El anís estrella contiene ácido shikimic, que sirve para fabricar el Tamiflu
Un condimento chino, base del único fármaco efectivo contra la gripe aviar
Congresistas ingleses exigen que la farmacéutica libere la patente para producir el medicamento
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Inspectores sanitarios de Corea del Sur vigilan el paso de aves migrantes. Varios pa�s implementaron medidas para evitar un posible brote de gripe aviar FOTO Reuters
Foto: Reuters
Una hierba que en China se utiliza para condimentar los platillos de pato y curar los cólicos de los bebés está en el centro de la búsqueda mundial de una cura para la gripe aviar.
El anís estrella, fruto de un pequeño árbol oriental, se vende en los supermercados británicos a consumidores deseosos de experimentar su penetrante sabor a regaliz.
Pero esta hierba tiene una función vital como fuente del ácido shikimic con el que se fabrica la droga Tamiflu, la única defensa que hay actualmente en el mundo contra la amenaza de una pandemia de gripe aviar. El Tamiflu no previene la infección, pero reduce su severidad. Ante la falta de una vacuna efectiva -que aún no se ha podido desarrollar- esta droga es lo único que paliaría el riesgo de que la gripe aviar se convierta en una peste moderna.
El viernes trascendió que la escasez de anís estrella es una de las razones por las que los países no pueden comprar suficiente Tamiflu para proteger a sus poblaciones.
La crisis de la gripe aviar se agudizó anoche, cuando funcionarios estadunidenses se reunieron para discutir medidas con las que se intentará reducir el contacto entre aves silvestres y de cría para impedir que el mal se extienda.
La mortal cepa H5N1 del virus, que ha infectado a más de cien personas y causado la muerte de más de 60 en el Lejano Oriente, fue identificada esta semana en aves de cría en Turquía. Los resultados de pruebas en animales probablemente infectados serán dados a conocer el lunes.
Científicos estadunidenses acordaron el viernes medidas para mantener encerrados a millones de pollos y pavos para evitar su contacto con aves migratorias.
Un año para obtener la medicina
El anís estrella se cultiva en cuatro provincias chinas y se necesitan "inmensas cantidades" de sus semillas, según declaró la firma farmacéutica suiza Roche.
El anís estrella es cosechado por los granjeros locales entre marzo y mayo, se purifica y se le extrae el ácido shikimic durante un proceso de manufactura de 10 pasos que toma un año.
Sólo el anís estrella cultivado en esas cuatro provincias de China es apropiado para fabricar el Tamiflu y 90 por ciento de la cosecha ya es utilizada por Roche.
Una vez que el ácido shikimic es extraído de las semillas del anís estrella se convierte en un epóxido, en un proceso que requiere tres pasos químicos llevados a cabo a muy bajas temperaturas en siete diferentes espacios físicos.
En la parte más peligrosa del proceso se convierte en un azide (compuesto químico que integra un elemento externo o un radical en su estructura molecular) en una reacción que produce un material altamente explosivo.
El paso final en la fabricación es la producción de cadenas de cristales del ingrediente activo del Tamiflu, cuyo nombre químico es oseltamivir, que son deshidratados al vacío y convertidos en cápsulas.
La compañía ha enfrentado demandas para que flexibilice su patente sobre la droga y permita que otras farmacéuticas la fabriquen.
Keith Teylor, del Partido Verde británico, dijo: "Algunos países han solicitado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que presione a Roche para que renuncie a su patente a fin de que pueda producirse una versión genérica barata de esta droga, para que se produzca a escala nacional.
"La OMS se niega, y argumenta que Roche ha donado tres millones de tra-tamientos como prueba de que la firma está siendo responsable. Esta decisión pone en peligro millones de vidas en nombre de las ganancias y es todo menos responsable".
A su vez, Roche respondió: "Debido a la escasez de la materia prima, sería muy difícil que otro fabricante pudiera producir el medicamento".
El gobierno británico ha pedido 14.6 millones de tratamientos de Tamiflu, suficientes para 25 por ciento de su población, pero sólo ha recibido 2.5 millones de tratamientos.
Roche afirma que en 2004 dobló la producción de Tamiflu; que volvió a duplicarla en 2005 y lo hará nuevamente el año próximo. La empresa afirma que de nada serviría hacer caso a los llamados a retirar la patente del medicamento para que otras compañías puedan aumentar la producción para satisfacer la demanda mundial.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca