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DULCE VENENO | 17 de octubre de 2005 |
Si en la
infancia está el
futuro, el panorama es de
preocupación: una cuarta parte de los niños del
país es obeso.
En julio pasado, la Secretaría de Salud autorizó la prescripción a menores de edad de un medicamento para bajar de peso; mientras, el Congreso estudia una iniciativa de ley para obligar a los fabricantes de botanas y refrescos a alertar a los consumidores de que estos productos pueden provocar obesidad. Estos son dos pasos tímidos para enfrentar un problema que alcanza ya dimensiones alarmantes: 70 por ciento de los adultos en México tiene sobrepeso u obesidad, y el panorama para las próximas generaciones aparece incluso más preocupante, pues actualmente 25 por ciento de los niños en edad escolar están excedidos de peso o son obesos. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud 2000, 25 de cada 100 niños de entre cinco y 12 años padece sobrepeso u obesidad, aunque en la capital y el norte del país son casi 30 de cada 100. Además, cerca de la mitad de la población en edad escolar tiene algún grado de sobrepeso, tendencias favorecidas por el cambio de hábitos alimenticios, el sedentarismo y la extendida creencia de que un niño gordito es saludable.
MAS VALE PREVENIR
El peso excesivo puede atacarse desde el hogar, modificando
los
hábitos alimenta rios de la familia y
reorientando la actitud de los niños frente las golosinas y
bota nas con reglas sencillas desde los primeros
años de vida:
La Secretaría de Salud advierte que el país ocupa el segundo lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos con los mayores índices de sobrepeso y obesidad, sólo detrás de Estados Unidos. El fenómeno trae aparejado el riesgo de que las enfermedades asociadas al sobrepeso, como diabetes e hipertensión arterial, aparezcan desde temprana edad, con el consiguiente impacto adverso en la economía familiar y en el gasto público, pues 70 de cada 100 adolescentes con exceso de peso lo conservan en la adultez. Ante este problema, la Secretaría de Salud autorizó la prescripción a menores de edad de Xenical, -desarrollado por la farmacéutica Roche- cuyo principio activo, Orlistat, evita la absorción de un tercio de las grasas ingeridas, para lograr la reducción de peso. El fármaco se comercializa exclusivamente con receta médica, en presentación de cápsulas de 120 miligramos, y es el único de su tipo en el mundo que puede administrarse a menores. La alarma por la obesidad infantil llegó también
al
Congreso, donde el Partido del Trabajo presentó el pasado 27 de
septiembre una iniciativa para establecer la obligación de los
fabricantes de botanas y refrescos de incluir en sus empaques o envases
la leyenda: "El consumo de este producto puede generar obesidad". Dicha
obligación se incluiría en el párrafo segundo,
fracción II del artículo 115 de la Ley General de
Salud
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