Usted está aquí: viernes 21 de octubre de 2005 Cultura Por primera vez llevan a escena el éxodo de ''los niños de Morelia''

Después de su estreno en Michoacán, el montaje se presenta en España

Por primera vez llevan a escena el éxodo de ''los niños de Morelia''

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 20 de octubre. El drama de ''los niños de Morelia'', cerca de 500 pequeños que fueron embarcados por sus padres rumbo a México para huir de los estragos de la Guerra Civil española (1936-1939), se representa por primera vez en teatro.

Luego de su estreno el pasado septiembre en la capital de Michoacán, Los niños de Morelia, pieza de Víctor Hugo Rascón Banda, ahora se representa en Barcelona.

El dramaturgo mexicano pretende recuperar, mediante una ''voz colectiva", las penurias de esos niños.

Del montaje se presentan funciones en España; la primera fue en Madrid, el pasado 6 de octubre, en el contexto del homenaje público e institucional que el país ibérico rindió al ex presidente Lázaro Cárdenas por la solidaridad de México en favor del exilio republicano.

Y el domingo 23 concluirán las funciones de esa puesta en escena en los teatros Sant Andreu y María Plans, de Barcelona y Terrassa, respectivamente.

Para indagar en las historias individual y colectiva de esos niños de la guerra se reunieron dos grupos alternativos de teatro, el mexicano Conjuro Teatro, y el español La Jarra Azul.

Al construir la obra, primero se eligió como tema la historia de ''los niños de Morelia", muchos aún vivos y residentes en Michoacán; inclusive algunos presenciaron el estreno. Después, Rascón Banda escribió y estructuró la pieza basándose en testimonios de esos ''niños" para construir una ''voz colectiva" y tratar de respetar al máximo ''sus vivencias y padecimientos".

Finalmente, se pusieron a trabajar las respectivas compañías de teatro para articular una puesta en escena con enormes complejidades técnicas e interpretativas.

Mauricio Jiménez, director de la obra, explicó a La Jornada que ''el asunto de los niños de Morelia no concierne sólo a España y México; es una historia trágica de exilio obligado, en la que se manifiesta el conflicto de la no pertenencia y del abandono".

Al respecto, Jiménez explicó que ''el drama de esos 475 niños tras la Guerra Civil es, precisamente, la expresión más nítida de la tragedia". Y señaló, ''una de las virtudes de esta obra es que tiene un carácter testimonial. Es decir, Rascón Banda metió poco la mano y dejó hablar a los actores de los hechos, para así estructurar una especie de documental-metafísico de testimonio y confesión".

Oscar García, actor de origen catalán, explicó que participar en este proyecto ha sido muy enriquecedor, pues ''uno no es consciente de la importancia y la gravedad de una historia tan reciente de nuestra cultura hasta que no se pone en la piel de esas personas que se vieron en la necesidad de huir y separarse de sus padres".

Jiménez añadió que ''en la obra se explica y se estudia esa parte de la historia sin contemplaciones, en ocasiones hasta con dureza hacia algo tan tremendo como asumir la decisión de los padres de abandonar a sus hijos en un barco.

''Se trata de un abandono obligado por las circunstancias, pero abandono al fin y al cabo, por eso queremos transmitir que ese dilema de esos padres es una consecuencia más de las guerras y la violencia", concluyó el director de escena.

 
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