ECONOMIA MORAL
Mundialización de la pobreza
Triple fundamento expuesto por Luis Arizmendi
La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente
LA UNAM SIGUE siendo la universidad más importante del país. La Facultad de Economía hace esfuerzos importantes por recuperar aunque sea una parte del lugar privilegiado que ocupó durante décadas en la formación de economistas y que perdió hace ya varios decenios. Parte de este esfuerzo consiste en la organización de diversos foros de discusión de los problemas económicos nacionales e internacionales. Durante esta semana participé en el foro Capitalismo y globalización: crítica a la sociedad económica contemporánea. Mi participación tuvo lugar en la primera de las tres mesas redondas que, junto con la presentación de un libro, conformaron dicho foro, y cuyo tema fue "pobreza y exclusión social".
HOY QUIERO REFLEXIONAR sobre la ponencia que en dicho mesa presentó Luis Arizmendi con el título: Mundialización y pobreza. El triple fundamento focal de la mundialización de la pobreza. El autor comenzó con una cita de un documento reciente de la CIA, denominado Global Trends 2015:
Regiones, países y grupos que se sienten dejados de lado enfrentarán una profundización del estancamiento económico, inestabilidad política y alienación cultural hacia 2015; fomentarán extremismos políticos, técnicos, ideológicos y religiosos, y la violencia que generalmente los acompaña. A EU, en su calidad de poder global, no le quedará más alternativa que la de contratar actores principales y enfrentar problemas de ambos lados de la creciente brecha económica y digital que dividirá al mundo en el 2015, cuando los beneficios de la globalización estarán muy lejos de ser globales.
ARIZMENDI HIZO NOTAR el cinismo de esta visión y la contrastó con los análisis light que suelen camuflar la realidad del capitalismo contemporáneo. La CIA, añadió, ve venir en este documento confrontación, segregación, guerra y guerra civil crecientes. El autor, después de este prefacio, abordó la mundialización, sobre la cual empezó diciendo que resulta necesario adoptar una postura contracorriente sobre lo que "cabe llamar el mito de la globalización". Hizo notar que el término globalización no fue construido en el medio académico, sino en los medios de comunicación, y que convertido en un discurso elaborado nos bombardea y ha penetrado el discurso mismo de las ciencias sociales, produciendo en ellas un retroceso ya que, en vez de estudiar nuestra época desde un punto de vista científico, lo están haciendo desde una óptica mediática.
SOSTUVO QUE EL mito de la globalización tiene cinco dimensiones: a) La insistencia en lo novísimo del tiempo en que nos encontramos, pretendiendo introducir una ruptura con todo tiempo pasado y concibiendo que el corto siglo XX fue una especie de interregno en el cual tres mundos y dos sistemas históricos (capitalismo y socialismo) mantuvieron una confrontación histórica sin que ninguno de los dos lograra la mundialización definitiva, de tal manera que sólo después de la caída de la URSS habríamos, por fin, arribado a la planetarización del capitalismo. b) La noción (falsa) de que con la globalización del capitalismo se alcanza, por fin, la globalización de la riqueza. Que al extenderse los patrones tecnológicos del capitalismo por todo el mundo, inundando todo el planeta de la modernización tecnológica, se extenderán los patrones de consumo, haciendo realidad esta globalización de la riqueza en la que todos podrán tener acceso a los bienes más avanzados. c) El mito de que se desactivan las relaciones de poder centro-periferia: que desaparecen los imperios, que ya no hay países hegemónicos, y que entramos a la época del postimperialismo. d) Que se globaliza la democracia al desaparecer (casi) todos los países con regímenes políticos de partido único o partido de estado. e) Que se pone fin a los riesgos de guerra nuclear al desaparecer la confrontación entre potencias.
ASIMISMO SEÑALO QUE lo primero que tiene que hacer quien quiera acercarse científicamente a lo que está pasando en el cambio de siglo es desactivar este mito de la globalización. Estamos muy lejos de estar viviendo apenas el comienzo de la globalización del capitalismo, argumentó, para exponer su visión de las siguientes etapas de la mundialización del capitalismo que, sostuvo correctamente, siempre ha sido mundial: 1) La fase de dominio mundial del capital comercial (siglo XVI a mediados del XIX). 2) De 1850 a la Primera Guerra Mundial, caracterizada por la planetarización del dominio directo del proceso de trabajo por el capital (o, en otras palabras, la mundialización de las relaciones de producción capitalistas; 3) Mundialización de la modernidad capitalista, de la gran industria capitalista. La planetarización de la gran industria se puso de manifiesto con la crisis de 1971-1973, que fue la primera propiamente mundial, ya que, indicó, la de 1929 habría sido sólo intercontinental, habiendo involucrado a Europa y América. Esta fase habría comprendido desde la Primera Guerra Mundial hasta la crisis del comienzo de los setentas. 4) La fase actual o de apuntalamiento, que no de estreno, de la mundialización a partir de la crisis de los setentas.
LLEGADO A ESTE MOMENTO, aprovechó el ponente para reiterar que "no hay capitalismo sin mundialización" y que, por tanto, no hay tal globalización inédita, que no se produce en este momento de la historia el estreno de la globalización. Ubicada así, como cuarta fase de la mundialización capitalista, explicó con elocuencia, podemos abocarnos a entender las tendencias actuales, entre ellas la de la mundialización de la pobreza. "Lejos de estar viviendo la mundialización de la riqueza", remarcó, "estamos viviendo la mundialización de la pobreza."
