Tercer día del homenaje al académico y autor de Filosofía de la praxis
Vigentes, muchas de las aportaciones de Sánchez Vázquez a la estética marxista
Insiste en que el arte se encuentra condicionado por la historia, dijo Teresa del Conde
En el libre ejercicio de la cátedra, somos sus deudores, subrayó Samuel Arrairán
Ampliar la imagen Adolfo S�hez V�uez, ayer, durante el tercer d�del homenaje que le rinde la UNAM FOTO Jes�llaseca Foto: Jes�llaseca
La estética y filosofía del arte fueron el tema del tercer día del homenaje que la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México rinde al filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, con motivo de sus 90 años de edad.
Al abordar las aportaciones del homenajeado a la estética marxista, el filósofo Samuel Arrairán dividió en tres las etapas en la evolución estética de Sánchez Vázquez: primero, de la teorización del arte en la revolución a la revolución en el arte (años 60-70); luego, de la reflexión sobre la conciencia artística y de la realidad a la crítica de la mercantilización del arte (años 70-80), y tercero, de la crítica a la mercantilización artística a la crítica del clasicismo, del eurocentrismo y de la teoría de la recepción (años 80-90).
Aunque en la primera fase de Sánchez Vázquez, señaló Arrairán, hay una teoría de la dialéctica de la producción y el consumo del arte, sin embargo será en la tercera donde dicha teoría adquiere su formulación completa con la crítica a la estética de la recepción de Hans Jauss y Wolfgang Iser, y con la crítica del nuevo arte digital, virtual y computarizado.
Por la congruencia y coherencia teórica demostrada a lo largo de 50 años, se podría asegurar que ''mantienen su validez" la mayoría de las aportaciones de Sánchez Vázquez a la estética marxista estrechamente vinculadas a sus aportaciones filosóficas y políticas. Por esta razón, hay que considerar seriamente sus propuestas, continuó Arrairán.
Afirmó: ''En el contexto actual de transformación del sistema social y educativo, esas propuestas pueden ser altamente apreciadas para replantear la educación artística como educación estética. De una u otra manera, a Sánchez Vázquez mucho le debemos en el magisterio, y en el libre ejercicio de la cátedra universitaria, no sólo en España y México, sino también en la mayoría de los países de América Latina".
Contra el reduccionismo y la exclusión
Para Teresa del Conde, colaboradora de La Jornada, todo homenaje tiene que ser ''producto introyectado de lo que el homenajeado nos ha dado". Por tanto, no excluye ''ciertos cuestionamientos". Bajo el título Modernidades y contemporaneidad, la crítica de arte recordó que no existe la posibilidad de decantar, disfrutar y ubicar esos productos que llamamos ''obras de arte", sin referirlos a su contexto temporal, que es el que les da su dimensión estética.
''Sánchez Vázquez insiste bastante en este punto, habla con autoridad de que 'el arte se encuentra históricamente condicionado', frase a la que no puede oponerse ni el más mínimo reparo, siempre y cuando se tenga en cuenta que las narrativas históricas cargan también con una retórica y con dosis conjeturales intensas."
Líder estudiantil del movimiento del 68 y otrora ayudante del homenajeado, Roberto Escudero aseguró que la de Sánchez Vázquez no es una estética reductiva o excluyente. Es decir, ''la relación estética no se agota en la que establecen el hombre y el arte''.