Civiles tendrían entre 2 y 15 millones, militares un millón y policías 425 mil: ONG
El gobierno, sin datos precisos sobre el número de armas que hay en el país
El estudio Armas pequeñas y ligeras: caso México, presentado ayer por las organizaciones Amnistía Internacional (AI), Oxfam y la Red de Acción Internacional Contra las Armas Ligeras (IANSA, por sus siglas en inglés), resalta que, según una encuesta sobre el tema efectuada en 2004, en el país hay más armamento ligero y pistolas de las que se reconocen oficialmente.
Se estima, apunta, que existen entre 2 y 15 millones de armas en poder de civiles, los militares tendrían un millón y los policías 425 mil.
El estudio señala que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dijo en 2003 que tenía un registro de un millón 494 mil 321 armas en el territorio; no obstante, informes de la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos (DGRFAFCE) reportaban que a enero de ese año el número era de 4 millones 492 mil 692.
La diferencia se hizo más grande, destaca, cuando en 2001 el Informe de resultados de la revisión y fiscalización superior de la cuenta pública 2001, presentado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), subrayó que sólo se encontraron antecedentes de 2 millones 121 mil 384 armas, entre 1972 y diciembre de 2001, en informes mensuales y trimestrales sobre la emisión de licencias y permisos, así como en el Registro de Armas de Fuego, que son remitidos al Estado Mayor Presidencial y a la inspección y contraloría general.
La propia DGRFAFCE reportó a la ASF en 2002 que desde que entró en vigor el Registro Federal de Armas de Fuego y Explosivos -en 1972- y hasta 2001 se contaba con antecedentes de 5 millones 443 mil 574 licencias.
Ello, señalaron las organizaciones, habla de deficiencias en la matriculación, como duplicación de datos, registros incompletos y métodos burocráticos obsoletos, entre otras inconsistencias que incluyen el incumplimiento del manual del Estado Mayor Presidencial para tener un apunte computarizado de armas.
Además, señala Oxfam en el estudio, el registro presenta limitaciones y errores en cuanto a control, supervisión y renovación de permisos para portar armas extendidos por la Sedena, y se carece de los antecedentes de las licencias otorgadas a particulares antes de 2001.
Inclusive, agrega el informe, el titular de la Sedena acepta que existe escaso control de los gobernadores sobre el armamento utilizado por las corporaciones policiacas de los estados, y asegura que en las inspecciones que se realizan a las policías "se han encontrado algunas que nunca fueron compradas por las distintas entidades federativas; lo mismo son cuernos de chivo que M15 y M16, y no hay forma de saber cómo llegaron".
El titular de la Sedena afirmó que durante las dos revisiones anuales que la dependencia efectúa a las corporaciones policiacas de los estados "nos hemos dado cuenta de que muchos agentes se las llevan, tiran o venden, porque cada vez que hay inspección aparecen menos".
AI, IANSA y Oxfam destacan que el informe se presenta en el contexto de la discusión que se dará en el Senado de la República para aprobar la nueva Ley de Armas de Fuego, Explosivos y Pirotecnia. Al respecto, expusieron que la principal crítica a esa norma, que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados, es que "permitirá el aumento, circulación y posibilidad de uso de armas de fuego por el ciudadano común, ya que en ésta se precisa que cualquier ciudadano podrá tener dos en su domicilio, aunque advierte que cinco serán consideradas como delito de acopio".