Sin la asistencia de disidentes, la fiesta en la isla por el 12 de octubre
Gracias a "rectificación" de Madrid, Cuba asiste a recepción en embajada de España
La presencia opositora en la misión alemana, una ofensa a la dignidad cubana: vicecanciller
La Habana, 13 de octubre. El gobierno de Cuba mostró una política de reacción caso por caso en su diferendo con la Unión Europea (UE), al asistir el miércoles a una recepción por la fiesta nacional de España, tras desairar a Alemania en una ocasión similar.
El embajador Carlos Alonso Zaldívar se desistió de invitar al ágape a opositores al gobierno cubano y así pudo recibir a funcionarios locales en la celebración del 12 de octubre, por primera vez en tres años.
"Ha sido una rectificación necesaria", dijo el vicecanciller Bruno Rodríguez, y opinó que la fiesta alemana del pasado 3 de octubre "faltaba a la dignidad de las autoridades cubanas y por eso no concurrimos".
En su día nacional, la misión de Berlín en La Habana citó a dos recepciones, en una de las cuales estaban invitados activistas opositores, a los que Rodríguez llamó "mercenarios" de Estados Unidos.
El vicecanciller dijo que aún no había una respuesta oficial a la decisión alemana, pero "la daremos en su momento".
Además de Rodríguez, asistieron a la residencia de Zaldívar los ministros de Inversión Extranjera, Marta Lomas, y de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, el comandante Guillermo García y decenas de otros funcionarios e intelectuales.
La asistencia precisamente de ministros ligados a negocios con el exterior es una señal de que la atención prioritaria de Cuba en España está, por ahora, en ese sector.
Con hondas divergencias en su política hacia Cuba, los países de la UE rompieron la unidad y tomaron posiciones individuales.
En junio de 2003, los europeos adoptaron sanciones contra la isla, en protesta por la represión masiva de opositores y el fusilamiento sumario de tres cubanos secuestradores de una lancha.
Una de esas decisiones fue invitar a opositores a las fiestas nacionales europeas en La Habana. Cuba reaccionó congelando a las embajadas comunitarias, a las que dejó sin contactos oficiales.
El conflicto cedió cuando el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero promovió el año pasado en la UE la revisión de las sanciones. Cuba dejó entonces en libertad provisional a 14 de los disidentes presos y descongeló a las embajadas.
Este año la Unión Europea levantó las sanciones, pero insistió en que Cuba libere a los 61 presos del grupo original de 75 opositores detenidos.
El acuerdo comunitario era celebrar los días nacionales sólo con la colonia respectiva y diplomáticos de terceros países, pero la República Checa decidió mantener la presencia de disidentes y el 14 de julio pasado la embajada francesa invitó solamente al gobierno.
"Cada país gobierna este tema de las fiestas a su buen criterio", dijo el embajador Zaldívar. "Yo no diré que el mío es mejor que el de mi colega alemán, yo diré que mi criterio responde a las relaciones que España tiene con Cuba".