CIUDAD PERDIDA
En el GDF, silencios y estridencias renunciantes
El sucesor de Bátiz
Los pretenciosos Garduño y Bortolini
CON EL sigilo que se requiere en estos casos, y con el escándalo y el protagonismo que para otros es necesario, en varias oficinas del gobierno de la ciudad hay quienes hacen maletas en silencio y los que gritan su deseo por escalar los peldaños más altos de la burocracia local.
EMPECEMOS POR los callados. Sin escándalo, pero con absoluta constancia, el maestro Bernardo Bátiz empezó a hacer maletas para dejar la titularidad de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
SEGUN CUENTAN en la dependencia, el procurador buscará, en breve, el apoyo del PRD para lanzarse por una senaduría. Bátiz es un hombre que sabe perfectamente cuáles son los recovecos del trabajo legislativo, y nos cuentan que la posibilidad de ocupar un escaño en la casona de la calle de Xicoténcatl no le caería mal, de ninguna manera.
LO QUE ha provocado alguna polémica es el nombre de su sucesor, y en ello se ha desatado una pequeña guerra en la PGJDF. El subprocurador Renato Sales, quien, según nos cuentan, se entusiasmó con la posibilidad de convertirse en el sucesor, fue casi el primero en salir de la lista.
PARECE QUE el asunto Digna Ochoa, que tanto promovió Sales en favor de su propia tesis, ha pesado mucho en el ánimo de quienes deciden en esa dependencia, junto con Bátiz, que cortaron de un jalón las aspiraciones del funcionario.
EL CASO es que al parecer la renuncia de Bátiz se dará en breve y sólo existe un nombre para ocupar el puesto de procurador y todos, o casi todos, están de acuerdo con la posible designación.
ESTE ASUNTO se ha trabajado muy en silencio para evitar el ruido que producen estas renuncias, pero la decisión está tomada y parece que nada cambiará el curso de los acontecimientos. El subprocurador Rosendo Gómez, quien hace unos días recibió el grado de doctor, será, hasta donde nos han dicho, el designado para continuar el frente de la dependencia.
NO OBSTANTE, Bernardo Bátiz asegura que él estará al frente de la dependencia, cuando menos hasta diciembre, y que transcurrido ese tiempo ya vera en qué se ocupa.
POR EL contrario, en la Secretaría de Transporte y Vialidad, Francisco Garduño, quien se califica a sí mismo de "perro de basurero", porque siempre le ha tocado hacer el trabajo sucio de las dependencias, tiene un buen rato anunciado que se va de la dependencia.
LO INTERESANTE de este caso es que hace unos días, el funcionario, quien nunca ha negado se amistad con René Bejarano -por eso lo visitaba en la cárcel-, comentó a varios hombres cercanos al grupo asesor de Andrés Manuel López Obrador que él, y nadie más, sería el próximo procurador general de la República.
QUIEN NOS cuenta tal dicho asegura que los que escucharon la noticia tuvieron que hacer gestos para no soltar la carcajada, aunque después, ya sin Garduño enfrente, todos rieron a mandíbula batiente de los alcances del funcionario.
Y POR si lo anterior fuera poco, ahí les va esta otra. Dicen que a Leonel Cota, el presidente nacional del PRD, lo anda correteando por oficinas y desayunaderos nada más ni nada menos que Miguel Bortolini, quien por su desempeño limpio y transparente en las lides internas del partido se siente merecedor de un escaño en el Senado.
ES VERDAD que las posibilidades de triunfo en las elecciones de 2006, para el PRD son mucho mayores que en cualquier otra época del partido. Verdad es, también, que la representación de este organismo en funciones de gobierno tendrá que ser de la mayor calidad, para no defraudar, como lo ha hecho el PAN, a la ciudadanía. Pero lo que no puede ser cierto es que existan casos como los dos últimos descritos en este espacio, porque de otra manera todo sería un fiasco.