoyar a quienes han sufrido pérdidas. También trató el tema con los empresarios del turismo, durante la recepción al presidente de Panamá, Martín Torrijos, y en una reunión privada con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial y con los propietarios de Banamex.
En el quinto Congreso Internacional de Turismo, el Ejecutivo dijo que ha hecho ahorros para mantener el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) en alrededor de 5 mil millones de pesos. Agregó que el secretario de Hacienda ''se las va a ingeniar para poner otros 5 mil millones de pesos en un fondo especial para la reconstrucción del sur-sureste mexicano''.
Además, no faltará financiamiento de la banca de desarrollo y la comercial, ya sea que se necesiten 10 mil o 20 mil millones de pesos, subrayó.
Previamente, se congratuló de que la sociedad haya respondido con ''gran solidaridad'' frente a la situación. El gobierno, organizaciones como la Cruz Roja, los empresarios y los ciudadanos en general ''se han fajado como los buenos por 24 horas al día'' para salvar vidas y para que llegue la ayuda a las familias.
Reiteró que lo peor ya pasó y ''ya estamos en la reconstrucción''. Insistió en que su compromiso es que ninguna familia se quede sin la posibilidad de recuperar su vivienda, muebles y fuentes de ingresos.
En la reconstrucción, subrayó, se edificarán mejores puentes y más y mejores carreteras. La nueva infraestructura será duradera y tendrá que impactar en la recuperación inmediata de la economía. Para lograr esto, dijo, no faltará un solo centavo.
Por último, pidió a los empresarios del turismo que tengan confianza en el país. El presupuesto para 2006, adelantó, ''viene bien. Viene fuerte. No va a haber contingencia, no va a haber crisis ni devaluaciones o quebrantos, como a los que nos tenían acostumbrados''.