El artista imparte un taller en el cuarto festival del género, que se realiza en Zacatecas
El teatro de calle es una forma de insurrección cultural: Schumann
Con su proyecto Bread and Puppet ayuda a jóvenes a manifestar sus inconformidades
Ha creado obras en comunidades de El Salvador, Nicaragua, EU y Vietnam, entre otras
Ampliar la imagen No conozco el teatro de Broadway porque es demasiado caro para m�asegura Peter Schumann. En la imagen, durante su taller de teatro callejero, en Zacatecas FOTO Instituto Zacatecano de Cultura Foto: Instituto Zacatecano de Cultura
Zacatecas, Zac., 20 de octubre. Bread and Puppet (Pan y Títeres) es la histórica empresa y proyecto inventados por el artista de teatro Peter Schumann (Silesia, 1934), quien imparte un taller dentro del programa del cuarto Festival de Teatro de Calle, que se desarrolla en esta ciudad. Asistir a un seminario con este creador es, dijeron ayer algunos de sus alumnos, "como aprender de Stanislavski o Artaud, en vivo, en directo".
Unos 100 jóvenes asisten al taller, en la Plaza 450, donde de 11:30 a 14:30 horas, a pleno sol, quemante, Schumann enseña y monta una obra que los muchachos presentarán mañana. En entrevista con este personaje de fama mundial, acérrimo crítico del gobierno de Estados Unidos y su política bélica y económica, dijo que llegó a EU en 1961. "Me puse a hacer teatro callejero cuando nadie lo hacía, en Nueva York, en 1962. Desde entonces, utilizo los títeres de guante y vara, hasta los desfiles de mojigangas, para denunciar las injusticias tanto locales como internacionales, como lo fue la guerra de Vietnam".
Ha creado obras en comunidades de El Salvador, Nicaragua, Europa, Estados Unidos, donde hay algún conflicto. Dice que lleva, con sus compañeros, Bread and Puppet como "una insurrección cultural. Vivo en Estados Unidos, donde es imposible tumbar al gobierno, pero sí hay posibilidades de motivar la discusión, para expresar el disgusto de la gente. Podemos cambiar la cultura, porque este gobierno es resultado de la cultura que existe ahora. La cultura de EU es la base de este gobierno, que tiene una cultura fascista, ridícula. Por eso nosotros la hacemos más ridícula y le damos vueltas".
-¿Basta ridiculizar? El propio gobierno de EU usa la ridiculización para trivializar lo serio.
-El gobierno es muy capaz. Las instituciones gubernamentales están inhibiendo cualquier oposición, como la intelectual, en los medios, o la oposición de los artistas. Pero esto no es totalmente posible, porque trabajamos con gente joven, mucha, de las universidades o instituciones sociales. Con el arte se les cambia la forma de pensar. Viven una forma distinta y tienen el deseo de oponerse a una existencia que señala cómo se debe vivir. Es como un fuego.
"Donde vamos es algo increíble. Nos damos cuenta de que los jóvenes están hasta el límite. Cuando iniciamos nuestro trabajo en Nueva York, hace 43 años, decidimos no vivir del dinero de las instituciones de cultura o arte, ni del sistema corporativo, y optamos por la modestia en nuestras necesidades. Lo hemos logrado. El año pasado, en nuestra junta anual, dijimos cómo estamos financieramente y se lo informamos a la comunidad. Cada año desarrollamos diez producciones. En 2004 nos costaron, esas diez, mil 500 dólares. Fueron diez obras gigantes.
"Nosotros vivimos de la basura, con la que hacemos nuestros títeres. Vecinos nos traen materiales. Donde vamos recomendamos que no compren nada".
-¿Qué opina del teatro que se hace en Broadway?
-No lo conozco. Es demasiado caro para mí. Ese tipo de teatro tiene una función en la sociedad: es caro para la gente y sirve para que se duerma en las sillas. Produce pasividad, mientras lo nuestro promueve actividad.
