CIUDAD PERDIDA
Jesús Ortega: rebelión de sus huestes
En puerta, cambios en su equipo
Reclamo de cuotas, motivo
FUENTES HABITUALMENTE mal intencionadas aseguran que en breve habrá cambios en el equipo de campaña de Jesús Ortega.
DICEN QUE en Nueva Izquierda, la tribu que maneja Ortega, hay cuando menos desacuerdo con los pactos realizados por el precandidato a la Jefatura de Gobierno, y que han exigido su lugar, o mejor dicho su cuota en la campaña.
SI ES verdad lo que rumoran, más temprano que tarde -ellos hablan de algunos días- Jesús Ortega sacrificará a su hoy aliado Armando Quintero, para que Jesús Zambrano se haga cargo de la coordinación de la campaña.
CON BASTANTE disgusto establecen que la fuerza de Quintero es "muy menor", y que el puesto más importante de la tarea que realiza Nueva Izquierda no debe pertenecer a una corriente que les es poco afín.
LA COSA es que Zambrano descendió en la escala de puestos del Gobierno de la ciudad, después de la salida de Andrés Manuel López Obrador, donde llegó a figurar, inclusive, como subsecretario de Gobierno a la salida de Martí Batres.
HOY EL puesto que ocupa Zambrano es de menor importancia y no le permite llevar agua a su molino, es decir, no puede hacer crecer a su corriente desde la oficina de la Coordinación de Proyectos Estratégicos y Enlace Institucional del gobierno de la ciudad, donde despacha luego de la toma de posesión de Alejandro Encinas.
ESA SITUACION, y el derecho de pertenencia por el que abogan algunos miembros de Nueva Izquierda, elevó la protesta hacia Ortega, que según nos cuentan, ya cedió a las presiones del grupo e invitará a Quintero a ser parte de alguna otra responsabilidad en la campaña.
LA MEDIDA, según nos cuentan, no cayó bien entre los estrategas de Ortega que analizan el golpe. A contracorriente de lo que piensan los militantes de NI, aseguran que UNyR, el grupo que lidera Quintero, sí es indispensable para pretender un triunfo sobre Ebrard.
TAMBIEN PIENSAN que lo mínimo que podían ofrecerle era la coordinación de la campaña, porque ni las figuras fracasadas del pasado perredista que buscan apoyar a Ortega podrían aportar más votos que la fuerza de UNyR.
ES MAS, hay quienes suponen que añadir el fracaso a la campaña de Ortega no resultará, a final de cuentas, mas que un error político donde todo ese equipo perderá, porque la suma del fracaso y el oportunismo sólo augura infortunio.
PERO ESO no es lo que está en el primer lugar de las preocupaciones de Jesús Ortega, sino la división de opiniones que creó la presión de sus propios militantes.
DESDE LUEGO hay quien apuesta a que Quintero no saldrá de la coordinación, porque el pragmatismo exagerado de Ortega impedirá que se arriesgue cualquier voto que pudiera favorecerle.
AUNQUE HAY otros que afirman que a lo que no apostará Ortega es a ser abandonado por sus huestes. A fin de cuentas es su organización y no estaría dispuesto a arriesgarla por sostener a Quintero.
DE CUALQUIER forma, esta situación lo que ha planteado es una discusión falsa porque, como ya se ha dicho en muchos ámbitos, ¿quién puede creer que Ortega cumplirá sus acuerdos?
Morir o dejar morir
Y YA que hablamos de falsos debates, la discusión sobre la eutanasia parece, después de oír al cardenal Norberto Rivera, que es lo menos importante. Lo que cuestionó el funcionario de la Iglesia católica es la vigencia y la laicidad del Estado mexicano. ¡Nada más eso nos faltaba!