El gobierno, ''aunque no quiera, es nuestro papá''
El Consuelo, Chis., 20 de octubre. ''Estamos en la vil desgracia y el gobierno debería ayudarnos, porque aunque no quiera es nuestro papá'', dijo Aquilino Lucio Mazariegos, enojado porque su familia no ha recibido la ayuda que las autoridades aseguran haber enviado.
''Este desastre nos dejó sin nada, con los brazos cruzados'', agregó y señaló el sitio donde estaba su vivienda, a un lado del río que baja de la sierra de Motozintla.
En El Consuelo, comunidad situada sobre la carretera Huixtla-Motozintla, la máxima autoridad es una mujer, Ana Rosa Mazariegos Vázquez, elegida agente municipal en febrero.
Ana Rosa organiza los reclamos para la entrega de ayuda, que ''ha sido acaparada por personas que no resultaron damnificadas. Es una gran mentira que nos están ayudando cada tres días''.
La funcionaria sostuvo que la mayoría de las 27 viviendas de El Consuelo fueron arrastradas por el río o quedaron enterradas por el lodo que bajó del cerro. Comentó que el desastre ha sido para ella ''una carga muy pesada, pero no me rajo: voy a encabezar la demanda hasta que nos den la ayuda'', afirma.
A las preocupaciones por las pérdidas muchas familias suman el no poder comunicarse con sus familiares en otras entidades o en Estados Unidos.
La demanda de apoyo se multiplica en cada comunidad. En el centro de acopio de Motozintla, decenas de damnificados exigen víveres a los soldados que custodian la puerta. Los militares responden que la tardanza ''no es culpa nuestra, es culpa de los civiles''.
En las comunidades Los Chimalapas y Vega de Domínguez -también de Motozintla-, afirmaron que la ayuda de las autoridades ha sido insuficiente. En la primera cientos de personas siguen en albergues porque la corriente del río arrastró unas cien viviendas.
''No sabemos dónde está tanta ayuda, si a Motozintla han llegado muchos tráileres con víveres y ropa, pero no nos los han entregado'', aseguró César Roblero.
Elio Henríquez, corresponsal