Cantará el sábado en la ex hacienda de San Gabriel, dentro del Festival Cervantino

La música es un árbol que nos refugia en tiempos díficiles: Georgina Meneses

El folclor mexicano provoca emociones; aquí y en otras naciones se reconoce su colorido, dice

Recién llegada de Filipinas, prepara un disco con la Banda Filarmónica de Santiago Zacatepec

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Georgina Meneses es una de las representantes de la canción oaxaqueña. Para ella, el canto es su "razón de vivir". Recientemente regresó de una gira por Filipinas, donde expuso todo un repertorio de la canción popular mexicana. Ahora y luego de ejercer una batalla sin cesar en la búsqueda de foros para presentar sus canciones y sus cuatro discos (Porque así tenía que ser, con boleros de los años 30 y 50; Hasta hoy estoy contigo, homenaje a Jesús Chu Rasgado, Ausencia y De la farra y del dolor), cumple su sueño de presentarse en uno de los festivales más importantes del continente: el Internacional Cervantino, en el cual actuará el próximo sábado 22 de octubre a las 12 horas en la ex hacienda de San Gabriel.

Como sutil bordadora, la oaxaqueña Georgina Meneses va tejiendo con su voz amplias redes entre los seres humanos; cada tema musical, sea de Alvaro Carrillo, Tata Nacho o Jesús Rasgado, dota de alas a sus escuchas, que se elevan con ella, en un canto a la vida.

Cantar, dijo Georgina es para ella, además, como tejer lazos de comunicación, que unen y acercan a otros para que conozcan la música de su tierra.

En entrevista, la intérprete aseguró que sólo por medio del arte, en el que la música tiene un papel especial, "nosotros podemos realizar un verdadero cambio de conciencias, porque es un lenguaje que va del alma para el alma, es algo que recibe el espíritu y es ahí donde se gestan los cambios como seres humanos, yo sí le apuesto todo al arte", aseveró.

Su sonrisa a flor de piel, en ese rostro moreno, brilla lo mismo que su mirada, sobre todo cuando asegura que interpretar la música mexicana es gran compromiso, pero también una gran alegría porque le permite mostrar lo que son los mexicanos, su manera de percibir la vida y el mundo.

"Es como ir desnudando de a poquito lo que somos, al país entero, porque la música mexicana nos refiere paisajes, nos provoca emociones, en el país o en otras naciones se reconoce su colorido; las pasiones que genera en el espíritu, lo que provoca un abrazo mutuo, a esos momentos mágicos son a los que aspiro", explicó Meneses.

La cantante llegará al Festival Internacional Cervantino con una selección musical integrada por composiciones de Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho, Alvaro Carrillo, Jesús Rasgado, Alfonso Esparza Oteo y Mario Ruiz Armengol, y los himnos de su tierra La Sandunga, La Llorona, Naila y La martiniana, entre otros.

Pero sobre todo, llegará con la pasión que le genera la música en el escenario, lugar en el que confluyen todas sus experiencias de vida; sus alegrías, tristezas, anhelos, sueños, que son los de mucha gente que ha conocido a lo largo de su vida y su carrera; los niños, hombres, mujeres, artistas y abuelos del México que la vio nacer.

"La música es como una puerta de salida hacia un mundo mejor; más cándido, más armonioso, el canto es como un roble, un árbol de fortaleza, en el que nos refugiamos cuando los tiempos son difíciles, nos dibuja toda una idiosincrasia, es como el espejo de la cultura de cada pueblo y claro que hoy más que nunca mi canto es la fuerza y la esperanza", aseveró.

Ser útil a la gente que no tiene voz, compromiso vital

Se sabe una de las muchas artistas que trabajan con un compromiso vital: poder hacer algo por la gente de México que no tiene voz y a veces ni cuerpo, la que ni siquiera se puede decir que está olvidada, es desconocida; ella, como otros, quiere poner su arte al servicio de las necesidades humanas.

Para Georgina Meneses el canto no es un asunto de esnobistas o en el que se pierda la calidad humana, cuando canta quiere que su voz y sus palabras estén al servicio humano, que sean útiles de alguna manera para alentar.

"Sirven para muchas otras cosas, es como una llave mágica, gracias al campo he podido involucrarme en algunas cuestiones sociales; he dado conciertos por la no violencia hacia las mujeres y otros que tienen causas humanas, de las comunidades más alejadas y marginadas de mi estado", comentó.

Con ese anhelo ha trabajado en la Sierra Mixe zapoteca y en especial en la comunidad de Santiago Zacatepec, donde ha impartido clases y talleres artísticos para los niños, que en lo musical ha dado como resultado lo que será su quinta producción discográfica, en la que estará acompañada por la Banda Filarmónica de Santiago Zacatepec de la Sierra Mixe.

Su concierto, el 22 de octubre al mediodía en la ex hacienda de San Gabriel, dentro del 33 Festival Internacional Cervantino, representa el más anhelado sueño: representar a México con canciones que tienden puentes y que permiten a todos "reconocerse en cada nota, en cada palabra, acercarse al misticismo y a la magia que tenemos como nación".

La cantante también visitará España, durante una gira que incluye Madrid y Santiago Compostela, del 2 al 10 de noviembre.