CON ESTO ENTRO el profesor de la UNAM y del IPN (y director de una nueva revista académica de ciencias sociales, Mundo Siglo XXI, del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del IPN, a la que saludo y deseo el mayor de los éxitos) a la parte medular de su ponencia, en la que sostuvo que hay un triple fundamento que determina la mundialización de la pobreza:
PRIMERO: LA RECONFIGURACION neoliberal del Estado. Arizmendi se centró en el papel que en esta reconfiguración desempeña el combate a la inflación, que, dijo, tiene como verdadero objetivo estratégico el combate al salario. Combate a la inflación significa -sostuvo- contención salarial: detener los ajustes salariales que acompañan los aumentos en los precios. Según Arizmendi, el estreno mundial de este modo de funcionar del Estado tiene lugar con el golpe de Estado que derroca a Salvador Allende y al gobierno de la Unidad Popular en Chile en 1973. Lo primero que hace el gobierno militar, recordó, es disparar el precio del pan en más de 300 por ciento y contener los salarios. De aquí en adelante esta política de contención salarial se generaliza. Es lo que 10 años después hará Miguel de la Madrid en México. Esta represión estratégica del salario directo es el primer dispositivo que utiliza el capitalismo para combatir la crisis, sostuvo Arizmendi para agregar que después va avanzando en su complemento, la represión del salario indirecto (de los servicios que brinda, o debería brindar, el Estado). Cuando hablamos de privatización de estos servicios, continuó, estamos hablando de represión del salario indirecto. Con gran lucidez anotó que hay dos maneras de privatizar: la transformación directa de lo público en privado y "ahorcar estratégicamente a las instituciones públicas, obligando a que la gente vaya a los servicios privados; si no alcanzan los servicios médicos públicos o la educación pública, tienes que ir a los servicios privados". El doble movimiento privatizador se va dando según la correlación de fuerzas en cada sociedad nacional, anadió.
SEGUNDO: LA IMPLEMENTACION de una revolución tecnológica que apuntala el dominio del proceso de trabajo planetario. La revolución comandada por la informática trae consigo la deslocalización de las fases del proceso de trabajo: se vuelve factible producir una pieza en un país, otra en otro, y ensamblarlas en un tercero. La consecuencia de esto es que el capital puede moverse de un país a otro buscando la fuerza de trabajo más barata, lo que no sólo recrudece la represión salarial en la periferia, sino la desarrolla incluso en la metrópoli. Con esto se produce la mundialización de la sobrexplotación de la fuerza de trabajo.
ARIZMENDI EXPLICO AQUI que la sobrexplotación ocurre cuando se viola la ley del valor y se remunera la fuerza de trabajo por debajo de su valor, y expuso que el intercambio desigual obliga a la sobrexplotación de la fuerza de trabajo en la periferia, donde se vuelve crónica. Pero con la cuarta etapa de la mundialización, esta sobrexplotación se planetariza: la represión salarial se presenta también en las metrópolis.
DIO COMO EJEMPLO de esta sobrexplotación y de lo que se ha llamado el cuarto mundo zonas de Estados Unidos como el Bronx. Incluyó en este fundamento el papel de la biotecnología y de la tendencia asociada a la apropiación privada de los recursos genéticos de la naturaleza, que tiene por consecuencia la pauperización de todos los productores campesinos, pero que él asoció sólo con los productores indígenas. La guerra, que relacionó con el control de los yacimientos de energéticos fósiles, también pauperiza.
TERCERO: LA DERROTA DE los monopolios defensivos que ejercían los estados nación del tercer y segundo mundos. Los estados nacionales se defendían detentando el control de sus espacios naturales y de su fuerza de trabajo. Mantenían, señaló, el control del capital productivo estratégico. Ahora han tenido que ceder este control a consecuencia de su derrota general. En la liberalización del comercio y de los capitales lo que se juega es la destrucción de estos monopolios defensivos. Es la entrada de la inversión extranjera, apuntó, que se apodera del control de los recursos naturales y humanos en todos los sectores, destruyendo el tejido industrial nacional, lo que a su vez impide que haya una autodeterminación del desarrollo económico nacional, añadiendo que esto genera pobreza, la cual no "es sólo cuestión de salario directo e indirecto, no es nada más un problema de disputa por el control de los recursos naturales: es un problema de correa de poder en el mercado mundial, que destruye la posibilidad de que los países periféricos determinen su propio desarrollo económico. Si no puedes impulsar tu propio desarrollo económico, se acabó... por supuesto que va a haber pobreza, va a haber desempleo". En esta parte el ponente aprovechó para ejemplificar con Rusia la debacle de la URSS y el desastre económico y humano que ha significado, sin precedente por lo que se refiere a mortalidad masculina en edades adultas. Arizmendi concibe la experiencia de la URSS como la de un capitalismo sin capitalistas o un capitalismo despótico.
LA PONENCIA ES muy rica, coherente y sugerente. Meghnad Desai, en su libro La venganza de Marx, ha sostenido que el cambio de paradigma, del keynesianismo que buscaba el pleno empleo al neoliberalismo que persigue el control de la inflación y la represión salarial, se produce debido a que el keynesianismo terminó por reducir la tasa de ganancia, que es el factor clave de la acumulación capitalista, lo que es coherente y complementa el planteamiento de Arizmendi.
ENTRE DESAI Y ARIZMENDI, sin embargo, hay muchas diferencias. Una es que el primero sostiene que buena parte del siglo XX fue una anomalía histórica y un freno a las tendencias globalizadoras del capitalismo. (Para un análisis del libro citado véanse las entregas de Economía Moral del 1º, 8, 15 y 22 de julio de 2005.)