El presidente Fidel Castro ofrece ayuda a México, luego del paso del huracán
Cuba, atrapada entre dos meteoros: Wilma al norponiente y Alfa al oriente
Arrecian vientos, aguaceros e inundaciones en la zona occidental de la isla
La Habana, 23 de octubre. Este ha sido un largo domingo para los cubanos. Mientras avanzaba el día arreciaban los vientos, los aguaceros y las inundaciones en el occidente, y se reanudaron las lluvias en las montañas del oriente.
Y es que Cuba quedó hoy entre dos fuegos. O quizá sería mejor decir entre dos tempestades, con el huracán Wilma corriendo frente a la costa norponiente de la isla y la tormenta tropical Alfa circulando por el flanco oriental.
El presidente Fidel Castro anunció, en una alocución por radio y televisión, que a la vista de la catástrofe que provocó Wilma en México, volverá a ofrecer ayuda humanitaria al país, como lo hizo tras el reciente paso del huracán Stan.
En la provincia de Pinar del Río llovió por tercer día consecutivo. La carretera que une al Cabo de San Antonio, en el extremo occidental del país, con el poblado más cercano, La Bajada, quedó totalmente destruida, informó Lázaro Márquez, director del parque nacional de la zona.
Esta fue la repetición de la historia. El año pasado el huracán Iván destruyó por completo esa vía. La inundó, la llenó de rocas y quebró su trazo.
Ya estaba reconstruida ahora que Wilma volvió a borrarla del mapa.
En el poblado de Guanimar, en la costa sudoriental del país, provincia de La Habana, se reportó una inundación en la que el agua llegó a un metro de altura, un kilómetro tierra adentro.
Para la ciudad de La Habana llegó la hora decisiva. Hoy cerraron aquí los restaurantes y expendios de comestibles, que se mantienen abiertos hasta el último momento en estos casos.
En previsión de accidentes, la ciudad quedó sin energía eléctrica al caer la tarde.
Wilma, con categoría dos en la escala Saffir-Simpson -de cinco niveles-, pasó a unos 130 kilómetros del litoral norte de Pinar del Río.
Sumida en la penumbra, la capital esperaba vientos con fuerza de tormenta tropical para el final de la noche.