Cada vez menos onerosa la deuda de la ciudad: informe
La deuda pública del Distrito Federal significa 2.5 por ciento de su producto interno bruto (PIB), casi la mitad del del estado de México, que se ubica en 4.7 por ciento, y por debajo de Sonora (2.9) y Sinaloa (2.96), indica un informe de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), que además precisa que en cuatro años el endeudamiento de la capital se redujo en 91.6 por ciento.
Otro dato que menciona el documento dado a conocer a raíz de la intención de PRI y PAN en la Cámara de Diputados de rechazar el techo de endeudamiento -por mil 600 millones de pesos- solicitado por el gobierno capitalino para el ejercicio de 2005, es que éste, en proporción con el gasto total del Distrito Federal, disminuyó 74.2 por ciento de 2000 al 2003, al pasar de 14.87 por ciento a 4.13 por ciento, lo que significa que los ingresos del GDF cada vez son mayores para hacer frente a sus necesidades de gasto público.
El costo financiero de la deuda, como porcentaje del gasto total, también ha ido a la baja. Esta proporción en 1999 era de 6.31 por ciento, el cual para 2002 cayó a 3.49 por ciento, y para 2003, 4.31 por ciento, lo que refleja que la deuda de la ciudad cada año le cuesta menos dinero a sus ciudadanos, agrega el reporte.
De los ingresos totales del Distrito Federal, los de origen local significan 55 por ciento, mientras que los de origen federal, 43 por ciento, y la deuda pública únicamente 2 por ciento, refiere.
El informe destaca también que antes de 1994, invariablemente el gobierno federal terminaba por condonar y absorber la deuda del entonces Departamento del Distrito Federal, y dejó de hacerlo al final del gobierno de Oscar Espinosa Villarreal, que heredó 11 mil millones de pesos a la administración de Cuauhtémoc Cárdenas.
La presidenta de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la ALDF, Guadalupe Chavira, expresó que estos datos demuestran que no existe ningún argumento técnico válido para que la Cámara de Diputados niegue los mil 600 millones de pesos solicitados para el año entrante como techo de endeudamiento.
Consideró que se trata de argucias legislativas que intentan frenar el desarrollo de la ciudad de México, pues la deuda durante los últimos cinco años se ha destinado a obras fundamentales en materia de transporte -compra de trenes del Metro, Metrobús e infraestructura vial-, servicios de salud y educación -Universidad Autónoma de la Ciudad de México y las preparatorias-, así como al corredor turístico del Paseo de la Reforma-Centro Histórico.
Rocío González Alvarado