"Se dejó atrás la estrategia de jugarse el todo por el todo"
Acuerdo en el IMSS, salida de mediano plazo: Alcalde
Es tiempo de estudiar otras formas de financiamiento, dice
Ampliar la imagen Arturo Alcalde, asesor de diversas organizaciones gremiales independientes FOTO Guillermo Sologuren Foto: Guillermo Sologuren
El acuerdo alcanzado entre el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) y la dirección del instituto "es apenas una salida de mediano plazo" y una base para estudiar otras formas de financiamiento para el organismo, más allá de los aspectos laborales, señaló Arturo Alcalde Justiniani, abogado del SNTSS.
"La solución (del pasado viernes) no fue de fondo ni es perfecta, y el convenio en sí mismo no da al instituto la viabilidad que requiere; sin embargo, cabe destacar que con el acuerdo se dejó atrás la estrategia de jugarse el todo por el todo y, de parte de la autoridad, quedó anulado el objetivo de arrinconar y acabar con el sindicato", dijo.
Para fortalecer las finanzas del instituto se requiere algo más que modificar un contrato colectivo; hace falta hablar, a fondo, de las cuotas obrero-patronales, de nuevas formas administrativas y de la aportación del gobierno federal. En esto parece que todos estamos en el mismo tenor: para dar viabilidad al IMSS es necesario asumir responsabilidades y soluciones compartidas.
Alcalde Justiniani, litigante de diversas organizaciones gremiales del llamado sindicalismo independiente, además de ser un asiduo promotor de la libertad y autonomía sindicales desde hace varias décadas, explicó que los acuerdos aceptados por el SNTSS promueven un nuevo "fenómeno de solidaridad generacional".
Los recursos necesarios para "fondear" la creación de poco más de 60 mil plazas nuevas provendrán justamente del aumento en los ingresos del instituto, por concepto de una mayor recaudación proveniente de los trabajadores en activo.
Como se ha difundido, la noche del viernes pasado el SNTSS aceptó modificar su régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) con base en parámetros fijados por esta organización desde el año pasado, previo a la reforma de la Ley del IMSS, impulsada por el entonces director del instituto Santiago Levy.
Los más de 400 mil empleados del instituto, que actualmente aportan 3 por ciento de su salario al fondo de pensiones, aumentarán esta cuota un punto cada año hasta alcanzar 10 por ciento; serán modificados también los años de servicio necesarios para el retiro, así como el salario base y la edad mínima de jubilación.
Lo cierto es que la propuesta anterior, comentó Alcalde, fue desestimada y ocultada por Levy desde el primer semestre de 2004, con el único propósito de difundir la idea acerca de la supuesta irresponsabilidad de los sindicalizados.
El ex funcionario, agregó, emprendió una "campaña muy sofisticada" en contra del SNTSS; hizo todo un trabajo con la lógica de acorralar y debilitar al sindicato para avanzar en su proyecto de privatización paulatina del instituto a través de la subrogación. A partir de entonces (agosto de 2004) impidió la apertura de plazas, violó el contrato colectivo y generó despidos entre la directiva sindical de nivel medio.
"El estudio actuarial presentado por el sindicato (el cual incluía los cambios referidos) no resultaba coherente con el plan de choque impulsado por Levy para hacer parecer al sindicato como intransigente; además, se encargó de divulgar la idea de que la directiva -encabezada por el doctor Roberto Vega Galina- nunca lograría el apoyo de los delegados", indicó.
Alcalde reconoció el despido de Levy -"la frontera entre ser despedido y renunciar es muy tenue"- y el ascenso de Fernando Flores, Carlos Abascal Carranza y Francisco Salazar, en el IMSS y las secretarías de Gobernación y del Trabajo, respectivamente, como factor fundamental para que "en Los Pinos dejaran atrás esa idea de que Levy era todopoderoso en la negociación".
Fue entonces, explicó el abogado, cuando el gobierno empezó a ver que Levy, en coordinación con el sector obrero del PRI, el más duro dentro del consejo técnico del instituto, llevaba a la administración foxista a un choque sin precedentes que no resolvería nada, ni siquiera la salida de Vega Galina.
Ahora falta también mirar hacia el interior del SNTSS: modificar la estrategia de organización e información para no confundir en este numeroso gremio (el más grande de América Lainta con contratación colectiva) a aquellos que tienen todo el derecho de disentir para exigir más democracia sindical y aquellos que son meramente infiltrados.