El portero de Naucalpan, Jose Luis Soriano, el más ovacionado
Futbolistas especiales celebran sonrientes
La sonrisa por haber cumplido bien su labor y con el grito de "¡portero!, ¡portero!, ¡portero!'', José Luis Soriano Esquivel, de 43 años de edad, quien padece parálisis cerebral infantil, festejó con sus compañeros la coronación del equipo de futbol Naucalpan de Olimpiadas Especiales al concluir ayer los Juegos Metropolitanos en la Unidad Cuauhtémoc del IMSS.
Tras detener un par de penales y otros que sus adversarios azules fallaron, José Luis brincó de alegría y rápidamente sus compañeros, vestidos de rojo, se unieron con él para felicitarlo con un fuerte abrazo luego de 15 minutos de juego en que ambos equipos de nivel dos mostraron destreza y habilidad con el balón en una de las canchas de pasto.
Entusiasmada por la alegría de su hijo, como la mayoría de los padres de familia que no paran de echarles porras a todos los que conforman esta comunidad que cada vez se ha ido incrementando con niños, jóvenes y adultos para ser incorporados a la sociedad, la señora María Esquivel, revela sin pena que hace muchos años "José Luis casi no caminaba, sus pasos eran muy lentos y tenía la mirada triste''.
Recuerda también que parte de que José Luis estuviera así era porque ella pensaba diferente. "Era de las mamás que, cuando subía a los camiones, me molestaba que la gente se le quedara mirando como algo raro y se burlaban, pero desde hace 13 años me siento orgullosa de sus logros y de que cada vez sea independiente'', gracias a las terapias de rehabilitación y lenguaje especial que tuvo su hijo en el Centro Médico.
Con la manutención del mayor de sus hijos, José Luis aprendió a tallar madera, oficio que le deja para pagarse sus pasajes y trasladarse solo de su casa, en Nicolás Romero, a las instalaciones del colegio Cristóbal Colón, muy cercano a la ENEP Acatlán, donde todos los domingos se reúnen los jugadores con el mismo padecimiento y con síndrome de Down para entrenar.
La profesora Maricarmen Cardona, madre de Ricardo Cuevas, es otra de las entusiastas promotoras y gracias a su intervención en el colegio donde trabaja, padres e hijos tienen un espacio para convivir los fines de semana de manera gratuita, porque a la instalación que iban "nos querían cobrar mil pesos'', al morir el sacerdote que los apoyaba, comentó Victoria Arzate, progenitora de Jorge Faisal, delantero de 24 años "y un Cuauhtémoc Blanco cualquiera'', festejó con humor.
Simultáneamente, en la alberca de 25 metros, se realizaban las competencias de natación, con pruebas de 50 metros libres y dorso, en la que decenas de participantes se lanzaban desde la orilla o se metían al agua en la parte menos profunda de la piscina y con sus maestros a un lado recibían aplausos sin importar si tocaban primero o último la pared, y al igual que sus compañeros futbolistas, todos lucían medallas en sus cuellos.