IFE, tribunal, ONU y SG apoyarán proyectos de ONG
Los observadores podrán vigilar comicios internos
Supervisarán ejercicio de recursos y acceso a medios
Ampliar la imagen Thierry Lemaresquier, Carlos Abascal, Luis Carlos Ugalde y Leonel Castillo, durante la firma del acuerdo para financiar programas de observaci�lectoral FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros
Durante el proceso electoral de 2006 los observadores nacionales e internacionales podrán vigilar inclusive los comicios internos de los partidos políticos, el ejercicio de los recursos en precampañas y el acceso a medios de comunicación, según se desprende del acuerdo firmado ayer entre el Instituto Federal Electoral (IFE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Secretaría de Gobernación (SG) para financiar proyectos de observación de organizaciones no gubernamentales (ONG).
El consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, subrayó la importancia de que por primera vez en los cinco procesos electorales donde ha habido observación electoral y presencia de la ONU se firma un acuerdo con ocho meses de anticipación, con el propósito de atender la nueva agenda de observación, que implicará poder revisar el financiamiento de los partidos políticos, el acceso a los medios de comunicación, eventuales desvíos de recursos públicos a campañas electorales, el monitoreo de medios de comunicación, el programa de resultados electorales preliminares, conteos y encuestas de salida., así como posible compra y coacción del voto.
El magistrado presidente del TEPJF, Leonel Castillo, sostuvo que la observación electoral agrega un mayor grado de confianza a la ciudadanía en el proceso electoral. "Confiamos en una observación exigente y rigurosa, pero justa e imparcial en sus apreciaciones; queremos que se conozcan todos los detalles de nuestras actividades, y es por ello que se diseñó un programa de asistencia y capacitación para los actos relevantes de la contienda electoral", agregó.
Presente en el acto como aval del gobierno federal -que financiaría con 40 millones de pesos los proyectos de observación-, el titular de la SG, Carlos Abascal, llamó a partidos políticos, candidatos y poderes de la Unión a "respetar sin pretexto alguno la ley electoral y las leyes aplicables, aceptando sin condiciones los resultados que arroje el proceso y que dé a conocer el IFE".
Definió las instituciones electorales mexicanas como de primer mundo, y afirmó que "urge que cada vez más ocupe el espacio que le corresponde la eficacia de la política, que se apoya en el diálogo para construir los acuerdos para una convivencia organizada. Recordemos que cuando desaparece la política, el espacio lo ocupan, invariablemente, el autoritarismo y la demagogia".
De acuerdo con las consideraciones del convenio firmado, la observación electoral en 2006 se realizará en un contexto diferente, entre otros aspectos, por la existencia de la Ley de Acceso a la Información y el reglamento de transparencia del IFE, que apuntalarán la labor de los observadores. Se prevén recursos para capacitar a quienes deseen participar en la observación electoral y que lo hagan con mayores elementos técnicos sobre temas fundamentales.
En su intervención, en nombre de la ONU, Thierry Lemaresquier destacó que si bien se reconoce a México como un país con un sistema electoral confiable, que ha pasado de tener un déficit en su democracia electoral a un esquema en el que "exporta" su metodología a los países donde aún no se ha consolidado ésta, es claro que, como en el resto de América Latina, hay temas pendientes en la agenda democrática.
Aún se expresa la enorme desigualdad social y económica que impide ejercer a plenitud los derechos civiles y políticos. Sin embargo, se sabe que sin una democracia representativa consolidada es difícil soñar con una democracia de ciudadanía.
Ugalde dijo que la firma del convenio es una fórmula para apuntalar el activo fundamental de la democracia mexicana: la confianza, la cual debe acrecentarse, y de ahí la importancia que ahora se dirija la observación electoral hacia los nuevos fenómenos que enfrentamos.