Temazcal en el corazón de la cultura Mexica
Rescatan en Magdalena Mixhuca ritual prehispánico de purificación
Ampliar la imagen Ingreso al temazcal Tochtli Metztli, en el pueblo de la Magdalena Mixhuca, anta�oraz�e la cultura mexica, en busca de purificaci� la tradici�erdida FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano
Para tomar un baño termal, con plantas medicinales, no es necesario acudir a los centros ceremoniales ni a las zonas indígenas del país. Basta con ir al número 418 de la avenida Morelos, donde antaño fue el corazón de la cultura Mexica, para disfrutar de un ritual prehispánico de "purificación física, mental y espiritual".
Con el mero propósito de "no dejar morir nuestras tradiciones", la señora Izkalli Tenorio Cruz construyó en el pequeño patio de su casa un temazcal de adobe, en forma circular -como el vientre de nuestra madre tierra-, en el que se conjugan los cuatro elementos: fuego, tierra, agua y viento, así como hierbas aromáticas, para ofrecer a la gente un ritual de la cultura mesoamericana y una alternativa terapéutica con propiedades curativas, que incluso "ha logrado que personas con problemas de adicciones dejen las drogas, porque llegan a encontrarse con ellas mismas", dijo Ofelia Barranco, quien junto con Izkalli atienden a los visitantes que conocen este lugar.
De temaz, vapor, y calli, casa, "la casa del vapor" era el sitio de purificación por excelencia de las culturas indígenas de Mesoamérica, que lo utilizaban con fines medicinales y como fuente de energía previo a los rituales, tanto en los sacrificios como en las guerras y en el juego de pelota.
Los tipos de construcción y los materiales varían de acuerdo con la región y los fines. El de piedra volcánica y adobe es un baño de pared empleado para purificar y desintoxicar el cuerpo, la mente y el espíritu. Los puede haber provisionales, como los de varas, o incluso de hule negro. Este último lo usaban los guerreros y actualmente sólo se realiza en las cordilleras de montañas como el Tepozteco, en el estado de Morelos.
La forma del temazcal de adobe es similar a la de un iglú. Es redondo y simboliza el útero materno. En la parte superior de la bóveda tiene un orificio, cual ombligo, por donde entra la luz y simboliza el retorno al vientre protector, tanto de la madre fisiológica como el de la madre tierra. En el interior y al centro se apilan piedras volcánicas porosas de tezontle, que son calentadas con hornillas y a las que se vierten infusiones de plantas medicinales y aromáticas: albahaca, eucalipto, pirú, ruda, mirto, entre otras, para generar el vapor y también se hace para beber.
"El temazcalito es un lugar sagrado, de rencuentro, donde se alcanza la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
La conjunción de estos aspectos era la forma como nuestros ancestros veían el Cosmos, como un todo. Si alguna de estas partes está en desequilibrio, no funcionamos", explica Izkalli. Para entrar a un temazcalli se requiere una preparación espiritual, una purificación previa y no haber ingerido carne ese día, además del permiso a los cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales, como lo hizo la abuela mexica Toci, quien inició la tradición.
Así pues, con los pies descalzos, se solicita la autorización del sol, Tonatiuh en náhuatl, cuyo punto cardinal es Tlahuiztlampan, el oriente, y es representado por el color blanco. Del viento, Huiztlampan, lugar de Ehécatl, el sur, con el color azul. La madre tierra, Tonantzin Tlalli, lugar del Cihuatlampan, poniente, color rojo. Y por último, el agua, átl, lugar del norte, Mictlampan, representado con los colores negro y amarillo, símbolos de la sabiduría, el descanso y la muerte.
Durante los permisos se escucha el sonido del huéhetl (tambor), el atecocoli (caracol), y las ayacastles (sonajas). "La gente comienza a respirar conscientemente, propiciando una diálisis de vida", explica Ofelia Barranco.
Tanto Izkalli Tenorio, como Ofelia Barranco, ambas vestidas de blanco y con una cinta roja en la cabeza y otra en la cintura, señalan las bondades de este tipo de baños, y a diferencia de los temazcales que se ofrecen en los spa, este es más completo y más benéfico, porque se trabaja con la energía, apuntan.
Entre los beneficios se encuentran el fortalecimiento de los órganos, la inhibición de la producción microbiana, además estimula la circulación, propicia la regeneración celular, el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual; alivia el cansancio, relaja y tranquiliza; elimina el ácido úrico, láctico, las toxinas y el colesterol. Por su alta temperatura tiene propiedades desinfectantes y cicatrizantes. Además, el temazcal establece puentes de tolerancia con nuestra naturaleza polifónica, proporciona armonía, por lo que es altamente recomendable para la unión y la estabilidad de las familias, afirman las mujeres.
En más de 10 estados existen temazcallis, entre ellos Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. En el Distrito Federal se encuentran en la provincia de la ciudad, como Xochimilco y Milpa Alta, y sobrevive uno en el centro de lo que fue la cultura México-Tenochtitlán, ubicado en el pueblo de la Magdalena Mixiuhca, en la delegación Venustiano Carranza, que en náhuatl se llama Tochtli Metztli -coneja-, por el día del calendario en el que fue creado, y Luna, por ser una mujer quien lo construyó, desde agosto del año pasado.