El nuevo régimen es necesario pero resulta insuficiente, afirma
''Ahora vamos por la autonomía de gestión'', dice Ramírez Corzo
El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Luis Ramírez Corzo, consideró que el nuevo régimen fiscal para la empresa era necesario, pero es insuficiente dadas las enormes necesidades de inversión y, sobre todo, porque las finanzas públicas aún dependen de los ingresos petroleros.
Advirtió que ''ahora vamos por la autonomía de gestión, porque junto con el régimen fiscal son las dos palancas para empezar a mover este buque en la dirección adecuada''. Destacó en paralelo que ''es momento de pensar en la apertura del sector de los hidrocarburos para evitar la privatización''.
Durante su intervención en el 37 del Foro Nacional de la Industria Química el funcionario aseguró que ''es el momento de empezar a pensar en la apertura del sector con un marco jurídico en el que haya lugar para la participación privada y pública, una apertura ordenada y oportuna necesaria para evitar la privatización, porque ésta se dará cuando haya necesidad de vender las reservas, y para allá vamos'' si no se toman las medidas necesarias, advirtió.
En el encuentro promovido por la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), Ramírez Corzo destacó que Pemex debe adoptar también las mejores prácticas de gobierno corporativo, como la inclusión de miembros independientes en su consejo de administración y comités intermedios, tanto de auditoría y evaluación, como de planeación y finanzas.
Puntualizó que es necesaria una reforma energética integral que promueva el suministro eficiente y a precios competitivos de combustibles, gas natural y petroquímicos básicos. Planteó que estos cambios se hagan preservando el control del Estado sobre el recurso natural, pero también con la participación privada, ya que los recursos de particulares actuarían como complemento en la ejecución y financiamiento de los proyectos, en un entorno de mercado abierto.
El funcionario confió en que el Senado de la República aprobará el nuevo régimen fiscal de la paraestatal, de manera que pueda incrementar sus recursos y dedicarlos a los proyectos prioritarios, cerrar las brechas de mantenimiento e infraestructura productiva, reforzar el área de refinación, fortalecer la petroquímica y continuar con el apoyo a los proyectos más productivos que están en exploración y producción.
Reiteró que el nuevo régimen fiscal es de transición y ''apenas nos da oxígeno, porque el problema de fondo son las finanzas públicas del país, la dependencia de los ingresos petroleros, mientras Pemex se convierte en un rehén''. Por eso, apremió, la empresa debe estar fuera del presupuesto de cada año.
Se le debe dar libertad para que las cuatro subsidiarias se consoliden en un solo organismo y operen como una sola empresa petrolera de clase mundial ''dirigida desde el Estado, con una identidad nacional inequívoca''.
El funcionario reconoció que Pemex ''es extraordinariamente fuerte, pero está a punto de perder su patrimonio porque tiene una deuda de 46 mil millones de dólares y pasivos por 90 mil millones de dólares'', a pesar de ser una empresa líder a nivel mundial, la tercera en producción de crudo, la segunda con más utilidades antes de impuestos después de Exxon Mobil, y la cuarta con más inversiones durante 2004.
Adelantó que se buscará que el Congreso entienda la conveniencia de que Pemex incremente su plataforma de producción, así como las limitaciones técnicas y tecnológicas por las que en este momento no es posible lograrlo.