Madruguete, califican trabajadores; golpes y confusión durante la votación fast track

Se evitó la huelga en el IMSS; acepta el SNTSS cambiar su régimen jubilatorio

Recibió incremento de 4% al salario y 1.5% en prestaciones; el nuevo RJP, inspirado en la propuesta del sindicato

Sufragaron 613 delegados en favor y 285 en contra

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Con 613 votos en favor de la propuesta del Instituto Mexicano del Seguro Social (285 en contra), se resolvió anoche el conflicto laboral que amenazaba con huelga a partir de este domingo. El Sindicato de Trabajadores del Seguro Social aceptó la modificación de su régimen de jubilaciones y pensiones (RJP), con base en su propia propuesta, y a cambio recibió un incremento de 4 por ciento directo al salario y 1.5 en prestaciones. En lo que los trabajadores calificaron de "madruguete en la noche", la dirigencia sindical logró destrabar el acuerdo debido a que se aceleró una votación que duró menos de cinco minutos, lo que provocó un descontento generalizado entre los afiliados que estaban dentro y fuera del salón de sesiones.

Apenas el secretario general, Roberto Vega Galina, terminó de leer la propuesta oficial, cerca de 300 delegados que estaban por aceptarla se apuntaron en la lista de oradores, pero luego estos mismos empezaron a corear "votación, votación, votación", por lo que se procedió inmediatamente a la misma y en menos de un minuto se dio por concluido el congreso.

La propuesta aceptada por la mayoría de los congresistas modifica el RJP bajo las siguientes condiciones: aumento de 3 al 10 por ciento en el monto de la cuota de los trabajadores activos y de nuevo ingreso al fondo de pensiones, el cual se aplicará gradualmente, con un punto porcentual cada año. De entrada se ubicará en 4 por ciento.

Para los nuevos empleados, las condiciones cambian radicalmente. La edad mínima de jubilación será de 60 años y 35 de servicio para hombres y 34 para mujeres.

En cuanto al monto de la pensión también se modifica, ya que no será de 130 por ciento, sino de 100 por ciento de su último salario.

Las cuotas de activos y nuevos trabajadores se suman para fondear en su totalidad el retiro de estos últimos.

De esta manera, el IMSS logró lo que desde hace cuatro años buscaba: modificar el RJP que, según ha dicho en reiteradas ocasiones, le genera una pesada e insostenible carga financiera.

Respecto a las plazas, el ofrecimiento del IMSS incluye la contratación de 65 mil a 70 mil nuevas fuentes de empleo en los próximos cinco a seis años.

Cuando se conocieron los resolutivos fuera del Centro de Convenciones del SNTSS, los miles de trabajadores allí reunidos mostraron enojo e inconformidad, porque afirmaban que los acuerdos tendrían un costo alto para ellos, y sobre todo, por la forma en que se llevó el proceso. La votación coincidió con que cerca de 70 trabajadores dieron portazo a la reja principal del Centro de Convenciones y lograron penetrar, pero fueron recibidos con gases lacrimógenos, chorros de agua y gases de extinguidores accionados por el cuerpo de seguridad del propio congreso sindical.

También fueron golpeados y las vallas de seguridad dentro de la sede sindical les impidieron ir más allá. Sin embargo, ningún grupo de los disidentes reconoció como sindicalizados a los que lograron penetrar al recinto, por lo que fueron tachados de provocadores. Las corretizas no se hicieron esperar y el clima de incertidumbre se agravó por la serie de rumores que circulaban afuera.

Nuevas contrataciones

En la contratación de nuevos empleados se incluyen las 17 mil vacantes que no se han ocupado a causa de la reforma a la Ley del Seguro Social de agosto de 2004, así como las que se requieren para echar a andar 60 nuevas unidades de medicina familiar y 17 hospitales en todo el país, de los cuales ya se han concluido 18 y nueve, respectivamente, de acuerdo con el informe 2005 sobre la situación financiera del IMSS.

Respecto del contrato colectivo de trabajo, el planteamiento de las autoridades destaca que, salvo lo que se refiere al RJP, el resto de su clausulado se mantiene sin ningún cambio.

Los más de 900 delegados (936, según el IMSS) escucharon la exposición del secretario general del SNTSS, Roberto Vega Galina, y al abrirse la lista de oradores se habían inscrito alrededor de 300 , cuyas intervenciones empezaron alrededor de las 22 horas.

Como desde el martes pasado, cuando dieron inicio los trabajos de la asamblea, máximo órgano de decisión del gremio, el de ayer también fue un día difícil, que transcurrió con amplia participación de los trabajadores, dentro y fuera del Centro de Convenciones del SNTSS. Algunas fracciones estaban contra cualquier posibilidad de arreglo y siempre con la amenaza de obstaculizar la negociación.

Afuera, durante la tarde y noche llegaron contingentes de trabajadores que poco a poco obligaron al cuerpo de granaderos, encargado de resguardar el tránsito vehicular en calzada de Tlalpan -al mando del cual estuvo Gabriel Regino, subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal-, a conceder hasta tres de los cinco carriles de dicha arteria para que fueran ocupados por los sindicalizados.

Después de que se supo el resultado de la votación, los trabajadores empezaron a abandonar las inmediaciones del Centro de Convenciones y el Metro General Anaya. Callaron las consignas. Prácticamente se quedaron sólo los congresistas con los cientos de granaderos apostados afuera de la sede.