Debe cobrarse tarifa diferenciada, dice el director del tribunal latinoamericano en la materia
Pago justo por el agua, sin lucrar con ella, demanda Javier Bogantes
Denuncia el negocio de las embotelladoras
En cierta forma es una privatización silenciosa
Ampliar la imagen Acopio de agua en la delegaci�ztapalapa al inicio de la epoca de estiaje. Imagen de archivo FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros
El que el agua deba tener un precio no implica que debe generar lucro, porque "no es una mercancía, sino un derecho humano, un bien público", afirmó Javier Bogantes, director del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), quien detalló que el costo del líquido debe derivarse de estudios económicos, ya que no es justo aplicar igual tarifa a los sectores pobres de la población y a los que cuentan con mayores recursos económicos.
En México, desde el principio del gobierno foxista se ha insistido que no se paga el costo real del líquido, sólo 1.70 pesos por metro cúbico, cuando debería costar cinco.
Bogantes insistió en que el agua debe cobrarse conforme a "estudios de factibilidad; no se puede lucrar con la sed de los pueblos; que tenga precio no significa que sea una mercancía, los gobiernos deben ver el agua como responsabilidad para con sus ciudadanos; cuando el agua se privatiza se convierte en cuestión de lucro; lo que debe haber es un sistema equitativo de cobro, pero no igualitario", insistió.
Tras el anuncio de que en marzo próximo el TLA juzgará 10 casos de mal manejo del recurso, lo cual coincide con el IV Foro Mundial del Agua, a celebrarse en la ciudad de México del 16 al 22 de marzo de 2006, Bogantes señaló que el tribunal abordará el tema de cuál es el precio que debe tener el agua, sin que éste sea otro motivo de iniquidad y de dominación.
Al alertar respecto a que el auge de la venta de agua embotellada en cierta forma es una "privatización silenciosa", destacó que los gobiernos deben entender que ante la escasez en ciertas zonas y el avance de las trasnacionales en el mercado del líquido, se debe tener mucho cuidado en emprender privatizaciones, porque finalmente la compañías privadas "no buscan el bienestar" de las poblaciones, sino "aumentar sus ganancias".
Según Bogantes, la abundante comercialización empieza a constituir otro factor de desigualdad social. Expuso que es preocupante el "desprestigio cada vez mayor que tienen las fuentes de abastecimiento público", al grado de que en países como México "no se puede beber agua de la llave, y se obliga a comprar el líquido envasado".
Tras referir que en su país, Costa Rica, así como en Panamá y otros no hay problema por tomar agua directamente de la llave, alertó que aumenta la "presión" de las empresas para la compra del líquido embotellado, pues es un gran negocio. "Las ganancias deben superar 90 por ciento del costo real que tiene el agua que se vende", y por eso señaló que no sería demasiado aventurado pensar que detrás de la campaña de desprestigio de las fuentes públicas de dotación del líquido estén las trasnacionales.
En México, la Comisión Nacional del Agua refiere que se requieren "30 mil millones de pesos anuales" para mejorar la infraestructura.