Aspirantes blanquiazules
Fortalecerá al PAN la renuncia de Montiel
A tres días de los comicios para definir la candidatura presidencial del PAN, Santiago Creel y Felipe Calderón midieron fuerzas en el estado de Morelos, donde, a pesar de que se considera que el gobernador Sergio Estrada es afín al ex secretario de Gobernación, éste apenas reunió a unas 80 personas, mientras el ex titular de Energía tuvo una recepción más nutrida.
Alberto Cárdenas, el tercer aspirante, y Felipe Calderón se refirieron a la renuncia de Arturo Montiel como precandidato presidencial del PRI. El primero dijo que fue la "crónica de una faramalla anunciada", y el segundo señaló que esa decisión sólo fortalecerá al PAN para mantener en su poder la Presidencia.
Calderón manifestó que en el PRI no se quiso realizar una elección interna y "se frustró el anhelo legítimo de muchos priístas, que por conducto de Unidad Democrática apostaron por una contienda real y no por una pelea arreglada".
En el PRI, agregó, "habrá un candidato sin haber obtenido el voto de ninguno de sus militantes; y en el PRD la cosa es igual", en referencia a la precandidatura de Andrés Manuel López Obrador.
"En mi caso, me fortalece, porque me da un claro contraste de legitimidad democrática al ser el único aspirante a la Presidencia que sostiene la candidatura con votos reales en las urnas", sostuvo Calderón.
En gira por el mismo estado, Creel Miranda dijo que "con cargada o sin cargada" hacia Calderón, el domingo "voy a ganar la tercera votación del proceso" para elegir candidato presidencial.
Ante unas 80 personas reunidas en un restaurante de Yautepec, refirió que él también tiene a su lado a destacados panistas, como el gobernador Estrada Cajigal, que lo ha apoyado "como militante y nada más, sólo me dará su voto el domingo. No permitiría que fuera de otra forma".
En gira por La Paz y Loreto, Baja California Sur, Alberto Cárdenas indicó que la declinación de Montiel en sus aspiraciones presidenciales es la crónica anunciada de una "faramalla", en la que varios ex gobernadores y un senador gastaron cientos de millones de pesos para intentar desarmar una candidatura "amarrada" desde que Roberto Madrazo andaba en campaña como presidente del PRI.