La importancia del campo
Su trabajo en Vietnam es considerado histórico, una irrupción social: "Cuando comenzamos nuestro teatro callejero en Nueva York nadie lo hacía. Lo tuvimos que hacer muy ligero, para poder correr de la policía lo más rápido posible. Hacíamos que estuviera mucha gente alrededor para protegernos. Entonces éramos pocos en la compañía, pero nos veían y colaboraban cientos de personas.
"Buscamos la colaboración de movimientos de paz. Eso nos llevo seis años, antes de que tuviera resultados en EU. El tema fue la guerra con Vietnam. Ahora, difundir nuestra oposición a la guerra con Irak nos tomó sólo tres días y millones de gentes se enteraron en el mundo. En pequeñas ciudades y pueblos, cada semana, la gente protesta. Así pasa en Vermont, donde vivo, y en Europa".
-¿Cómo tomará el gobierno de Estados Unidos el que China llegue en las próximas décadas a ser la primera potencia mundial?
-China está perdiendo las ventajas de la sociedad socialista. Está haciendo negocios. China está contribuyendo a un desastre. Estados Unidos ya le pertenece a China, pues le debe demasiado, y los chinos ya son una súper potencia en la economía y puede destruir a EU en un segundo. El verdadero desastre será de no más agua, no más petróleo.
-Se predice que la próxima guerra mundial será por el control del agua, ¿cuál es su idea sobre la ecología?
-Toda la idea del capitalismo, de centrar todo en la realización de dinero, no es sustentable. La agricultura, por ejemplo, está cayendo. Ya las personas no son autosuficientes. Hay movimientos importantes contra esto en India y Estados Unidos, y están criando animales con nuevas técnicas de pastoreo. Es necesario regresar al campo su importancia.
"El triunfo del Tratado de Libre Comercio es la ruina de los agricultores de México. En Vermont tenemos un congresista independiente que no es demócrata, sino socialista. El invitó a líderes del campo de México para darles información sobre agricultura y el pequeño comercio.
"Durante su administración, Bill Clinton dijo: todos los pueblos de México se merecen un WalMart. Cuando fui a Veracruz, a Xico, vi uno y observé los efectos: fue un desastre inmediato. El pueblo vive de estas tiendas. Un millonario puede concentrar mercancías y darlas más baratas. Ahora van por Nicaragua".
Censura y represión
Aclaró que Bread and Puppet no sólo hace teatro callejero, sino que trabaja en universidades. "En la Universidad de Toronto estaremos pronto, pues un grupo de alumnos está en contra de lo que está haciendo Israel con los palestinos. Las autoridades de dicha universidad no le dan espacio a los alumnos porque tienen negocios con los israelíes. Apoyaremos a los estudiantes. No hay que cerrarse con el teatro de calle. Me gustaría hacer algo en México. Se necesita, primero, el interés de un grupo de estudiantes. No podemos ir solos".
-¿Ha sufrido censura, represión?
-En Europa llegamos a ser como estrellas de rock. Usamos el dinero para ir al Este, donde no pagaban. En Polonia y Checoslovaquia nos censuraron. El gobierno puso: 'Este espectáculo está censurado'. El teatro abrió la puerta de atrás y se llenó hasta el ras. Fue un teatro clandestino, pero muy educado.
"En Estados Unidos hemos sido censurados. Después de los hechos del 11 de septiembre quisimos protestar contra el gobierno, por su explicación. No pudimos presentarnos".
-¿Qué le recomienda a la gente pobre?
-Es muy difícil hablar de eso. Debe quedar claro que el cambio más importante que ha ocurrido en 50 años es que hace medio siglo 80 por ciento de la población del mundo vivía en el campo y sólo 20 por ciento en las ciudades. Ahora es al revés. ¿Qué significa? Se perdió la autonomía en la comida, en el autoconsumo. Eso se le quitó a la gente. Comer ahora depende del gobierno y de corporaciones.
"Lo que le digo a la gente es que siembre sus propias papas. Abrir hoyos y sembrar es agradable y sano, y sabe muy bien".
En sus espectáculos, Bread and Puppet, haciendo honor a su nombre, reparte panes que preparan asistentes a sus seminarios o talleres. En Vermont cultivan ajo y reparten leña.
Schumann estará en el Distrito Federal el próximo lunes para impartir un seminario en el Teatro El Galeón.