Condors y Pioneros se coronaron en volibol de los Juegos Metropolitanos
Mostraron garra los atletas de Olimpiadas Especiales
Ampliar la imagen La volibolista especial Erika Guerra Maya, aprendi�convivir con sus compa�s mediante las disciplinas deportivas FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano
Desde niña, Erika Guerra Maya, incursionó en el atletismo, tenis de mesa, natación y danza, pero ahora que practica el volibol, aprendió a convivir con sus compañeros, algunos de su misma edad, 28 años, e incluso hasta más grandes y altos que ella que tienen síndrome de Down o discapacidad intelectual, pero todos con un gran corazón e ímpetu de lucha mostrado en la cancha.
Fueron casi cinco horas de juego en la que 60 deportistas de seis equipos de la capital disputaron las medallas de los Juegos Metropolitanos que tuvo como sede en su segunda jornada las instalaciones del laboratorio Novartis, patrocinador de Olimpiadas Especiales en México.
Divididos en dos grupos, los más avanzados en el nivel I, y el resto en el II, disputaron los partidos con el reglamento oficial de esta disciplina de conjunto en la que demostraron sus habilidades con la pelota, siempre guiados por sus entrenadores y maestros que los cuidan alrededor de la cancha de duela.
Erika es integrante del equipo Condors, integrado por hombres y mujeres, que se coronó en el nivel II, y aunque jugó poco, desde la banca alentó con porras y aplausos a sus compañeros, sobre todo cuando hacían un punto en favor, y si fallaban, de todas maneras festejaba, porque "no es peleonera'', comentó su madre Gloria Maya, quien celebraba con varios padres de familia la alegría que desbordaban sus hijos.
Dedicada al hogar, la señora Maya dijo que Erika es la más pequeña de sus cuatro hijos ya casados, y a partir de que ingresó con su hija al programa de Olimpiadas Especiales, el año pasado, ha sido de gran ayuda para las dos.
"Ella no era muy sociable y ahora con este programa que compartimos juntas le digo que le eche muchas ganas para que algún día represente a México en los Juegos Mundiales y traiga medallas'', señaló orgullosa la progenitora, quien al igual que otros padres de familia, entrenan y juegan con sus hijos en las canchas de la delegación Benito Juárez los fines de semana.
Es por eso que alienta a los papás que tienen hijos especiales que "ya no los escondan ni los rechacen, porque también tienen derecho a integrarse a la sociedad. Son una bendición de Dios, son niños cariñosos que no tienen maldad, como nos comportamos los que somos normales''.
En las tribunas, un grupo de estudiantes de la Unitec Sur, hacen servicio social con el equipo varonil Pioneros, a los que entrenan en el deportivo Eduardo Molina, y que a la postre se llevó el título de los más avanzados con su rematador Eduardo Barrientos, de 23 años, y el acomodador Javier Soto, quien trabaja como office boy en Olimpiadas México.
Durante el torneo, la empresa anfitriona ofreció pláticas a los padres de familia sobre la discapacidad intelectual, a los competidores les realizaron un chequeo médico general, y cerraron con el baile de la victoria en la que deportistas, algunos con sus parejas, lucieron también sus habilidades en la pista.