ASTILLERO
¡Santos cielos!
Divinas desobediencias
PAN y Fox se allanan
LOS MUERTOS VIVIENTES están contra la eutanasia: espectacular cierre de filas de la derecha gobernante para dar paso al verdadero poder terreno, el de los curas soliviantados a causa de perredistas proyectos polémicos. Tal como todo mundo sabía que iba a suceder, pero temía confirmar, monseñor Carlos Abascal ha convertido a Bucareli en basílica, y ahora ha lanzado el sermón de la objeción de conciencia para justificar que los ciudadanos puedan desobedecer las leyes cuando les parezca que algo va contra sus convicciones personales. Abascal que como presunto guardián del Estado entrega llaves y armas al adversario del que, en realidad, forma parte él mismo: las leyes vigentes -ha dicho San Carlos- son "una expresión de orden natural" (es decir, las leyes humanas deben acomodarse a los dictados divinos, al "orden natural" establecido por Dios y no al que pretendieran los pecadores bípedos dizque pensantes).
EN ESE ENTENDIMIENTO sujeto a las reglas celestiales, "puede existir el derecho a la objeción de conciencia cuando, a juicio de una persona, se viola el orden natural, se altera el orden moral, mediante una ley escrita". ¡Sopas: el secretario de Gobernación alentando la rebeldía cívica y dándole sustento ideológico (pero no sólo en cuanto a muerte asistida, que es el punto específico al que se refiere el beato Abascal, sino también, aunque no sea ésa la intención del funcionario, de todo aquel mexicano que desee luchar contra el orden jurídico vigente en cuanto no cumpla el orden natural)! ¿Bastaría con que damnificados, saqueados, ultrajados, hambrientos, carentes de vivienda o enfermos del país se unieran y enarbolaran el derecho divino a que sus carencias fueran atendidas para que entonces tuvieran justificación en desobedecer a los malos gobiernos y sus leyes incumplidas? ¡Oh, los caminos de la revolución popular son inescrutables! ¡Bienvenido a la guerra proletaria eclesiástica, Carlos Marxabascal!
LA RENDICION DEL Estado desde dentro fue acompañada por melosas justificaciones a cargo de los intelectuales clandestinos conocidos por sus alias de Rubencito y Espinoso. El vocero biodegradable de Los Pinos recurrió a su sobada fórmula del "respeto" para no entrarle de frente contra las sotanas desatadas y, más bien, reconocerles supremacía en cuanto el Gobierno de la República prefiere cantinflear antes que sostener con claridad absoluta que las leyes deben ser respetadas. Y el encargado provisional del liderazgo nacional panista, un chihuahuense desértico, ha anunciado incluso que está dispuesto a sumarse a un llamado a la resistencia civil contra la eutanasia, soldado blanquiazul presto para ir a la guerra en cuanto el tañer del yunque así lo ordenara, neocristeros listos a iniciar la Norbertiada en defensa del morir sin aceleraciones contra natura.
LA NUEVA GUERRA Santa va dirigida contra el perredismo capitalino, uno de cuyos diputados locales ha propuesto que se instaure el derecho a que los enfermos desahuciados puedan morir sin largos sufrimientos. Ya antes el poder del crucifijo había jugado vencidas con el tibio foxismo que en apariencia es cómplice de las jerarquías católicas pero que en realidad ha permitido decisiones como la de la píldora del día siguiente. A pesar de la presión eclesiástica, Vicente Fox sostuvo a un Julio Frenk que según eso habría estado dispuesto a renunciar al cargo si el Presidente de la República daba marcha atrás frente a los machetes sacros de Norberto Atenco. Ahora la cúpula de la Iglesia católica cree llegado el momento de pasar a la acción política, tomando la bandera de la lucha contra la eutanasia pero, en realidad, instalándose de golpe como factor político actuante en medio de la desolación y el abandono de poder que mantiene el creyente Chente.
YA EL PASADO VIERNES 7, Alma E. Muñoz reportaba en La Jornada que el obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, en su condición de secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, había advertido a los mexicanos que se deberán ir "acostumbrando" a mensajes en materia política emitidos por la jerarquía católica. Tomando como guía las palabras pronunciadas por el papa Benedicto XVI a los obispos mexicanos que le hicieron visitas protocolarias, Aguiar Retes anunció ni más ni menos que una "purificación de la memoria", que en concreto consistirá en una relectura de la historia, contrastando la visión religiosa con la versión oficial cuando ésta hubiera sido "sacada de contexto". La revisión histórica pasada por agua bendita abordará los periodos de la Colonia, la Reforma, la Revolución, y episodios concretos como la guerra cristera, la matanza de Tlatelolco y las devaluaciones del peso frente al dólar. Diez días después de aquella primera advertencia, el mismo Aguiar Retes anunció ayer que la Iglesia organizará talleres de orientación política para que con base en la doctrina cristiana los feligreses puedan votar con más apego a esos principios religiosos (los candidatos podrán asistir, pero sin buscar proselitismo: tramposa forma de calificar a los aspirantes por cuanto se sometan al esquema sacerdotal o no). En realidad, considera esta columna hereje, así como los grandes capitales asociados pretenden condicionar y doblegar a los políticos y a los partidos mediante pactos chapultepecos, la elite de la Iglesia católica trata abiertamente de influir en la decisión ciudadana de 2006, decidida esa elite benedicto-sandovalona a jugar el papel que creyó le estaría reservado en este sexenio mandilón y santiguado, intentando cobrar el próximo periodo federal las muchas expectativas que en el presente le fallaron. Amén, o como dice Fox al terminar sus discursos públicos, "Dios los bendiga", o como decretó el mismo Vicente en Chiapas este domingo reciente ante desposeídos que alegaban ser católicos, evangélicos o de otras denominaciones, "Todos creemos en Dios". Bueno: que así sea. ¡Hasta mañana, mientras Gobernación y Los Pinos preparan los festejos por el bicentenario del natalicio de Benito Juárez!
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