El visitante de la sala tolteca algunas veces podrá presenciar esa competencia

Se inauguró réplica del juego prehispánico de pelota en el Museo de Antropología

La práctica de ese deporte sólo se conserva en Sinaloa, dijo el director del recinto

CARLOS PAUL

Una réplica del juego prehispánico de pelota, cuya cancha mide la mitad de la original, fue inaugurada la noche del lunes en el jardín de la sala tolteca, del Museo Nacional de Antropología.

Se trata de que el visitante pueda recorrerla y darse una idea del área real, así como ser espectador en algunas ocasiones de esa milenaria práctica deportiva, la cual tuvo enorme carga ritual para los habitantes de Mesoamérica.

Aunque se estima que existen más de 700 canchas de ese juego en el país, con sus variantes, pues fue practicado por diversas culturas mesoamericanas, dicha competencia se conserva hasta nuestros días sólo en Sinaloa, conocido como ulama, el cual se práctica con la cadera, explicó el arqueólogo Felipe Solís, director del museo.

Dicho estado, comentó el funcionario, realiza los trámites para que el juego de pelota prehispánico sea considerado Patrimonio de la Humanidad.

Prohibición de apuestas

En tanto, añadió Felipe Solís, en esa región la práctica de esa actividad desaparece de manera paulatina, ya que ''desafortunadamente en el juego de pelota en Sinaloa se prohibió la apuesta y con ello perdió chiste para las comunidades. Ya nadie quiere fabricar las pelotas, que son muy costosas, ni jugar sólo para atraer turistas.

''En esa entidad se conservó el juego de pelota, desde la época prehispánica, pasando por la Colonia, sin que fuera destruido, hasta nuestros días, precisamente porque la idea era apostar y con ese dinero pagar lo que se necesita para practicarlo.

''Si se me pregunta, no como director del museo, sino como persona interesada en ese juego, creo que en Sinaloa deberían volver, con todo un control, a hacer las apuestas, pues eso daría interés a los jugadores y a los apostadores y a que se pudieran mandar hacer las pelotas.

''Tenerlo sólo como un elemento cultural, vamos a crear burócratas y éstos en la medida en que no haya un recurso económico para financiarlos, pues no va haber dinero para la pelota, ni para los jugadores, que deben tener un salario decoroso."

El juego de pelota, explicó Solís, ''tiene varios aspectos. El arqueológico, en el que estudiamos la forma de las canchas, la iconografía, el simbolismo, el fechamiento, etcétera; pero es mediante los estudios etnográficos que se puede saber cómo llegaron a jugarlo hasta nuestros días las comunidades contemporáneas. Cuál es el elemento que le daba vitalidad y cómo se juega. Y esto es lo que se ha podido estudiar en Sinaloa.

''Sería muy interesante que con esos recursos, con la pelota y el interés por jugarlo, se pudiera practicar en otros lugares y no sólo como espectáculo para el turismo."

La idea a futuro, con la recién inaugurada cancha de pelota de 27 metros de largo por 13 de ancho, en el Museo Nacional de Antropología, es que se puedan llevar a cabo algunas exhibiciones.

Sin embargo, explicó Solis, ''el costo de las presentaciones en ese recinto no son muy baratas, pues hay que trasladar, alojar y pagar a los jugadores profesionales de Sinaloa.

''Además se esta planeando la proyección de un video que explique el juego y un espectáculo de luz y sonido. En estos momentos se está viendo cómo es que se pueden patrocinar esas actividades."