MEXICO SA
Entre infartos y fantasmas, Fox festeja el raquítico empleo
Se registraron en el IMSS 66 mil empleos formales, aunque la mayoría sólo eventuales
ADELANTADOS COMO siempre, algunos amigos del "cambio" quisieron celebrar el día de muertos en pleno octubre e hicieron que la Catrina deambulara ayer por Los Pinos y la Bolsa Mexicana de Valores.
UN BORREGO, que corrió como reguero de pólvora, "infartó" al presidente Fox e hizo lo propio con el índice de precios y cotizaciones del mercado bursátil mexicano; una vez que la Primera Cabecita Blanca de la Nación le informara sobre el runrún, el primero se vio en la penosa necesidad de salir a mostrar su electrocardiograma, pero al segundo le fue peor, porque en unas cuantas horas acumuló una baja cercana a 400 puntos.
EL INQUILINO DE Los Pinos recurrió al programa radiofónico de su Ministro de Información para desmentir la infartante versión. Con ello solucionó la parte del conflicto que a él correspondía, pero en el mercado de valores el rumor ocasionó no sólo el desplome del principal indicador bursátil, sino el de los precios accionarios de varias empresas de primera línea.
ALREDEDOR DE TRES HORAS se mantuvo el borrego en circulación, pero una vez desmentido por el inquilino de Los Pinos ("ociosos e irresponsables quienes difundieron el rumor y sólo buscan crear inquietud"), el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores recuperó el terreno perdido y cerró la jornada bursátil con un mínima ganancia de 0.18 por ciento. Sin embargo, el runrún de la Catrina afectó severamente a algunos consorcios. De acuerdo con la información oficial, las acciones de empresas como la aseguradora Qualitas y la controladora minera Mexichem no pudieron quitarse el golpe de encima y cayeron 15.14 y 11.33 por ciento, respectivamente. Por la misma ruta, aunque con menos efecto, caminaron consorcios como Cid Mega, Soriana, Iusacell, Grupo Maseca, Telecom, América Móvil, Grupo Financiero Banorte y Kimberly Clark de México, con bajas de 4.26 a 1.55 por ciento.
SI DE FANTASMAS se trata, el de Javier Usabiaga se niega a retirarse de la Sagarpa. Pocas semanas antes de que el gobierno del "cambio" expropiara 27 ingenios privados, en septiembre de 2001, el Rey del Ajo -hoy en pos del gobierno guanajuatense- aseguraba que el de la industria azucarera no era más que "un problema entre particulares" y tendría que ser ellos lo que solucionaran el conflicto que finalmente llevó a la administración Fox a meterle la mano.
POR TERCERA O CUARTA ocasión los cañeros tomaron la sede de la Sagarpa por el incumplimiento del gobierno foxista a los más recientes acuerdos del 29 de septiembre, y ante tal panorama al subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Felipe González, no se le ocurrió mejor frase para salir del atorón que reafirmar que éste "es un problema entre particulares".
PARA EL VOCERO presidencial "no se ha fracasado" en las negociaciones con los cañeros, pero el hecho es que derivado del incumplimiento gubernamental de los acuerdos de septiembre pasado, de nueva cuenta se apersonaron en la ciudad de México para exigir que lo pactado se lleve a la práctica. "Quien no ha cumplido es la otra parte", asegura Rubén Aguilar, por lo que es de suponer que los cañeros tomaron las instalaciones de la Sagarpa para reclamarse a sí mismos y acordarse de Javier Usabiaga.
LOS INCUMPLIDOS "son los otros", dicen en Los Pinos, pero el miércoles por la noche el director del Fideicomiso de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA), José Manuel Tapia Gutiérrez, ordenó a los gerentes de los 23 ingenios a su cargo que no firmaran el acuerdo para la instalación de los comités de producción y calidad cañera (La Jornada). Horas antes, los líderes cañeros habían mostrado disposición a suspender la movilización ante las secretarías de Agricultura y Economía, ya que se les informó que se habían instalado dichos comités en los ingenios Alianza Popular, Zacatepec y El Modelo, a cargo de FEESA, lo que había sido interpretado como un avance en la aplicación de la ley cañera. Tapia Gutiérrez los convenció de la marcha: "pareciera que están jugando con nosotros; se están burlando de los productores; por eso estamos aún más enojados", y ya se instalaron.
ENTRE INFARTOS Y FANTASMAS el presidente Fox tuvo motivos para celebrar lo que él interpretó como una "señal" de que la economía mexicana marcha bien: 66 mil empleos formales registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social sólo en la primera quincena de octubre.
ES BUENO CONTAR con un presidente que se emociona con cualquier cosa, porque esos 66 mil empleos formales (la mayor parte eventuales) sirven para cubrir la demanda real en esa quincena, pero sólo en ella. A estas alturas de su administración el inquilino de Los Pinos, y junto a él los mexicanos, tendría que estar celebrando la generación de una cantidad de empleo cien veces superior a la que ahora festina.
AL CIERRE DE LA primera quincena de octubre del presente año, el registro del IMSS contabilizó 13 millones 86 mil 296 trabajadores, de los que 84 por ciento tenían empleo permanente y 16 por ciento eventual. En los nueve y medio meses transcurridos de 2005 dicho registro se ha incrementado en 576 mil 870 plazas, los mejores números de la administración Fox en lo que a empleo formal se refiere.
SIN EMBARGO, EL balance se mantiene raquítico ya no considerando la oferta de campaña (un millón 350 mil plazas formales por año de gobierno), sino la demanda real estimada en un millón 200 mil puestos de trabajo anuales.
EN LOS CASI CINCO años del gobierno del "cambio", el registro del IMSS se ha incrementado en poco más de 311 mil plazas laborales en el sector formal de la economía. La oferta de campaña obligaba a que dicho registro superara los 6 millones 750 mil empleos y 6 millones si se considera la demanda real.
ENTONCES, EL PRESIDENTE Fox celebra que en sus cinco años de gobierno sólo cinco de cada cien mexicanos en edad y condiciones de laborar se encuentren laborando en la economía formal, más allá de la cada vez más raquítica calidad de empleos y salarios.
EN EFECTO, se emociona con cualquier cosa.
Las rebanadas del pastel:
ALLI VIENE WILMA. Ojalá que ahora sí estén preparados.