Usted está aquí: jueves 13 de octubre de 2005 Ciencias EU teme que el programa espacial chino esconda motivos militares

Un informe de la Defensa advertía en 2001 la posibilidad de un "Pearl Harbor" sideral

EU teme que el programa espacial chino esconda motivos militares

Se desarrolla normalmente el segundo vuelo tripulado de Pekín

Los astronautas efectuarán "una misión gloriosa": el premier chino

Washington debe ayudar al país asiático: expertos

AFP Y DPA

Ampliar la imagen La agencia oficial de noticias china difundi�ta representaci�ue muestra una de las fases de separaci�el cohete tripulado que lanz�er FOTO Xinhua Foto: Xinhua

Washington, 12 de octubre. Mientras está en progreso el segundo vuelo espacial tripulado chino, Washington percibe en las ambiciones espaciales de Pekín una potencial amenaza estratégica con un fortalecimiento de sus capacidades militares en el espacio, donde Estados Unidos goza de amplia superioridad en todo el mundo.

"Estados Unidos teme sobre todo que China sea un día capaz de poner a punto tecnologías que le permitan atacar satélites estadunidenses, que son vitales para sus militares", explicó Phillip Saunders, experto del Instituto de Estudios de Estrategia Nacional, fundación de investigación que depende del Pentágono.

"La segunda gran preocupación provocada por las aspiraciones espaciales de Pekín es que los chinos terminen por mejorar sus infraestructuras satelitales, que les otorgarían más opciones militares", agregó este experto durante una entrevista.

La nave espacial china Shenzhou VI (Barco Mágico) despegó con dos astronautas a bordo en la mañana de este miércoles desde la estación espacial Jiuquan, junto al desierto de Gobi, en el noroeste de China.

Está previsto que los as- tronautas Fei Junlong y Nie Haisheng, de 40 y 41 años, respectivamente, permanezcan 119 horas en el espacio, en una misión que incluye experimentos científicos y equipos de reconocimiento.

El Shenzhou VI, de 9.2 metros de largo y ocho toneladas de peso, despegó a las 9 horas locales (1 GMT) y luego se separó exitosamente de su cohete portador Larga Marcha 2-F, indicaron oficiales espaciales chinos.

El centro de control añadió que "todas las señales son normales" y los dos astronautas se "sienten bien". Pese a un frente frío que desató una nevada en el noroeste del país en la noche previa al despegue, con temperaturas que descendieron a tres grados centígrados, éste se concretó sin problemas, indicaron las autoridades.

El primer ministro Wen Jiabao se reunió con Fei y Nie antes de que abordaran la nave en la mañana de hoy, y les dijo que efectuarán "una misión gloriosa y sagrada".

Fría felicitación de la NASA

Mientras tanto, el director de la NASA, Michael Griffin, felicitó a China por su segundo vuelo espacial tripulado. "Una vez más China muestra que forma parte de los países de primera línea capaces de efectuar un nuevo espacial tripulado", declaró Griffin en un breve comunicado.

La mayor parte del programa espacial chino tiene objetivos comerciales, científicos y de prestigio nacional, destacó Phillip Saunders. "Pero no hay ninguna duda de que el desarrollo de tecnologías espaciales podría mejorar de manera importante las capacidades militares de China", insistió el analista.

"Con el ingreso de China en 2003 al muy exclusivo club de las naciones que realizaron vuelos espaciales tripulados (Estados Unidos y Rusia), el tablero estratégico comenzó a modificarse", explicó este año ante una comisión parlamentaria Joan Johnson-Freese, profesora de la Escuela de Guerra Naval.

Estados Unidos adoptó un enfoque simultáneo de cooperación y competencia con Europa, Japón y Rusia en los diferentes ámbitos espaciales.

Así, los estadunidenses cooperan en la Estación Espacial Internacional (ISS), pero compiten ferozmente con sus socios en el mercado de los lanzamientos de satélites comerciales.

Por el contrario, Washington siempre trató a China como rival en el sector espacial, destacó esta experta.

Las motivaciones estadunidenses son técnicas y políticas a la vez. Se trata sobre todo de impedir que Pekín obtenga tecnologías comerciales que tengan aplicaciones militares que algún día podrían permitir a China amenazar el estatus de única superpotencia mundial que tiene Estados Unidos, agregó la profesora de la Escuela de Guerra Naval.

Según ella, ese enfoque "parece, a la luz de la realidad, contraproducente".

Theresa Hitchens, directora del Centro de Información sobre Defensa de Washington, quien comparte esa opinión, lamentó que el Pentágono "vea a China cada vez más como una amenaza potencial directa en el espacio".

Ese punto de vista aparece claramente en todos los documentos publicados por el Departamento estadunidense de Defensa, agregó.

Un informe solicitado por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, divulgado en 2001, "advertía ya contra el peligro de un Pearl Harbor espacial", en referencia a un ataque por sorpresa de países como China contra infraestructuras satelitales militares estadunidenses.

China aún va muy detrás de Estados Unidos en la carrera espacial, pero está claro que no se puede ignorar el desarrollo económico y militar de ese enorme país, señala Theresa Hitchens.

"Es posible que China se convierta un día en una amenaza, pero para evitar lo es mejor cooperar desde ahora" en el sector espacial comercial, opinó.

El presupuesto espacial chino se estima en 2 mil 200 millones de dólares por año, contra 16 mil millones de la NASA, la agencia espacial estadunidense.

El yin y el yang en el espacio

Los astronautas Fei Junlong y Nie Haisheng cuentan con lar-gas carreras de pilotos de combate militares y tienen casi la misma edad, pero sus personalidades los convierten en un equipo complementario, "yin y yang", según sus currículos oficiales.

Ambos entraron en el programa Shenzhou en 1998, tras ser elegidos entre más de mil 500 candidatos militares. Luego fueron finalistas para el Shenzhou V, en el grupo de 14 dividido en siete parejas que empezaron a entrenarse para la misión Shenzhou VI el año pasado.

Nie y Fei fueron reunidos para formar el equipo por su carácter complementario, explicó Yang, siguiendo la filosofía tradicional china del equilibrio entre yin y yang, que representa la oposición binaria entre luz y oscuridad, femenino y masculino, cielo y tierra.

 
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