Dice que en México se respetan los derechos que "nos hacen ser a todos hijos de Dios"
Minimiza Abascal los conflictos religiosos; son pequeños brotes localizados, sostiene
El secretario de Gobernación participó en la Expocristiana, en el World Trade Center
Ampliar la imagen Carlos Abascal, Emilio Chuayffet y Francisco Gil D� se reunieron ayer en la colonia Ju�z FOTO Cristina Rodr�ez Foto: Cristina Rodr�ez
Tras asegurar que en México están garantizadas las libertades religiosas y de expresión, como parte de los derechos humanos que "nos hacen ser a todos hijos de Dios", el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, descartó que existan conflictos religiosos en el país. Sólo hay, dijo, "pequeños brotes localizados, en los que este gobierno hace esfuerzos inmediatos para conciliar a las comunidades" en disputa.
En este contexto, y a pregunta expresa sobre la eutanasia, externó su respeto por la existencia humana. El secretario de Salud, Julio Frenk, ha dicho que es muy fácil enfatizar que por ética -subrayó- "ningún médico puede acortar el término natural de una vida. Ese es el punto que estamos discutiendo y, en ese sentido, no tengo la menor duda, hay que respetar el término de toda vida humana".
Durante su participación en la Expocristiana, que desde ayer organiza la Sociedad Bíblica de México en el World Trade Center, invitó a los asistentes a "cerrar filas en torno a la persona, a su dignidad y todos los valores que representa, para que todo el quehacer público, económico, político y social tenga pleno sentido, porque la persona es imagen de Dios".
Carlos Abascal insistió que en este país, donde la democracia es un régimen para que todas las personas ejerzamos una libertad responsable y "podamos tener acceso a todas las oportunidades", los mexicanos pueden "ejercer su fe con total libertad".
A los evangélicos les dijo que "la persona humana tiene una individualidad única, con una serie de principios y valores, los derechos humanos que hacen a todos ser hijos de Dios: libertad y derecho de vida, libertad de conciencia, de expresión y participación". Pero también compartimos, apuntó, el principio de que el Estado, la sociedad y el gobierno se estructuran de manera política para facilitar la construcción de la justicia social y el bien común.
Por ello, en México, planteó, "hemos escogido la democracia", con una real división de poderes y federalismo, y con lo cual el país tiene acceso completo a la información pública gubernamental, para que los políticos estén de cara a la sociedad. Además, contamos con una Presidencia acotada por las normas, ya ha desaparecido el exceso de la Constitución que revestía la figura del jefe del Ejecutivo y, sin duda alguna, existe libre expresión y amplia libertad religiosa.
Afirmó que el modelo del Estado mexicano es laico, de "legítima autonomía entre los poderes temporal y espiritual, que significa el pleno respeto al desarrollo de asociaciones religiosas, para que los creyentes y fieles puedan expresarse en plenitud en su dimensión espiritual". Sin embargo, consideró que este modelo de Estado también requiere de la cooperación de las iglesias y el gobierno "para avanzar en la construcción del bien común, sin invadir la autonomía de ambos órdenes".
Tenemos que trabajar juntos, afirmó, en el abatimiento y desaparición de la miseria y en la disminución constante de la pobreza "inaceptable", lo mismo que en "valores, educación cívica y técnica, porque al final la gobernabilidad de un país depende de la calidad moral y ética de sus ciudadanos".
Asimismo, invitó a continuar trabajando en solidaridad cuando se presentan fenómenos como los huracanes Stan y Wilma, sin distinción de orígenes, credo y condición social e ideología y pensamiento, "porque pensamos que la responsabilidad de todos es responder por todos".