Del llanto a la rabia

Belisario Domínguez, Chis., 19 de octubre. Esta comunidad serrana ha pasado del llanto por sus siete muertos, la destrucción de 60 de sus 700 viviendas y dos semanas de aislamiento al coraje por la falta de ayuda.

Belisario Domínguez, a medio camino entre Huixtla y Motozintla, estuvo incomunicado casi dos semanas. Una mujer reclama enfurecida por qué unas familias reciben una despensa por cada integrante y otras no. Varias agregaron que se entrega ayuda a personas que no resultaron afectadas, ''pero cuando uno va a pedir a las autoridades que nos den una firma para recibir algo, se niegan''.

Luis González, mecánico, aseguró que la población recibió ''algo de ayuda'', pero de la sociedad, no del gobierno. ''Las autoridades no se han preocupado, sólo en el discurso. Hay muchas personas de las comunidades que vienen y sólo les dan dos kilos de Maseca, un poquito de frijol y arroz. No se trata de echarle leña, pero el gobierno no ha cumplido. Todo se va en burocracia''.

Elio Henríquez, corresponsal